Devoción renovada que estalla en fuegos artificiales
Anoche lo tocó al Gremio Obrero celebrar a la Virgen de la Asunción y el Barrio de San Sebastián se volvió loco de felicidad con hombres que corrián cargados de fuegos artificiales estallados sobre su cuerpo, una iglesia repleta que mareaba con su olor a flores naturales, juegos mecánicos, adrenalina, música y las cosas más ricas para comer. Aquí te dejo una crónica de lo que viví:
El olor a flores naturales es intenso y marea un poco, en medio de una noche calurosa. Son casi las 9 pm y las puertas de la Iglesia de San Sebastián se mantienen abiertas de par y par para que miles de fieles entren a saludar a la Virgen de la Asunción, santa patrona de este barrio tan emblemático de Mérida.
Anoche le tocó al Gremio Obrero festejar a la Virgen y lo hizo en grande. Fue un sábado de celebración en el Parque de San Sebastián, que estaba en todo su esplendor, repleto de gente de todas las edades. Entre los puestos de comida, los juegos mecánicos, los toritos que le ofrecieron a la Virgen los devotos del Gremio Obrero y un espectáculo musical, todo pintaba a que la fiesta sería casi eterna.
Nunca había vivido en carne propia la celebración del torito a la Virgen y les cuento que me provocó un poco de impresión, tensión, adrenalina y emoción. Pensar que un humano se calza sobre su cabeza una estructura con forma de toro -con cuerno y todo- cargada de fuegos artificiales que le explotan encima, es sin duda u acto de fe y también de locura.
El hombre devoto llega, se calza -con ayuda de otros fieles- el toro en la cabeza y parte de su cuerpo y espera que alguien encienda la llama de los fuegos artificiales sobre sí mismo. Y explota todo… Y el hombre explotado corre por un campo mientras lanza fuego y petardos…. Y se quema un poco, y sigue corriendo, y arde y seguro también se marea con la gente que le grita y lo aplaude al ritmo de “¡Sigue, sigue!”… Impresionante todo.
Anoche, el Gremio Obrero fue por más… Porque además de ofrecerle a la Virgen cuatro toritos, es la única organización religiosa que lleva a sus “mestizos”. Son dos hombres que se ponen encima una estructura con forma de humanos vestidos de mestiza y otra de mestizo y, cargados también de fuegos artificiales, sale encendidos al ruedo a “bailar jarana”. Otra gran locura de fe.
El espectáculo fue muy bueno y nadie salió herido ni quemado. Los devotos protagonistas de llevar los fuegos artificiales encima estaban adrenalínicos y emocionados de haberlo logrado y el público feliz.
Después de pasear por “la vuelta al mundo mecánica”, alrededor de las 11 pm y con el mercado de San Sebastián abierto como si fueran las 9 am de un día de semana, me fui con mis hijos a comer cosas ricas ahí. Había de todo y estaba repleto de gente. El ambiente de fiesta siguió, vaya uno a saber hasta qué horas.
Hoy sigue la celebración y mañana 15, día de la Virgen de la Asunción, los festejos renovados en la fe serán sin duda más intensos. Las y los devotos celebran la salud, el trabajo, la familia unida y la vida, pero sobre todo poder rendirle tributo cada año a esta santa patrona, tan querida en la comunidad.- Cecilia García Olivieri.