Un paseo muy personal por Sendero Jurásico
El entorno va como anillo al dedo. En medio de la ciénaga aparecen dinosaurios tamaño real, esqueletos de estos animales prehistóricos y miras al cielo y una bandada de flamencos de verdad cruza el firmamento. Sin embargo el parque temático y educativo Sendero Jurásico no me impresionó ni para bien ni para mal, excepto una actividad de realidad virtual que me dejó alucinada. Aquí van mis impresiones, abre pronto para todo público y te agrego cómo quedaron los precios:
Partamos de la base de que esta crónica de la visita a Sendero Jurásico es una opinión personal. Te voy a contar qué vi y qué fue lo que más me impactó. Porque, en realidad, nada me impactó demasiado de este espacio que próximamente se estrenará para todo público en Chicxulub Puerto, en el mismísimo lugar donde cayó hace millones y millones de años el cráter que cambió la historia del planeta.
Sin embargo, hubo una actividad de realidad virtual que tiene el parque temático que me hizo alucinar. Me pusieron unas gafas de última generación, me dieron unos joysticks y entré de cabeza en dos películas cortitas con dinosaurios que me rondaban, me acercaban sus ojos, volaban sobre mi cabeza, cazaban a sus presas y huían con rumbo desconocido. Nunca había tenido una experiencia de realidad virtual y puedo decirles, sin temor a equivocarme, que fue un flash.
Primero hablemos del entorno. Sendero Jurásico está en el medio de la ciénaga, donde antes había un basurero que rescataron para hacer este lugar. El cielo, de repente, se pinta de rosa porque lo cruzan bandadas de flamencos y eso es algo hermoso y fuerte. En la misma ciénaga aparecen dinosaurios tamaño real y algunos de esqueletos de estos animales prehistóricos. Es algo bello de ver.
El resto del paseo es normal, no me cambió la vida y no sé si volvería a hacer el recorrido. Sendero Jurásico es un parque que caminas en línea recta por aproximadamente 600 metros y, en el camino, te cruzas con distintas especies de dinosaurios con sus nombres, información general, sonidos y movimientos. Durante el mismo recorrido lineal, te topas con paraderos con más información, emprendedores que venden algunas artesanías temáticas y algunos puestos de comida, como hotdogs y pizzas.
Sigues caminando, sigues viendo dinosaurios, atraviesas un costillar gigante para imaginarte que estás atravesando un animal prehistórico, ves huellas enormes en el camino, ves más dinosaurios, una representación del meteorito, hay títeres, un arenero para chiquitos, un espacio para tomarte fotos en huevos gigantes, otro espacio para tomarte imágenes con pantalla verde (te ponen escenas de que te persiguen dinosaurios, por ejemplo), la realidad virtual que te conté y otra actividad de imágenes en movimiento, justo al final del recorrido.
La entrada sólo incluye el paseo por el lugar y todas las actividades extras o la comida se paga aparte (no dieron precios). También hay un estanque donde hay tortugas marinas reales que rescataron en la zona y puedes alimentarlas. Tienes que pagar la comida que le darás, que viene en unos huevitos.
Hoy nos recibió el alcalde Julián Zacarías Curi y nos contó que el Ayuntamiento no puso un peso para hacer el parque (toda inversión fue de la iniciativa privada) y que en la primera o segunda semana de junio ya abrirán para todo público y los precios de las entradas quedaron así:
Adultos: $200, jóvenes $150, niños $100.
Todos los progreseños entran gratis de lunes a viernes.
Todos los yucatecos pagan la mitad de los precios informados también de lunes a viernes.
Personas con discapacidad entrarán gratis todos los días de la semana.
Adultos mayores pagarán con 50% de descuento todos los días de la semana.
Las escuelas no pagan entrada y deben acordar cita previamente.
Te decía, es un paseo que no me cambió la vida. Lo hice en 45 minutos y estoy segura que habrá gente a la que le tomará menos tiempo y a otros más. Lo que sí cabe destacar, además de la maravillosa impresión que me dejó la realidad virtual, fue que los chicos de escuelas primarias de la zona que actualmente visitan el lugar, salen encantados… Te aseguran que a ellos les gustó “todo” y que sin duda volverían. Bendita niñez, sin límites en su capacidad de asombro…- Cecilia García Olivieri.