Relato de un amor que desafía historias y pandemia
El amor ¿Se mide en años o en historias?, le preguntamos a Joanna Valencia y a Adrián Saldívar y no dudaron un segundo en contestar casi al unísono: “¡En historias!” y ellos dos tienen un montón… Son dos enfermeros que trabajan desde abril pasado en el CRUM Yucatán atendiendo a pacientes covid y además son pareja y papás de una nené. Hoy comparten su historia de vida con nosotros
Se aman a través de trajes anticovid, máscaras, googles, cubrebocas y guantes. Son como astronautas en un espacio desconocido de pandemia. Vestidos así, se leen la mirada y se escuchan levemente cuando van juntos en un traslado en ambulancia -a una comunidad del interior del estado- a buscar a paciente enfermo. Y en medio de todo eso, se adoran desde hace siete años y hoy más que nunca.
Y para ellos los años juntos no cuentan tanto como las historias vividas y nosotros coincidimos plenamente con ellos. Son Joanna Valencia Gómez y Adrián Saldívar Cortés y ya venían con historias previas e hijos cuando se conocieron, hace ocho años en el Hospital O’Horán. Los dos son enfermeros y se enamoraron y formaron juntos una nueva familia. Y ahora los acompaña Katherin, de cinco años, en esta nueva aventura de vida.
En abril pasado Joanna y Adrián fueron convocados para trabajar a full en la pandemia que trajo el nuevo coronavirus al mundo y a Yucatán. Desde hace casi un año esta pareja de profesionales de la salud laboran en el Centro Regulatorio de Urgencias Médicas (CRUM) Yucatán y hoy comparten con nosotros esta historia de vida llena de historias chiquitas da amor, trabajo, respeto y gratitud mutua. Conózcanlos, especialmente hoy….
¿Cómo y cuándo se conocieron?
Joanna: En el Hospital O’Horán, hace ocho años. El flechazo se dio en la convivencia laboral. Él siempre fue muy caballeroso, muy coqueto conmigo y me miraba con ojos penetrantes… Siento que él me conquistó a mí y ahí se dio el flechazo.
Adrián: Laborábamos juntos en Medicina Interna, en el cuarto piso del Hospital O’Horán. La empecé a conocer y después de un año se dio el amor… Me gustaba cómo ella me trataba, su mirada, todo ella. También la admiraba como trabajadora, aprendí mucho de ella.
El amor ¿Se mide en años o en historias vividas?
Joanna: En historias vividas, porque son los momentos los que te hacen sentir cariño, amor y respeto, no importa cuántos años estés con esa persona.
Adrián: En historias vividas, porque los años no cuentan tanto como las historias que vives con esa persona –lo bueno y lo malo- y eso es lo que perdura y queda para toda la vida. Puedo hacer más cosas con Joana que con otra persona en más de 10 años. Las historias son las que te marcan para toda la vida.
Cuenten una historia de vida que hayan compartido y que los marcó.
Adrián: El nacimiento de nuestra hija Katherin se complicó en el quirófano y una vez que la bebé nació, a Joana la tuvieron que intubar. Yo vi nacer a mi hija y sentí su primer abrazo, pero cuando vi que intubaron a Joana sentí que una parte de mi vida se rompía… En ese momento piensas todo: lo que habíamos convivido hasta entonces, que teníamos una niña y que no sabía si ella iba a salir de esa situación. Fue un instante que no se lo deseo a nadie porque nosotros sabemos como personal de la salud lo que implica un paciente intubado. Fue un momento de emoción y tristeza al mismo tiempo. Gracias a Dios Joana quedó estable a las dos horas y uffff…. Sentí un alivio enorme y me volvió el alma al cuerpo.
Joanna: La historia que más me marcó pasó en julio, cuando a mi papá le diagnosticaron covid y otros integrantes de la familia resultaron positivos. Me dio mucho miedo y no sabía si mi hija iba a estar contagiada, o nosotros o cómo íbamos a atender a mi papá. Gracias a Dios teníamos los medios y conocimientos para sacarlo adelante, pero igual estaba muy preocupada. En ese momento Adrián me dijo que él se encargaría de mi padre y así lo hizo. Iba a la casa y le daba todos los cuidados necesarios y aunque estuvo a punto de ser ingresado, Adrián logró desde la casa que eso no ocurriera. No tengo palabras para agradecerle lo que hizo por mi papá, estoy eternamente agradecida con Adrián y siento que fue una prueba de amor y cariño…
Son padres ¿Qué significa la paternidad en sus vidas?
Adrián: Ser padre son muchos momentos hermosos que vivo. Tengo dos hijos varones y a mi princesa Katherin, que es la niña de mi vida. Estoy muy pendiente y quitarme algo de mi boca para dárselo a ellos no me cuesta. Yo ya estoy más que feliz si ellos están bien.
Joanna: La maternidad es responsabilidad y dedicación. No importa la cantidad del tiempo que estés con tus hijos, sino la calidad de tiempo que les dediques. Eso para mí es fundamental.
Vivimos una pandemia y ustedes son protagonistas de ellas como personal de salud que arriesga sus vidas a diario desde marzo de 2020 Centro Regulatorio de Urgencias Médicas (CRUM) ¿Tienen miedo de morirse?
Joanna: Al principio sí, cuando no sabíamos nada de este virus y veíamos a compañeros morir, en estado grave o superando la enfermedad. Teníamos mucha incertidumbre, sin embargo cuando nos pasamos al CRUM y comenzamos a ver pacientes y lo que sucedía realmente con el covid-19, la preocupación cedió un poco porque aprendimos a cuidarnos. Esta enfermedad es real y nos puede pasar igual, el tema es cuidarse.
Adrián: El miedo existió desde el inicio de la pandemia porque le temes a lo desconocido y no sabíamos cómo tratar la contingencia que se nos venía encima. Cuando llegamos al CRUM y vimos cómo trabajaban y aprendimos a conocer a los pacientes y sus casos, la situación cambió. El miedo siempre existe, pero si tocas a un paciente te descontaminas todo, desde la punta del cabello hasta los zapatos. Yo viajo mucho para trasladar pacientes que viven en el interior del estado y siempre me encomiendo a Dios. Le digo: “Dios mío, bendíceme y que sea tu voluntad, Señor”, y eso me ayuda mucho. Igual es fundamental mostrarle al paciente que uno maneja la situación porque ellos se tranquilizan. No es sólo el tratamiento físico que le das al enfermo, sino también el emocional el que importa.
Cuéntenos alguna historia en pandemia laboral que los haya marcado
Adrián: Recuerdo que en julio pasado fuimos a buscar a un bebé de 12 días a Tekax para trasladarlo a Mérida. Tenía covid. Nos lo dan en incubadora y ahí comenzó el traslado. Sin embargo, poco antes de llegar a Mérida, el neonato cayó en paro cardiorespiratorio y la adrenalina que sentimos mi compañero y yo fue terrible. Yo nunca le había dado reanimación cardiovascular a un neonato, sin embargo metí mis manos en la incubadora y comencé a reanimarlo y lo logré… Llegamos al Hospital O’Horán y el bebé podía respirar. A los tres días me enteré que ya estaba estable y sin intubación y también me avisaron cuando le dieron el alta, ya libre de covid.
Joanna: Esta historia ocurrió al inicio de la pandemia y fui con Adrián a ver a un paciente de la tercera edad que vivía en Yaxkabá y presentaba un evento vascular cerebral. Nosotros no teníamos en ese entonces el equipo completo, usábamos bata quirúrgica, cubrebocas, googles y botas, sin guantes. El paciente y su familia hablaba en maya y nos explicaron y entendimos como pudimos lo que tenía el paciente. Sin embargo a los tres días nos enteramos que ese paciente era positivo a covid y no estuvimos tan protegidos para atenderlo. Tuvimos mucho miedo, pero no nos contagiamos.
¿Platican entre ustedes sobre lo que viven en el trabajo? ¿Les sirve hacerlo? ¿Sienten que los une como compañeros, como pareja?
Joanna: Sí, hablamos del trabajo y mucho. Es un desahogo platicar sobre todo lo que nos inquieta y las dudas que tenemos. Nos hace bien.
Adrián: Siento lo mismo que Joanna, nos hace bien platicar porque es una forma de desestresarnos. Algunas veces llego molesto o preocupado a casa y ella me pregunta qué me pasa y mientras comemos o tomamos una cerveza platicamos y eso nos hace bien a los dos.
Adrián, Joanna y Katherin ? ??
¿Cómo manejan el trabajo y los hijos, sobre todo por el riesgo de contagio?
Adrián: Yo trabajo actualmente 24×48. En cuanto al riesgo del contagio, me baño antes de salir del trabajo y siempre me cambio de uniforme. Cuando llego a casa me descontamino antes de entrar y dejo siempre mis zapatos afuera.
Joanna: Yo trabajo actualmente sábados, domingos y feriados. Ya no estoy en los traslados, sino que laboro en la recepción de llamados, traslados y coordinamos los ingresos en hospitales. Sigo el mismo protocolo que Adrián cuando salgo del trabajo y cuando llego a casa. Y cuando los dos laboramos, las abuelas nos ayudan con el cuidado de la niña.
¿Sienten que como sociedad somos conscientes de lo que estamos viviendo con el covid-19?
Joanna: No toda la sociedad está consciente y es muy común andar por la calle y ver que llevan mal puesto el cubrebocas, por ejemplo. Siento que hay personas que todavía no se toman en serio esto que estamos viviendo.
Adrián: Yo siento que la gente está bajando la guardia. Hoy día si le preguntas a un paciente si tuvo contacto con otras personas te contesta: “Estuve en una fiesta la semana pasada y había 30 personas”. Saben que no hay que hacer fiestas y muchos piensan que la pandemia está controlada porque hay vacunas, pero no es así, no estamos a salvo. No hay conciencia al 100% de la situación que vivimos.
Joanna, dale un mensaje a Adrián en este día
Te espero en casa porque no estás ahorita conmigo y quiero decirte que te amo y que ya quiero estar contigo, sobre todo en este día tan especial.
Adrián, dale un mensaje a Joanna en este día
Ya quiero verte, por necesidad tuve que viajar pero quiero estar contigo las 24 horas y los siete días de la semana. Eres mi pareja, mi amiga, mi confidente, mi todo. Siento un amor muy grande por ti y quiero seguir compartiendo momentos e historias juntos.- Cecilia García Olivieri.