Para endulzarse con las tradiciones que siguen vivas
Dulces hechos con toda la paciencia, precisión y dedicación del mundo desafían el tiempo y espacio. Y estas fechas de Fieles Difuntos invitan a esta reflexión y a observar a generaciones de mujeres emprendedoras quienes, desde Tekax, elaboran los dulces típicos más artesanales y ricos con una tradición intocable. Conózcanlas:
Cuando la gente cuestiona que “las tradiciones se están perdiendo en Yucatán”, estaría bueno que observaran con más detenimiento nuestro entorno, lo que comemos, su elaboración tan artesanal y el amor con que se hace, tanto hoy como hace 100 años o más…
En estas fechas de Días de Muertos te presento a tres generaciones de mujeres de Tekax quienes, desde hace más de 50 años, elaboran dulces artesanales típicos de estas tierras que adornan en estos días los altares de difuntos y disfrutamos los vivos, por todo su sabor.
Mientras la industrialización devora productos, estos dulces tienen una elaboración que desafía el tiempo y el espacio y sigue siendo 100% artesanal, con un proceso que lleva tiempo, paciencia, habilidad artística y, como en toda repostería o hechura de dulces, muchísima precisión.
“Legado de la Abuela Lucía” es un emprendimiento de un grupo de mujeres que viven en Tekax y venden sus dulces en Mérida, otros municipios y hasta llegaron una vez a Canadá. Doña Lucía es la abuelita de la familia y, como hace más de 50 años, sigue haciendo dulces e hijas, nueras y nietas la acompañan.
Tuve el gusto de platicar con Wendy, integrante de la familia y emprendedora repostera de “Legado de la Abuela Lucía”. Wendy me cuenta que la elaboración de los zapotitos –el dulce estrella que preparan- lleva más de un día de elaboración y mucha constancia para que todo salga perfecto.
“Para hacer los zapotitos se remoja la pepita con todo y cáscara una noche antes. Luego se lava para quitarle lo baboso de la cáscara y se asolea para que se seque bien”, relata.
“Para el proceso del dulce, se remojan las pepitas con agua de ceniza y después se muele de forma manual. Mientras hierve el azúcar para preparar el dulce, hay otro proceso de molido y más tarde se agrega el azúcar para hacer la masa”, detalla.
Cuando todo está listo, colorean la masa y le van dando forma artesanal a las figuras que quieren realizar. “Hacemos flores, conchitas, hojitas, fresas, calabacitas, verduras y los dibujos que nos vengan a la mente”, explica.
Y ¡Voilá!, listo para vender y degustar.
Las palanquetas de pepita, cacachuate y coco son otra especialidad que realizan estas emprendedoras tekaxeñas. Wendy cuenta que, en el caso de la pepita, debe ser tostada, luego se le pone el azúcar hasta que agarre el punto justo y no chorree. En el caso del cacahuate también se tuesta y el coco se sancocha con agua de azúcar, señala Wendy.
“En estos tiempos de Día de Muertos” subieron las ventas y más que hace dos años, cuando estábamos en pandemia. Hoy día por la inflación, todo sale más caro para producir los dulces, pero igual tenemos encargos y no sólo para estas fechas, también para eventos como cumpleaños y bodas”, explica.
Mientras preparan los dulces, estas mujeres se concentran, conviven, platican, se ríen y disfrutan lo que hacen. “El gusto que sentimos cuando hacemos los dulces está intacto y es una forma de ayudarnos económicamente… Así que la tradición continuará”, asegura Wendy.
Para las y los refutadores que aseguran que los usos y costumbres para celebrar Día de Muertos se evaporaron, prueben estas maravillas y endúlcense de las tradiciones que siguen vivas.- Cecilia García Olivieri.
(Para comprar los dulces tradicionales, contáctate al 997 9792007).