¿Cuál es la mejor edad para emprender? Todas, depende de las ganas y las metas claras. Y si no nos crees, conoce al chef yucateco Ernesto Cab Vera, quien hoy cumple 58 años y celebra casi nueve de emprendedor en Dubai, Emiratos Árabes. Una linda y motivadora historia para que conozcas…

Diez horas nos separan de Ernesto Cab Vera, él en Dubai y nosotros en Mérida. Acá son las 10 de la mañana y él, a las 8 de la noche, todavía anda de festejos. Se lo nota contento, emocionado, seguro y con muchas ganas de más. Este yucateco acaba de cumplir 58 años, es un “hombre sin techo” y se le nota en la voz cuando, apenas comenzamos a hablar, nos dice: “El trabajo no es trabajo, es expresar lo que uno vive todo el tiempo”.

Porque si alguien te dijo que para emprender debías estar en tu veintena, acá te contamos otra historia para celebrar la vida. Porque para dar volantazos y darle el mejor giro a lo que hacemos, no hay edad, sólo convicción, ideas, certidumbre y ganas de ir para adelante. Y de eso el chef Ernesto Cab sabe mucho y es fiel creyente de que, con metas claras, todo se logra en la vida.  

Hace casi nueve años este yucateco decidió dar un volantazo en su vida y, como emprendedor, se fue a trabajar de chef a Dubai, en Emiratos Árabes. Hoy celebra cumpleaños y energías renovadas para seguir adelante, siempre tras certezas. Aquí te dejamos la plática que tuvimos con él hoy, hace un ratito:

¿Dónde viviste toda tu vida, hasta los 49 años?

Toda mi vida viví en Yucatán y, te puedo decir, que soy más yucateco que el frijol con puerco (se ríe).

¿Qué pasó hace poco más de ocho años?

Se me presentó un reto en mi vida. Yo trabajaba en Mérida como chef en Harbanos Tacos Árabes y estaba también con varios proyectos en el ambiente de la Asociación de Chefs de Yucatán. Sin embargo, el chef de un restaurante mexicano en Dubai se quería regresar y surgió la oportunidad de tomar su lugar allí.

¿Te decidiste de una vez?

No… Me tomé mi tiempo. El restaurante en Dubai es María Bonita Taco Shop & Grill y el dueño, Jorge de Anda, vino a Mérida para convencerme. Le pregunté para cuándo quería que estuviera allá y me contestó: ‘Para anteayer”. Mi primera reacción yucateca fue un: “Uayyyyy, no me puedo retirar así”. Además tenía proyectos… No era una decisión fácil.

¿Y qué pasó?

La propuesta me la hicieron en agosto y lo pensé mucho, hasta diciembre. Hay gente que busca irse, pero nunca tuve esos planes, yo tenía el chip de quedarme en México para lograr cosas. Pero lo pensé mucho, investigué también sobre la situación allá y decidí quemar mis naves y ver qué onda. Estaba divorciado y sin hijos, mis padres ya habían fallecido y como todo es un reto, pensé que si la cosa se ponía difícil regresaba y ya… La oportunidad salió y no me importó cuántos años ya tenía y decidí tomarla.

¿Cómo fue llegar? ¿Cómo es la sociedad emiratí? ¿Cómo fue comenzar a chambear?

La sociedad es muy cambiante y circulante. Las visas de trabajo duran dos años y la renuevas o te vas. Llegué a María Bonita como chef principal ejecutivo y ahora soy también CEO y estoy a cargo de dos emprendimientos gastronómicos más. La vida me dio la oportunidad de mostrar toda la experiencia que adquirí en años de sacrificio en México. Conformamos un equipo interesante de gente multinacional. El restaurante María Bonita ya tiene 17 años y, desde que llegué, logré aportarle el apellido.

¿Cómo es eso?

Le dimos el factor diferenciador que hace que en Dubai puedas comer comida mexicana tradicional, como la hecha en casa.  En vez de buscar la comida gourmet, con espuma y flores aquí y allá, nosotros rescatamos la estructura original de la comida que se hace en las casas mexicanas. Por eso, los empleados de otros restaurantes mexicanos vienen a comer con nosotros.

¿Cómo hiciste para lograr esto?

Empezamos a cuidar más todo. Los ingredientes para cocinar debían ser de México. Importamos achiote de Yucatán, mole de puebla y aguacates de Guadalajara, por ejemplo. Y lo que logramos con nuestra comida es que la gente se sienta en casa… Puede venir de la playa y no importa si está en traje de baño o si trae a su mascota, aquí somos petfriendly y todos bien recibidos.

 ¿Cuál es el platillo yucateco que más gusta?

El pescado tikinxic, pero acá lo llamamos “Pescado Yucatán”, y les gusta muchísimo. En el menú tenemos de todo: carne de res, pollo, pescados y mariscos y cubrimos en un paneo de sabores toda la república mexicana.

¿Cómo son lo emiratís? ¿Te sientes como en casa?

La cultura emiratí está muy ligada a la religión musulmana y hay que saber respetar mucho este aspecto, sus creencias y la forma de vida que tienen. Ellos, como sociedad, te aceptan como eres. Es más, este es el Año de la Tolerancia y aquí hay mucha… Uno pensaría que por vivir en Medio Oriente las personas son radicales, pero esta sociedad es muy abierta y a nosotros los mexicanos nos aceptan, nos tienen en buen concepto y nos quieren mucho. Lo importante es observar bien todo al principio, aprender e irte adaptando. Yo me siento muy agradecido con la gente de aquí.

¿Vienes seguido a Yucatán?

Voy cada agosto, pero este año fue imposible porque en septiembre abrimos otro restaurante con un concepto distinto, ahora con licencia completa de licores mexicanos. Y hace un año abrimos otro espacio –El segundo María Bonita- que tiene como valor agregado panadería y pastelería mexicana, además de comida. Aquí trabaja Jorge Pino, excelente panadero de Ticul. Así completamos con los tres restaurantes un circuito donde puedes ir a comer comida tradicional mexicana, probar un pastel de tres leches o churros y después tomarte una cervecita o un mezcal…

Se te nota feliz ¿Te sientes orgulloso de lo que lograste?

 Estoy orgulloso de todo esto porque gracias a Dios han tenido confianza en mí para desarrollar estos conceptos y lograr sinergias muy interesantes e integrales.

Dicen el refrán que “Nadie es profeta en su tierra” ¿Estás de acuerdo o no?

Yo creo que hay cierta verdad en eso porque cuando estás fuera de tu tierra descubres los valores que tienes y los maximizas. Porque aquí hay una gran competencia, ya no te enfrentas a tus pares mexicanos, aquí compites con gente de otros países. Por eso, cuando trabajas, sacas la potencialidad de tu personalidad, te sensibilizas más y demuestras que los mexicanos tenemos un valor maravilloso y que podemos proyectar nuestra mexicanidad. Y no lo digo como chorro, cuando nos acercamos somos cálidos, compartimos lo que tenemos para que otros lo disfruten y eso potencia nuestro trabajo y la sana competencia.

Dales un mensaje a los yucatecos emprendedores que quieran salir de la ciudad o del país para emprender

Los yucatecos somos muy apegados a nuestra tierra y tradiciones y hoy el mundo se ha globalizado mucho y eso hace que el nivel de comunicación con otros lugares y personas sea mucho mayor ahora porque las fronteras se rompen y el cambio es muy fuerte. Si buscas huir, la respuesta es “Mejor quédate”. No puedes huir de nada y primero tienes que resolver lo que te toque para poder salir. Otro tema fundamental es encontrar tu valor, en qué eres bueno y tener muy en claro tus metas antes de salir, saber en qué eres hábil. Si te quieres ir a un lugar donde el idioma es distinto al español, es mejor que lo aprendas antes, debes estudiar primero. Ah, y si vas a otro país, no te instales en una zona de confort, haz emprendimiento en tu mismo puesto de trabajo, esfuérzate y da lo mejor con honestidad para que descubran tu valor.

¿Te regresarías a Yucatán?

Sí me regresaría, pero ahora estoy en este momento de mi vida en que las oportunidades que tengo para desarrollar están aquí. Me gustaría regresar para apoyar a la gente joven a que rompa con ataduras y busque nuevas oportunidades de emprendimiento. Hay que pensar siempre qué podemos hacer para reinventarnos, agarrar la hoja escrita, romperla y hacer una historia nueva.- Cecilia García Olivieri.