Ya falta menos para volver a casa
Como parte del programa estatal “Cabecitas Blancas”, un grupo de 60 adultos mayores viajaron en febrero pasado a Estados Unidos a visitar a sus hijos que hacía años que no veían, pero la fecha de regreso se pospuso por la pandemia del coronavirus. Avelino Valle y María Isidra Ku, papás de Luis y José, nos cuentan cómo viven sus días en San José, California y hablan de su regreso, el 10 de agosto
María Isidra Ku se debate entre dos amores y la forma de contarlo es muy simple: Le pedimos que, del 1 al 10, nos contara cuántas ganas tiene de regresar a Yucatán y ella nos dice, sin dudar: “5”. “Ya hace casi medio año que no veo a mis hijos en México, pero también voy a extrañar a los que se quedan en Estados Unidos… Es como si se quedara la mitad de mí aquí con ellos”, dice, emocionada.
Desde febrero pasado y gracias al programa Cabecitas Blancas y a la ayuda económica de sus hijos, María Isidra y su esposo Avelino Valle hicieron realidad el sueño de volver a ver a sus niños ya hombres Luis y José después de casi 20 años… Y por la pandemia la estancia se prolongó casi medio año. Sin embargo y en menos de un mes ya regresarán a su natal Tahdziú. La fecha, confirmada por el Indemaya de regreso es el 10 de agosto próximo.
Hoy por la mañana pudimos hablar por teléfono con María Isidra, gracias al contacto de Luis, uno de sus hijos que radica hace casi dos décadas en California, Estados Unidos y fue uno de los que realizó los trámites para ver a sus papás otra vez. Como te informamos, el programa Cabecitas Blancas se realiza en entre el Gobierno del Estado y el Consulado de Estados Unidos y permite que residentes mexicanos ilegales puedan reencontrarse otra vez con sus familiares yucatecos. En este caso, el viaje sería por 40 días aproximadamente, pero por la pandemia se prolongó casi seis meses.
Te contábamos que hablamos con Isidra… Eran las 11 am en San José California y ella andaba de compras en auto con su esposo Avelino y su hermano Ángel, también residente en Estados Unidos. Amable y siempre con una sonrisa que de repente se vuelve carcajada sonora, Isidra nos cuenta que está muy bien con sus hijos en San José, California, que vive en la casa de José junto a su esposa Silvia y a su nietita Yasiry y que, aunque ya se acostumbró al ritmo de vida de Estados Unidos, extraña a sus hijos y a la gente de su natal Tahdziú.
“Estamos todos muy bien por aquí y ya es seguro que el 10 de agosto regresamos. Vamos a llegar a la noche y lo primero que haré será abrazar a mis hijas y a mi hijo, ellos nos irán a esperar y realmente los extraño mucho”, nos cuenta.
Sin embargo, su corazón de mamá se debate entre dos amores: Los hijos de acá y los hijos de allá pero nadie le quita lo bailado: haber estado casi medio año con José, Luis y sus familias, a quienes no veía hacía décadas.
Y otra cosa que seguramente extrañará de vivir en California, será la rutina que se armó día tras día con su familia en San José y que aquí nos cuenta:
“Yo me levanto como a los 8 am, igual que en mi pueblo. Aquí amanece fresco, pero después ya hace calor. Siempre desayuno con mi esposo, mi nuera Silvia y mi hijo y después de lavar los trastes, ya nos vamos un rato al patio a tomar el sol porque por lo de la pandemia no se puede salir a pasear. Gracias a Dios traje mi costura, así que me pongo a hacer mi hilo contado y punto de cruz”, detalla.
Hoy anda de compras con su hermano y su esposo casi al mediodía, pero nos cuenta que normalmente después de pasar un rato en el patio, comienzan a planear el almuerzo.
“Ayer hice escabeche de pollo y a todos les encantó. A mi nieta Yasiry le gusta mucho como cocino, aunque no está muy acostumbrada a la comida yucateca. Pero mi frijol colado con arroz es una de sus comidas favoritas”, relata, orgullosa.
Después de almorzar, Isidra cuenta que se queda un rato en el patio viendo jugar a su nieta hasta que llegan sus hijos de laborar y conviven todos juntos un rato antes de la cena.
“Normalmente acá cenamos tipo 7 u 8 pm y siempre algo liviano, tipo tortitas sencillas o quesadillas”, detalla.
También nos cuenta que a pesar de la cantidad de contagios que existen en Estados Unidos por el nuevo coronavirus, ellos se cuidan mucho y no conocen a nadie que padezca la enfermedad.
Y orgullosa, también relata que en su natal Tahdziú no existe hasta el momento ningún caso positivo de covid-19 (de los 100 municipios con contagios, su pueblo es de los seis casos de éxito en Yucatán, sin coronavirus). “Llamo a diario a mi familia y están todos bien. Tenga tres hijas y un hijo que nos esperan y ellos nos cuentan que no hay casos en el pueblo”, explica.
Como Isidra anda de compras, tampoco la podemos entretener demasiado. La mujer que se debate entre los amores de sus hijos en dos países distintos, se despide con una sonrisa enorme mezclada con risa y sumamente amable agradece el llamado y nos manda la foto que ilustra la nota, tomada en el estacionamiento del lugar donde fueron a hacer compras ella, su hermano Ángel y su esposo Avelino.
“Dios mediante el 10 de agosto a la noche llegamos a Yucatán. Lo primero que hará será abrazar a mis hijos y darle las gracias a Dios de que los que se quedan acá están sanos y de que ya regresamos otra vez al pueblo”, concluye.- Cecilia García Olivieri.