Una llamada tardía y una vida que cambió para bien y para siempre
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Sabe mucho de números, pero cuando le pregunto años, fechas y detalles numéricos previos, durante y posteriores a su trasplante de riñón, a Santiago Martín se le nubla la razón y todo se vuelve emoción y sentimiento. Porque puede decir y gritar que en 2016 tuve “una segunda oportunidad de vida” y hoy, en el Día Mundial del Trasplantado, este hombre joven de Umán y maestro de Matemáticas, nos comparte su historia. Pasen, lean y compartan:
Es licenciado en Educación con especialidad en Matemáticas, pero cuando tiene que sacar cuentas de edad, meses y años de una etapa difícil de su vida, todo se llena de emoción y el raciocinio se va por la ventana. Y no es para menos: en 2014 y cuando apenas salía de la adolescencia, Santiago se enfermó de un riñón, en 2015 empezó a dializarse y a esperar un riñón para ser trasplantado y, cuando tenía 22 años tuvo una segunda oportunidad en su vida. En 2016 Santiago Martín Ciau volvió a nacer.
Y para sacar las cuentas, este hombre joven usa los dedos, el corazón y agradece “Al de arriba” por los ángeles que la mandó para cuidarlo y sanarlo. Porque hoy, en el Día Mundial de Trasplantado, nadie mejor que él para contarnos su historia de vida. Sano y salvo, Santiago recibió hace casi seis años un riñón derecho de un donante cadavérico y la intervención estuvo a cargo de médico especialista Jorge Martínez Ullóa –titular del Centro Estatal de Trasplantes del Estado de Yucatán (Ceetry)-, en el Hospital O’Horán. Ese día fue un antes y un después para siempre.
Y hoy, desde su experiencia y testimonio, apoya a la institución en pláticas para crear conciencia de la importancia de donar órganos y salvar “Porque es un gran acto de dar amor y es la que necesitamos para que esta cultura no se pierda, crezca cada día más y para que más personas tengan una segunda oportunidad en la vida”, comparte.
No se pierdan esta plática, vale la pena ser leída y compartida:
Hoy es el Día Mundial del Trasplantado ¿Es un día común en tu vida o es distinto?
Es un día que nunca voy a olvidar… Es totalmente distinto y siempre lo tengo presente. Hoy me llegan muchas felicitaciones de médicos, capacitadores sobre donación de órganos y seres queridos por la segunda oportunidad que tuve en mi vida. Estoy muy contento y gracias al trasplante de riñón estoy haciendo una vida normal.
Antes de necesitar un trasplante ¿Cómo vivías esto de la donación de órganos y cuánto sabías al respecto?
No sabía nada. De hecho hasta cuando me enfermé no sabía sobre la donación y trasplante de órganos. Recuerdo que, a mitad de mi enfermedad, estaba internado y se acercó a mi cama una doctora con sus estudiantes (no recuerdo su nombre) y me platicó del doctor Jorge Martínez Ullóa y su labor en el Ceetry. A partir de ese momento recién me empecé a informar.
¿Cómo te cambió la vida el trasplante de riñón que recibiste?
Me cambio totalmente… Me enfermé de mi riñón derecho en 2014, en 2015 empecé a dializarme y en 2016 me trasplantaron. Ahora tengo mejor calidad de vida, tomo tres litros de agua por día, me cuido en las comidas con la sal y la grasa, no puedo beber alcohol y llevo una vida normal. También debo medicarme diario por el trasplante.
Fue adrenalínico recibir ese llamado del doctor Jorge Ullóa de que eras candidato para operarte y ser trasplantado… Por favor, recuérdanos esa experiencia que cambió tu vida
Había tomado una baja temporal en mi carrera por la enfermedad y decidí regresar, aunque no estaba bien de salud. Era mi primer día en clases y no atendí en teléfono. Cuando salí del salón, vi que tenía 20 llamadas perdidas del doctor Martínez Ullóa. Inmediatamente le marqué y me dijo: “Vente porque tenemos un riñón y hay que hacerte unos estudios”. Me fui corriendo al Hospital O’Horán… Pero cuando llegué fue una desilusión total…
¿Por qué?
Porque no era yo solo… Había como 10 personas esperando el mismo riñón y a todos nos debían hacer la prueba de compatibilidad. Cuando terminaron, nos mandaron a nuestras casas y antes el doctor nos dijo: “Si no les marco a la 1 am, quiere decir que no fueron compatibles para el trasplante de riñón”.
¿Qué pasó esa noche?
Fue la noche más larga de mi vida… Llegué a casa, comí temprano y liviano como nos indicó el doctor y me tiré en la hamaca a esperar. Me acosté boca abajo y dejé el celular en el piso. Entre los hilos de la hamaca lo miraba sin parar… Dieron la 1 am y no me llamó. Le dije a mi mamá: “Eso quiere decir que no soy compatible, tendré que estar otra vez más de un año en lista de espera”. Estaba destrozado.
¿Te dormiste?
¡Claro que no! Seguí boca abajo mirando el celular y pensando hasta que de pronto, a las 2:15 am, llegó la llamada del doctor Martínez Ullóa… Contesté inmediatamente y me dijo: “Santiago fuiste compatible, necesito que vengas ahora mismo porque hay que hacerte unos estudios antes de meterte en quirófano”. No lo podía creer…
¿Cómo viajaste de Umán al Horán?
Un vecino que es taxista estaba lavando su combi y le pedí que me llevara. A las 3 am estaba en el hospital, me hicieron los estudios, esperé unas horas y me metieron en el quirófano.
¿Qué te acuerdas de cuando despertaste?
Me acuerdo que desperté y estaba todo entumido y en terapia intensiva. Después me llevaron a un cuarto aislado y a las dos semanas me dieron de alta. El tema es que no podía salir de mi casa ni tener contacto con nadie por tres meses y así viví. Fue muy duro para mi estado anímico, me sentía bien físicamente pero estaba muy ansioso y a veces lloraba de desesperación. Ni a mis papás podía ver, ellos me dejaban la comida en la puerta del cuarto y eso era todo. Y yo ya no buscaba qué hacer… Eso fue muy duro pero cuando terminaron los tres meses fue un alivio y hoy mi vida es otra y normal.
¿Qué o quién es una persona trasplantada?
Es una persona bendecida porque tiene una segunda oportunidad, con un cambio radical y mejor calidad de vida. Y es también una persona que siempre estará agradecida con todo y todos los que lo ayudaron. “El de arriba” manda mucha gente que son ángeles para que te ayuden y a veces encuentras más apoyo de estas personas que no conocías que de tu familia.
¿Te parece que hay cultura de donación de órganos en Yucatán?
Sí, hay cultura. Con la licenciada tanatóloga Gaby Navarrete del Ceetry, participo en muchas pláticas, talleres y capacitaciones que ella da sobre donación y trasplantes de órganos. En estos espacios -que se dan en escuelas, hospitales y hasta en la calle-, yo doy mi testimonio. Y aunque hay gente que no estaba informada, al final se acercan a hacer muchas preguntas y a solicitar información, sobre todo quienes tienen parientes enfermos de insuficiencia renal, ya que en Yucatán hay muchos casos.
Dale un mensaje a la gente
A quienes están enfermos y necesitan un trasplante, les digo que no tengan miedo y se atiendan… Sin duda va a cambiar totalmente la calidad de vida que tienen ahora. Y a todas y todos les pido que tampoco tengan miedo de donar sus órganos porque es un gran acto de dar amor y es la que necesitamos para que esta cultura no se pierda, crezca cada día más y para que más personas tengan una segunda oportunidad en la vida.- Cecilia García Olivieri.