Una gran oportunidad
Columna: Butaca Alta
Por Roberto Acevedo
Todo parece indicar que el jugador del América, el ecuatoriano Renato Ibarra, incurrió en violencia familiar al golpear a su pareja, quien presenta un embarazo de al menos 10 semanas.
Esta situación derivó en la detención de Ibarra y varios miembros de su familia; quienes fueron puestos a disposición de las autoridades mexicanas para el deslinde de responsabilidades.
La noticia corrió como la pólvora en medio de las protestas en México por la violencia hacia las mujeres.
En un principio el jugador manifestó via Twitter que todo se trataba de un mal entendido e incluso el América se pronunció por guardar silencio hasta que las autoridades hablaran del caso.
Sin embargo, para tratarse de un mal entendido, el ecuatoriano Ibarra ya lleva muchos días detenido y como vaya pasando el tiempo al parecer su situación se complicaría más.
No es la primera vez que en un deporte profesional sale a la luz plúbica una situación de esta naturaleza. Ya en el pasado en deportes como el fútbol americano o básquetbol, han existido casos de violencia física hacia esposas o parejas de jugadores.
Afortunadamente con los recursos técnicos que existen ahora -como los teléfonos celulares y cámaras de seguridad en restaurantes o hoteles- cada vez es más difícil pasar desapercibido un acto violento.
En los Estados Unidos los equipos profesionales son muy tajantes en estos casos ya que ante la mínima sospecha de un caso de violencia de cualquier índole proceden a la separación del jugador para una investigación interna que por lo general acaba en despido.
En México aún existe la cultura de tratar de ocultar las cosas y más cuando está involucrado un artista o deportista con la premisa de proteger a la “estrella” en cuestión.
Ya empieza a circular la versión de que al no tener un sostén económico, la pareja de Renato Ibarra podría otorgar el perdón al jugador y con eso ayudarlo a librar por lo menos la cárcel.
Pero ante la gravedad del caso y más allá de un supuesto “perdón”, el equipo América y la Liga Mx tienen ante ellos la gran oportunidad de mandar un mensaje de cero tolerancia y dejar un precedente histórico dentro del fútbol mexicano.
Muchos dirán que se tiene que esperar hasta el final para ver en qué termina éste caso; y otros dirán que el América hará hasta lo imposible para salvar o proteger no solo al jugador, sino la inversión económica que él representa.
Los deportistas -en este caso los futbolistas- al ser figuras públicas tienen la obligación de llevar una vida ejemplar dentro y afuera de las canchas, ya que muchas veces son ídolos de niños que los toman como ejemplos de vida.
Nada justifica una agresión hacia una mujer, por eso desde aquí nos unimos para que la investigación sea clara y transparente, sin dar pie a especulaciones o dudas y ante todo impartir justicia para la o los afectados.
Y mientras tanto todo parece indicar que la agresión sí sucedió por parte del jugador.
Lo dicho: pasan los días y Renato Ibarra sigue en prisión.