“Un niño no quiere ‘quedar bien’ y hace los procesos fáciles de resolver”
Hablamos mucho de ellos, pero ¿hacemos lo suficiente? Si como adultos sufrimos una pérdida y nos enfrentamos a un duelo, podemos por pedir ayuda, acompañamiento. Ellos no, dependen de nosotros porque somos los que decidimos sobre los niños y adolescentes de nuestra familia. Otra forma de invisibilizar a los niños en pandemia es cuando nos referimos a la muerte de un ser querido y por eso esta plática con la psicoterapeuta y tanatóloga Reyna Gómora es imprescindible
En tiempos de covid-19 perdimos mucho, fuimos y somos voz y parte en diversos duelos. Afrontarlos y hacerlos partes de nuestras vidas adultas es un camino para transitar solos o con acompañamiento terapéutico. Sin embargo, los más chicos de la familia no pueden optar y dependerán de nosotros como adultos para ayudarlos a afrontar sus propias pérdidas y duelos ¿Los estamos visibilizando realmente al respecto?
Cada persona es un mundo y cada niño también porque “las pérdidas son individuales”, nos dice la psicoterapeuta y tanatóloga Reyna Gómora. Para la profesional, hoy día los niños y adolescentes no son visibilizados – en la mayoría de los casos- por los adultos en los procesos de duelos que les tocan vivir y ellos que son más chiquitos necesitan salir adelante e incorporar esas pérdidas a sus vidas para avanzar… Y seguir creciendo sanamente. Así serán mejores adultos en el futuro.
Para Reyna como tanatóloga, trabajar con niños es “maravilloso” porque son “muy ellos”, más auténticos, tienen menos obstáculos mentales y no ocultan información ni quieren quedar bien. Y son resilientes ante la adversidad en muchos casos. Por eso es fundamental que los visibilicemos poniéndonos en sus zapatos. No se pierdan esta entrevista:
Cuando hablamos de duelo nos clavamos normalmente en los adultos ¿Cómo viven los niños una pérdida?
La forma como vivimos las pérdidas son individuales, no podemos decir que todos respondemos de la misma manera porque tiene que ver con nuestra historia, contexto familiar y social. En el caso de los niños depende mucho de cómo reaccionan los adultos ante una pérdida. Y en muchas ocasiones los niños no son mirados, son ignorados y sufren lo que llamamos “duelos desautorizados”. Porque creemos que no se dan cuenta o no se van a enterar y así no tendrán problemas en el futuro. Y ese es un gran error.
En pandemia muchos chicos se quedaron huérfanos en México y en el mundo ¿Te parece que los estamos visibilizando al respecto?
No, no en la mayoría de los casos. Porque los adultos que están a cargo de los niños por el mismo duelo sufren depresión, están llenos de ansiedad y no pueden resolver sus propios procesos. Si los adultos no resuelven, los niños no serán respetados ni acompañados en los procesos que ellos mismos llevan. Los adultos que están acompañados por un especialista pueden elaborar su duelo y así visibilizar a los niños también.
¿Necesitan los chicos lo mismo que un adulto para afrontar un duelo? ¿Por qué?
No, de hecho entre los adultos no todos necesitan los mismo y cada niño tampoco. Hay que identificar necesidades individuales y hay que ver qué vínculo tenía la persona que murió para el niño. Hay que diferenciar que los niños deben ser vistos como personas con sus propias necesidades, creerles y atenderlos. Lo importante es saber identificar si yo como adulto estoy rebasado o no con la situación porque en estos casos es necesario pedir ayuda profesional para que acompañe a la familia, adultos y niños. Y reconocer, claro, la necesidad individual de cada quien en este proceso.
¿Cómo ayudarlos profesionalmente hablando?
Hay muchas técnicas y libros maravillosos para acompañar a los niños en un proceso de pérdida para que ellos se sientan identificados y permitan expresarse. En mi caso particular es muy fácil trabajar con niños porque son “muy ellos”, más auténticos, tienen menos obstáculos mentales y no ocultan información. Un niño no quiere “quedar bien” y hacen los procesos fáciles de resolver. Nada quita el dolor ni lo evita, pero sí se puede trabajar con ellos maravillosamente siempre y cuando haya respeto hacia sus necesidades y los niños se sientan libres de confiar para ayudarlos en sus procesos de duelo. Igual siempre se requiere de un adulto que en el contexto familiar pueda ayudar al niño. La familia tiene que ser parte de este proceso y participar activamente en el acompañamiento tanatológico de los niños.
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Más allá de la pérdida de un ser querido por la pandemia, los chicos también han perdido horas de juego, clases presenciales, amigos, domingos en el parque… ¿Se podrán sobreponer a todo esto?
Uffff… Algunos sí y otros no porque dependemos de muchas cosas. Algunos vivieron la pandemia en un ambiente familiar en el que se nutrieron y otros no. Y en este momento que para muchos chicos es de desarrollo cerebral y psicomotor, hay muchas actividades que están mermadas. Así que no sabemos cómo van a salir de casa porque dependerá de en qué tipo de hogar estén viviendo, uno productivo o uno destruido. Estaremos los profesionales atentos para ayudar a estos niños en sus diferentes duelos de pérdidas múltiples. Lo importante es saber que todos hemos perdido en esta etapa de la vida que nos toca vivir y necesitamos una mano solidaria que nos acompañe y hasta una tribu en la crianza de los niños. Eso no nos hace incapaces ni débiles, al contrario.
Más allá de la ayuda profesional ¿Cómo los podemos ayudar como progenitores o familia cercana?
Escucharlos y darles voz a los niños. Permitirles que se expresen con el tiempo que necesiten, no hay prisas. Y si cuando se expresan se emocionan, vale tomarlos de la mano, del hombro y mostrarles un gesto de acompañamiento para que sepan que aquí estamos para lo que necesiten, sin invadir su espacio para expresarse. Cuando los niños van a expresar una situación delicada, es normal que volteen a ver a los adultos de su confianza y dependerá del gesto que el adulto les regrese para que el niño se exprese o no. Tampoco debemos, como adultos, fingir lo que sentimos delante de los chicos y siempre hay que ponerle nombre a lo que sentimos: esto es miedo, esto es tristeza o enojo, dependerá del momento que estamos viviendo.
Dale un mensaje a los adultos que conviven con niños que han tenido pérdidas
Si como adulto no puedes, busca acompañamiento para ti y para tu niño en este proceso. La mayoría de los duelos no necesitan terapia, pero sí un acompañamiento para salir del evento de duelo y lograr así integrarlo como parte de tu vida.- Cecilia García Olivieri.