“Todo es ahora”
Columna Viernes Sudaca
Por @laflacadelamor
Estoy mirando una serie que me tiene en vilo. Se llama “Dark”, es alemana, de Netflix, tiene una sola temporada y ya casi la termino. Así que voy a cuentagotas, para estirar lo más posible el momento del descenlace. Y más aún porque una amiga me dijo que la segunda temporada viene lenta.
Dark, como su nombre en inglés lo dice, es oscura, muy. Transcurre en un pueblo -Winden- donde todos se conocen y los secretos están a la orden del día (pueblo chico-infierno grande, decimos en mi tierra). Desde los primeros segundos, Dark transmite tensión a diestra y siniestra, en la música, los paneos, la fotografía, las historias contadas a medias y que se van hilvanando a lo largo de la trama. El ritmo que lleva es excelente.
Y tiene otra particularidad maravillosa: Dark es como el clima. En la historia siempre está nublado, llueve y hace frío y así, como el tiempo, te llega cada escena, diálogo o suceso: siempre sin sol y con un tono un tanto desesperanzador. El final feliz parece una utopía.
¿De qué trata? Del tiempo. Comienza con la desaparación de un niño (luego desaparecen dos más) y transcurre en tres años: 2019, 1986 y 1953. Cada 33 años, en Winden, ocurre algo que parece desentrañable y que poco a poco se va develando, con un ritmo tremendo. Vas a escuchar hablar de una planta nuclear, de Chernobyl y del post-nazismo, además. Una locura todo.
Una voz en off en Dark, mientras transcurren escenas en tonos noir, lúgubres, descarnadas, sin filtros, se pregunta: “Si todo tiene un propósito: ¿Quién decide ese propósito? ¿Coincidencias? ¿Dios? ¿O somos nosotros mismos? ¿Realmente tenemos libre albedrío?”
No se imaginen que todo se clava en este rollo, para nada. Muchos comparan a Dark con Stranger Things y sí hay algunas similitudes, pero aunque Dark también transcurre en una parte en los 80’s, no es una historia contada “desde” niños-adolescentes, como la estadounidense. Es una historia más bien adulta, con niños que se hacen grandes, que tienen sexo, aman, se enferman, mueren y hasta matan.
La relación “Causa-efecto” está presente en todo momento, todo está conectado y si el pasado influye en el futuro, el futuro lo hace en el pasado. “No podemos decir cuál fue primero”, dice la voz en off.
Y a mí estos rollos -y más si están bien contados- me llenan de preguntas y me gusta un poco colgarme de una palmera y que la cabeza se me vaya un rato en elucubraciones.
¿Fuimos creados por Dios o somos producto de la evolución? ¿Todo comienza y termina o formamos parte de un ciclo eternamente recurrente? ¿Qué fue primero: el huevo o la gallina?
Pero mejor paro la moto. Y el capítulo 9 -el anteúltimo, qué nervios- se titula “Alles ist jetzt”, que significa “Todo es ahora”. Si existiera un agujero por el cual podría viajar en el tiempo, creo que iría de “voyeur” nomás… No sé si cambiaría algo ¿Ustedes qué harían?
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