“Tengo esperanzas en que las niñas y niños cambiarán el mundo para bien”
Cuando en una clase virtual los estudiantes de tercer año de primaria le contestaron a la maestra María Jesús Echeverría que las frutas y verduras venían de un supermercado y no de la tierra, la docente supo que urgía el proyecto “Manos a la Tierra” para enseñarles a los chicos cómo se cultiva en Yucatán. Y fue un éxito rotundo. Hoy la primaria Otilia López de Tizimín tiene a alumnos maravillados con la siembra y la cosecha y concursarán en “Somos el Cambio”, entérate:
Un día lejano de pandemia, la maestra María Jesus Echeverría les preguntó en clase virtual a sus alumnos de tercer año de la Escuela Primaria Otilia López de dónde venían las frutas y verduras y los chicos respondieron al unísono: “¡Del supermercado!”
Entonces la maestra volvió a preguntar: “Sí, ahí las compramos ¿Pero de dónde vienen?” Y los nenés contestaron, también al unísono: “¡De un supermercado más grande!” Desde ese instante, para María Jesús fue fundamental emprender el proyecto “Manos a la Tierra” y hoy, toda la primaria de Tizimín cosecha y cultiva en la escuelita y concursa también en la iniciativa nacional “Somos el Cambio” para impactar de manera positiva, sustentable y autosuficiente en la comunidad y aquí te compartimos todo.
De Somos el Cambio ya te platicamos varias veces: Es una institución que promueve en las escuelas mexicanas un “cambio” para vivir mejor y lo hacen a través de concursos en los que participan con proyectos los estudiantes, docentes y padres de familia de distintas instituciones educativas del país. Ya te contamos varias historias de escuelitas yucatecas que participaron en tiempos pasados y ahora visibilizamos la enorme y magnífica labor de estudiantes, docentes y mamás y papás de esta primaria de Tizimín.
En este caso particular, María Jesús lidera el proyecto “Manos a la Tierra” con la directora Delmy Martín Mena. Arrancaron en septiembre pasado cultivando hortalizas en el patio de la escuela entre maestros y padres de familia (los chicos todavía no iban a la escuela de manera presencial) y desde noviembre pasado “Manos a la Tierra” ya lo hacen entre todos.
“Con Manos a la Tierra buscamos el rescate de la milpa. Son cultivos que se pueden hacer en casa, se vuelven autosustentables y también se pueden vender: es un ingreso y una fuente de alimentación”, nos relata María Jesús.
La maestra también cuenta que se asesoraron con expertos de la milpa y con estudiantes y docentes de Ingeniería Agrónoma del Tecnológico de Tizimín para realizar el proyecto.
“Con ellos aprendimos qué tipo de cultivos podíamos hacer en la escuela, de qué semillas, en qué momentos especiales y también nos ayudaron a manejar la tierra. Todo lo realizamos con los alumnos (de primero a sexto año) y los huertos están en el patio de la escuela”, detalla la maestra.
También cuenta que el agua es de un pozo que tienen en la escuela y que la tierra es orgánica y todo lo consiguieron gracias a la ayuda del Ayuntamiento de Tizimín y de privados.
Los chicos sembraron rábano, cilantro, lechuga, betabel, zanahoria y calabaza. También están haciendo un semillero de maracuyá y ya tienen 60 plantitas germinadas.
El proyecto ya está listo para concursar con otras escuelitas mexicanas en Somos el Cambio. María Jesús hace hincapié en que Manos a la Tierra despertó la gratitud y el aprecio en los chicos por el cultivo y la cosecha, quedaron maravillados y ahora esperan que todo esto continúe.
“Tengo muchas esperanzas en que esta generación de niñas y niños va a cambiar el mundo para bien. En la escuelita vamos a seguir haciendo el cambio y, después de que la tierra descanse, volveremos a sembrar, volveremos a poner las manos en la tierra”, concluye, orgullosa y feliz.- Cecilia García Olivieri.
(En la imagen de portada, la maestra María Jesús con sus estudiantes).