Tenemos fecha
Columna Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
Lo que se venía cocinando desde hace mucho, al parecer ya es una realidad y para el 2023 habrá una Leagues Cup que involucre a todos los equipos, tanto de la MLS como de la Liga Mx.
Era bola cantada que ambas ligas buscaran la manera de aprovechar el inmenso mercado económico que existe entre los países involucrados ( México, Estados Unidos y Canadá).
Para nadie es un secreto que este proyecto está enfocado en crear una “rivalidad” entre equipos de ambas ligas con la intención de generar y atraer a miles de aficionados, principalmente mexicanos radicados en los Estados Unidos, que con tal de ver a su equipo favorito son capaces de pagar importantes cantidades de dinero.
Lo que se sabe hasta ahora es que se busca que durante todo un mes se realice este “nuevo” torneo, mismo que se hará durante el paro de actividades de ambas ligas.
Por lo pronto suena muy interesante lo que se sabe de esta idea, pero hay muchos detalles aún sin resolver, siendo uno de los más importantes la reacción que tendrán los jugadores con el aumento de partidos y lo que eso implica.
A diferencia de México y su Liga Mx, la MLS tiene un sindicato de jugadores con los que se tendrán que sentar a negociar las posibles nuevas condiciones de trabajo. Si bien es cierto que esto representaría mayores ingresos para todos, lo que es una realidad es que al tener más partidos los riesgos de lesiones crecerán en una cantidad importante.
Estamos hablando de un total de 48 equipos: 18 mexicanos y el resto norteamericanos, incluyendo a los canadienses que participan en MLS, con lo cual, aunque siguen sin decirlo de manera oficial, se estarían sentado las bases para lo que sería la Liga de Norteamérica.
Este paso puede parecer el experimento ideal para empezar a medir y probar lo que sería una de las ligas más poderosas, por el número de equipos y aficionados, en todo el mundo.
¿Se imaginan? Ya conformados en un bloque, los equipos norteamericanos, respaldados por una fuerte economía, podrían empezar a gestionar participaciones en torneos de otras confederaciones como por ejemplo tener actividad en la Copa Libertadores o la Champion League.
Suena muy aventurado, pero no descarten que una vez que se tengan la infraestructura y los recursos económicos, el siguiente paso sería internacionalizar los juegos en formato de competencia y no de amistosos.
También habría que detenernos a pensar en los beneficios que se tendría para todos los equipos del área al contar con mayores recursos económicos: mejores instalaciones, más profesionales, mejores centros de desarrollo de jugadores y tal ves el más interesante de todos, la posibilidad de que la Liga Norteamericana sea un imán para atraer a los mejores jugadores del mundo, con lo cual le competiría, de igual a igual, a las ligas europeas.
No hay que olvidar que si alguien sabe sacarle jugo a cualquier tipo de espectáculo son los norteamericanos, y no duden que con la experiencia que tienen en ligas como la NBA o NFL, este nuevo torneo va a proyectar al fútbol como nunca antes se había visto.
Obviamente, falta mucho para que la posible Liga de Norteamérica sea un referente, pero para llegar a serlo hay que dar los primeros pasos y falta poco para que eso suceda.