Adultos mayores y niños, cautivados por animales vivos en el Lucas de Gálvez
Por la entrada de la calle 56 te metes en un laberinto de olores, colores, texturas, frutas y verduras, cochinita y lechón, herramientas, filigrana, utensilios para cocinar, pláticas y gritos de ventas. Hasta que llegas a un punto del laberinto y las voces humanas se entrecruzan con ruiditos de aves……