“Somos padres por adopción por el papeleo legal, pero estos siempre han sido nuestros hijos”
De corazones que laten fuerte y a puro amor, de emociones, lágrimas, empatía, padres e hijos trata esta nota. Nancy Chan y Carlos Gutiérrez nos cuentan cómo se convirtieron hace un año en papás de dos hermanitos de seis y siete años y si pensabas que el proceso de adopción es algo lejano para ti, en esta entrevista buscamos que te acerques a él y lo abraces porque está más cerca de lo que te imaginas…
Los hijos ¿Nacen de la panza o del corazón? Si tenías dudas, Nancy Chan y Carlos Gutiérrez hoy nos dan la respuesta y es muy sencilla: nacen de ese órgano que tiene el tamaño del puño de tu mano, bombea sangre y vida y nos llena de emociones.
Ellos “parieron” hace un año a dos nenés –Elizabeth de siete y Arturo de seis años- que buscaron durante mucho tiempo por caminos que no conducían a ningún lado. Sin embargo sus hijos ya los estaban esperando desde hacía cuatro años: cuando este matrimonio unido y fuerte inició los trámites de adopción. Sus nenés del corazón “nacieron” justo para esas mismas fechas, cuando ingresaron al Caimede. “Somos padres por adopción por el papeleo legal, pero en realidad estos siempre han sido nuestros hijos”, dice Carlos, emocionado.
Anoche, mientras hablamos por teléfono con estos dos papás, Elizabeth y Arturo –ahora de ocho y siete años, respectivamente- están en su cuarto viendo la tele. La vida le dio un volantazo a este matrimonio de 14 años que, cansados del tedio de proceso de adopción, habían decidido seguir en familia los dos solos, renovando el amor que se juraron cuando se casaron. Pero las vueltas de la vida son inéditas, inciertas y maravillosas y un día llegó finalmente la noticia de que serían papás. Y el amor hoy desborda a esta familia linda.
El proceso de adopción en México es largo, tedioso y engorroso. Y desesperanzador, sobre todo. Pone a prueba muchas cosas, exige paciencia, constancia y aunque los proceso en los dos últimos años se agilizaron en Yucatán, todavía falta un largo camino por recorrer. “Nos hace falta mucha educación y cultura en lo que a adopción respecta. A los jóvenes les advierten sobre el embarazo, pero nunca les hablan de que si no pueden tener hijos, pueden adoptar. No existe esa educación ni en la primaria, secundaria, prepa o licenciatura y esa posibilidad existe, es una opción más y es necesario que lo veamos como algo normal”, nos cuenta Nancy.
Conozcan a esta familia hermosa que hoy celebra la vida y el amor y conozcamos más sobre la adopción para normalizarla y empatizar más con ella.
Defínanse en pocas palabras, como se fuera un tweet
Nancy: Soy una mujer fuerte, responsable, humana y con muchos ideales.
Carlos: Soy decisivo, fuerte, protector y empático.
Viajemos en el tiempo: Si les hablaban de adopción hace 15 años ¿Qué pensaban? ¿Cómo veían el proceso de adopción en México?
Carlos: Lo veía como algo bueno, engorroso y como una última opción para todo.
Nancy: Yo lo veía como algo de las telenovelas, casi casi, algo muy bonito, pero muy lejano a mí.
¿Cómo se conocieron Nancy y Carlos?
Nancy: En un grupo de la iglesia, en Cristo Rey. Nos caímos bien, fuimos amigos, misioneros y nos enamoramos. Ya llevamos 20 años juntos.
¿Qué cosas sienten que tienen como fortalezas en su matrimonio y cosas para trabajar?
Nancy: Como fortaleza, tenemos una muy buena comunicación, somos buenos amigos, nos amamos mucho y tratamos de ser muy objetivos, que es complicado, pero lo hemos aprendido. Para mejorar, creo que nos falta más organización en nuestra vida familiar.
Carlos: Además de la comunicación como fortaleza, hemos logrado la empatía de uno por el otro. No tenemos que hablarnos a veces para saber lo que necesita el otro para salir adelante, tanto ella hacia mí como yo hacia ella. Para trabajar, coincido con Nancy: si pudiéramos estar más organizados, le sacaríamos más jugo a nuestro tiempo.
Cuenten un poquito cómo fue el proceso de adopción que vivieron
Carlos: Desde mi punto de vista fue un poco engorroso, pero a la distancia lo veo como necesario. Comenzamos el proceso de adopción hace cuatro años y es algo tardado… Empieza con pláticas que nos ayudaron muchísimo durante el proceso. Después viene la espera para una asignación y una vez que llega ese momento, llegó el tiempo de conocerlos, saber quiénes son y cómo son tus hijos y esa es la parte más bonita: las visitas, salir a pasear juntos, sorprendernos mutualmente. Después de las visitas, los niños comenzaron a quedarse en casa –primero los fines de semana y luego aumentaron los días en la semana-. Luego ya se quedaban en casa y sólo iban al Caimede a terminar el proceso. De las partes más bonitas que viví, recuerdo cuando te dan la noticia, cuando los conoces por primera vez y cuando comenzamos a hablar claramente de que “somos familia”.
Nancy: Coincido con Carlos en todo. De un proceso de cuatro años, el 2 de septiembre de 2019 ya se quedaron para siempre con nosotros y todo estaba preparado en casa para recibirlos.
¿Qué fue lo más fuerte de recibir la noticia de que la adopción se había completado?
Carlos: Lo más fuerte es el encontronazo de emociones que sientes. Nosotros días antes habíamos hablado de que creíamos que así estábamos bien, que ya nos habíamos acostumbrado a estar solos, que ya no era una necesidad para nuestra familia adoptar porque hacía años que estábamos en el proceso y no pasaba nada. Entonces, sólo unos días después, llegó la noticia y fue una emoción muy grande: No era lo que esperaba en ese momento, pero sí lo que necesitaba. Fue una inyección de emociones de algo que siempre quisimos pero ya nos habíamos hecho a la idea de que no iba a suceder. Y te llega la noticia y guaauuuuu… Fue de lo más fuerte y hermoso.
Nancy: Unos días antes de saber que Elizabeth y Arturo serían nuestros hijos, habíamos cumplido un aniversario de nuestra boda por civil y ese día recordamos porqué nos casamos: que fue por amor y no por los hijos…. Y unos días después nos dan la hermosa noticia de una forma muy especial: Llegó personal de Prodemefa a casa con una caja y nos dijeron: “Ábranla, ahí está la respuesta a todas sus decisiones”. Había una computadora y desde ahí nos comunicamos con Elizabeth y Arturo, los vimos y escuchamos sus voces… Fue algo muy emocionante y hermoso, llorábamos de felicidad…. Igual fue muy emocionante cuando compartimos la noticia con nuestros padres, quienes estaban igual de emocionados que nosotros.
¿Cómo fue ser papás de niños de 6 y 7 años?
Carlos: La verdad al principio fue difícil, pero es algo que no estoy dispuesto a cambiar. Siempre le digo a mi esposa cuando nos topamos con una situación complicada: “Ten en cuenta que nosotros deberíamos de tener ocho años más de experiencia que no tenemos” y así vamos aprendiendo a vivir en familia. En lo personal lo más difícil de ser papá de dos niños de seis y siete años, fue darme cuenta que ellos son tu responsabilidad literal, que debes bajarte a su edad de golpe para entender muchas cosas y sinceramente no cambio esto por nada. Ver la sonrisa de mi hija y las carcajadas de Arturo… Sentir el amor que te tienen y que tú les puedes expresar es algo hermoso.
Nancy: estábamos muy acostumbrados a estar solos, éramos la eterna pareja de novios sin tantos problemas y nos acoplábamos perfecto… Y de repente fue un cambio de vida total y nos dimos cuenta que permitirse cambiar y aprender es lo que vale la pena. Hubo momentos cuando ya se dormían que lloraba y pensaba que no era buena mamá, pero nos damos cuenta que estamos aprendiendo. Es muy bonito e impresionante ver cómo crecen, ver los gestos y palabras que dicen, es algo hermoso ver lo grandes, educados que están y lo fuertes y unidos que nos vemos los cuatro.
Los niños adoptados tienen cosas de sus papás adoptivos ¿Qué cosas tienen sus hijos de ustedes?
Carlos: En las pláticas del proceso de adopción nos enseñan que cuando ves a una pareja con su hijo o hija en la plaza, caminan igual, tienen los mismos gestos y ademanes y eso indica que son una familia completamente realizada. Y por alguna razón las personas siempre les encuentran semejanzas a los padres e hijos… Y nos pasa que a dos o tres meses de que ya estuvimos todos juntos en familia, las personas que no nos conocen ni sospechan que somos padres en adopción, ni lo piensan. Los hijos te imitan los gestos, palabras, las formas en que mueves los ojos, las muecas que haces, tu forma de caminar… Eso indica que ya somos familia.
Cuenten cómo les sirvió a ustedes el confinamiento de pandemia en lo que respecta a paternidad
Carlos: Sí, realmente este confinamiento nos ayudó muchísimo a afianzar y reforzar lazos. Como decía antes, la desventaja que tenemos nosotros es que es muy difícil recuperar ocho años de vínculo, cariño y apapacho que no estuvimos con Arturo y Elizabeth. Por eso, este tiempo de pandemia, en el que mi esposa por ser profesora se puede quedar en casa y yo hago homeoffice, nos dio todo el tiempo para apapachar, vigilar y educar más.
Nancy: Si platicas ahora con Arturo, te dirá que “cuando era pequeño yo le cantaba”, y así es como ellos sienten que pasa el tiempo. Para ellos esta pandemia ha ocasionado un vínculo más fuerte y sienten que estamos juntos de toda la vida. El 2 de septiembre cumplimos un año juntos los cuatro y ellos sienten que hace más tiempo. Están contentos en la casa, corren, juegan, se sienten libres, brincan todo el día… La pandemia sin duda nos unió mucho más.
Ya les preguntamos hace 15 años cómo veían el proceso de adopción ¿Y ahora que la familia se agrandó?
Carlos: Yo lo sigo viendo como un proceso engorroso pero necesario, sobre todo los cursos y pláticas que tomamos son muy buenos y nos ayudaron, pero los tiempos son tremendos. Fueron cuatro años de espera y nos dimos cuenta que, comparados con otras parejas, nosotros teníamos menos tiempo esperando… Es impresionante. Sin embargo, vale la pena cuando te das cuenta del resultado, de lo bonito que es esto.
Nancy: Nos hace falta mucha educación y cultura en lo que a adopción respecta. A los jóvenes les advierten sobre el embarazo, pero nunca les hablan de que si no pueden tener hijos, pueden adoptar. No existe esa educación ni en la primaria, secundaria, prepa o licenciatura y esa posibilidad existe, es una opción más y es necesario que lo veamos como algo normal. Soy maestra de secundaria y ahora manejo esta información en mis grupos para que estén informados y aprendan. La adopción es normal y necesaria, los niños en adopción son un sector de la población necesitada que requieren un hogar, una familia.
¿Los hijos nacen de la panza o del corazón de los papás?
Nancy: Del corazón, definitivamente, porque te enamoras de ellos y cuando te dan la noticia de que la adopción se concretó, sientes alegría, sorpresa, ansiedad y tienes miedo también… Pero te vas enamorando de sus movimientos, su sonrisa… Y cuando te dicen que te aman ya no hay marcha atrás y no importa nada más. Siempre les decimos a los hijos: “No importa lo que ustedes hagan o digan, los vamos a amar siempre” y eso los hace sentir más parte de esta familia.
Carlos: Nacen del corazón. Siempre les digo a Arturo y a Elizabeth que nuestros hijos nacieron hace cuatro años, que ese tiempo tardamos en buscar a nuestro Arturo y a nuestra Elizabeth porque ellos siempre han sido nuestros hijos, pero los estábamos buscando en el lugar equivocado: en médicos y tratamientos, pero ahí no estaban, habían nacido hace cuatro años y lo más increíble es que estos dos hermanitos llegaron al Caimede justo cuando nosotros empezamos en todo esto del proceso de adopción. Siento que no es una casualidad, somos padres por adopción por el papeleo legal, pero en realidad estos siempre han sido nuestros hijos.
Den un mensaje a los papás que esperan adoptar
Carlos: A aquellas personas que piensan o están buscando la opción de adoptar, inténtenlo porque la maternidad o paternidad por vía biológica no es la única opción para formar una familia y realmente es una opción muy bonita e interesante. Ellos te dan todo lo que necesitas para enamorarte, todo vale la pena. Si piensas en lo superhéroes, ninguno tenía padres biológicos, todos tuvieron padres en adopción que los acogieron y los amaron y esta es una oportunidad de criar hijos que quizás no sean superhéroes, pero sí personas exitosas y felices.
Nancy: A todos esos papacitos les digo que se den la oportunidad de amar y ser amados porque no se pueden ni imaginar todo lo que te dan estos niños. Recuerdo que un día llegamos a una visita y hablamos con ellos y les dijimos que queríamos ser sus papás y los dos brincaban de alegría. Cuando los despedimos en el Caimede, Arturito se fue sin saludarme y de repente veo que regresa con todos los niños que nos gritaban: “¡Son los papás de Arturo, son los papás de Arturo!” Es impresionante porque te das cuenta que todo valió la pena, que este era el momento ideal para formar una familia, que tienes que vivir lo que viviste para encontrar estos grandes amores. Dénse la oportunidad, háganlo si realmente quieren una familia que los quiera como familia.- Cecilia García Olivieri.
Carlos y Nancy, personas extraordinarias, ejemplo de amor, felices por los 4, son una familia admirable
Gracias por comentar, Cinthia 🙂
Hermosa historia con los personajes más buenos, humanos y de gran corazón!!
Gracias por comentar!!! 🙂
Dios ilumina de muchas maneras y en ellos existe parte de esa luz que ahora avivan como una familia llena de amor. Felicidades
Gracias por tu comentario!!! 🙂
Que gusto conocer historias.como esta, que demuestran el.lado humano de las personas, que tanta falta nos hace conocer hoy en día. Felicidades a los cuatro Dios los bendiga
Gracias por tu comentario, Yeni!!!
Sin duda alguna son hijos del corazon de Nancy y Carlos, bendecidos Elizabet y Arturo por tan extraordinarios padres, y me parece que los tiempos de dios son perfectos,! Estoy de acuerdo en que la adopción deberia ser parte de una cultura en estos tiempos!!
Gracias por comentar, Ana Rosa 🙂
Muchos ven como “engorroso” el trámite, “que debería ser gratis”. Cuando hay deseo de convertirte en papá, sabes que tiene un “costo”: alimentación de la mamá, gastos médicos de ginecología, el parto, medicamentos, ropa de maternidad…etc,etc,etc. Así que, el costo monetario que tiene una espera por adopción no es diferente al costo por embarazo; cuando es por amor. Las inquietudes, las dudas.. creo que al final son parecidas, si no es que iguales, que que aunque por embarazo nace de tí es una personita independiente, con su propio “chip”; al que tendrás que ir conociendo y aprendiendo a amar. Gracias por compartir ésta historia, genera esperanza en muchas parejas.
Hermoso mensaje, Laura. Gracias por compartir.