No salió de Tik Tok ni es millennial, pero su voz y forma de pensar se viralizó en un abrir y cerrar de ojos. Se llama Ana Rosa Cuevas, tiene 73 años, es yucateca, habla aporreadísimo y no tiene ningún drama en decir lo que piensa sobre política, la figura del presidente, los diputados y las próximas elecciones. Sus audios por Whatsapp se escuchan por todo México y algunas partes del mundo ¿Todavía no la conoces? Aquí te la presentamos:

De una honestidad brutal tremenda, histriónica, burlona, tajante, directa, pero sobre todo real, Ana Rosa Cuevas Espinosa produce adrenalina cuando uno la escucha. Con su tono aporreadísimo yucateco, Anita no tiene pelos en la lengua y lo que mandó por Whatsapp a su grupo de 10 amigas, produjo fuego y se viralizó ¿No lo escuchaste todavía?

Ana es meridana, tiene 73 años, es divorciada, tuvo cuatro hijos que le dieron seis nietos e incendió todo con unos audios que le mandó a sus amigas sobre política, en los que habla de las próximas elecciones, fundamenta claramente porqué aborrece la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, informa y se manifiesta en contra del paquete fiscal que el ejecutivo envió a Diputados y les suplica a sus amigas que hablen con sus hijos y nietos de política porque urge una oposición. “Hay que quitarle el control a Morena, no estemos pendejeando”, remarca en uno de los audios.

Cuando esta mujer sincera y sin afiliaciones políticas –dice- habla en los audios, sientes que te habla y ahí es donde se genera esta empatía viralizada que traspasó fronteras y hasta la llevó a CDMX el fin de semana pasado, invitada a la manifestación que realiza el movimiento FRENAAA (Frente Nacional Anti Amlo) en la capital del país.

Decíamos que Anita no tiene pelos en la lengua y lo dice así: “Nací sin miedo, vivo sin miedo y voy a morir sin miedo”. Trata a los legisladores de “Tremendas ratas”, dice que a AMLO “Le quedó grande la yegua”, se refiere a los diputados de Morena como los “40 ladrones de Alí Babá” y le exige al presidente que “deje de pendejear en las mañaneras, se ponga un cubrebocas y dé el ejemplo”. Para Ana las muertes por covid-19 son motivo suficiente para juzgar a “Los dos López” (Obrador y Hugo López Gatell, subsecretario de Salud) en un juicio de lesa humanidad.

Y le habla sobre todo a las mujeres en los audios. “Somos las que llevamos las riendas de la casa y aunque dejamos que el hombre crea que nos maneja ¡Para nada!, cuando ellos van, nosotras ya fuimos y volvimos mil veces”, dice. Y agrega “Mujer, sabes que vas por la Patria para defender el bien común por Un México mejor”.

Hoy platicamos con ella. Aquí te la presentamos y te compartimos un audio y un vídeo. No te lo pierdas, es probable que Anita te caiga muy bien.

¿Quién eres? Defínete en pocas palabras.

Soy Ana Rosa Cuevas, una mujer común y corriente, apasionada con la vida y que se enfrenta a todo lo que le venga. Tenía una academia de ballet, ahora estoy retirada y escribo.

Mandaste el audio a un grupo de Whatsapp de amigas que se viralizó ¿Cuándo empezó esto? ¿Quiénes son ellas y por qué nos llegó a todos?

En mi grupo de amigas de Whatsapp somos 10 y nos conocemos desde el kínder en el Teresiano. Ellas me dicen “Ana Merkel” (por Ángela Merkel, canciller de Alemania) porque ellas no ven noticias porque se deprimen y yo les cuento lo que pasa. Les mando audio y les digo “Niñas, está pasando esto o aquello”. Al principio les escribía, pero se me cansó el dedito y les empecé a mandar audios. Pero una me “traicionó” (se ríe) porque sacó el audio de grupo y ahí armó el relajo y empezó la presión para mí. Esto pasó hace como un mes.

¿Por qué la presión?

Porque el audio viajó por el mundo… Lo recibió una prima mía de Tijuana, la madre Rosaura que está en Roma, hasta me lo reenviaron de Argentina… Y como yo no me presento en el audio con mi nombre porque le estoy hablando a mis amigas de siempre, todos me preguntaban si era yo y me decían que les encantaba lo que había dicho, cómo lo había explicado todo (el primer audio es sobre las próximas elecciones en México y la necesidad imperiosa de tomar conciencia para cambiar al país) y si iba a hacer más audios… Y ahí me encontré ante dos opciones.

¿Cuáles?

Parar todo esto o permitir que siga corriendo, presentarme en un próximo audio y echarme la culpa del primero y así lo hice. El segundo fue sobre la reforma fiscal que se envió al Congreso y el último, del 15 de septiembre, fue más personal: por la canción “A mi manera” que me envió un amigo, reflexioné sobre mí y mi México lindo. Fue un audio distinto.

Es claro en tus audios que no simpatizas con Morena ni con la gestión de AMLO ¿Militas en algún otro partido político?

No milito ni nunca he militado en ningún partido político.

Acabas de regresar de CDMX invitada por FRENAAA (Frente Nacional Anti AMLO) para participar de la manifestación que pide la renuncia del presidente ¿Por qué te invitaron?

Me invitaron porque se filtraron los audios y la gente de FRENAAA los recibió. Y Lozano (Gilberto, promotor del movimiento) preguntó “Quién es esa yucateca y si alguien la conoce”. Me contactaron para ir a CDMX pero de plano les dije que no, que por la pandemia no salgo hace seis meses… Pero me volvieron a llamar y me dijeron que ellos me llevaban a CDMX con toda la protección y seguridad y entonces accedí. Y me pagaron todo: desde el viaje de mi casa al aeropuerto, avión, hotel, comidas, viáticos y después me depositaron de nuevo en mi casa. Estuve del viernes al domingo allá y ahora, por prescripción médica, estoy haciendo cuarentena por 14 días.

¿Cómo te fue? ¿Cómo te sentiste de hablar delante de tanta gente?

Nunca lo había hecho, excepto cuando estaba en un grupo de Acción Católica y le hablaba a jóvenes, pero de política nada… Yo nunca estuve involucrada en política, sólo me interesa de siempre mi país y una mujer que me motivó mucho fue doña Carmen Robleda de Solís, gracias a quien tenemos agua potable en Yucatán.

¿Cómo fue el momento de agarrar el megáfono y hablar?

Ahí te va: íbamos a ir al Zócalo y yo iba a dar un discurso, pero la policía no lo permitió. Entonces me quedé en el hotel y vino una persona de la manifestación diciendo que la gente preguntaba por la yucateca, que dónde estaba, que cuándo iba a venir. Como me dijeron que la cosa estaba calmada, accedí a ir. Estuve muy protegida y aunque la policía nos empujó, subí al entarimado y hablé, pero no fue nada preparado, fue totalmente distinto a lo que pensaba decir. Cuando sentí la fuerza de la gente presente, se me nubló todo y sólo supe lo que dije cuando más tarde me mostraron el vídeo.

“Hay que ser oposición”, dices en tus audios Pero ¿Qué oposición? ¿A qué precio? ¿Quién te gustaría que fuera oposición?

30 millones de mexicanos le dieron el poder a él (AMLO), se le dio el país en bandeja de plata y al punto que estamos ahorita, no veo que haya hecho nada bueno porque estamos en la ruina. Ahorita no hay oposición, así que no te lo puedo decir. Pero lo que sí veo es que hay que reaccionar porque está todo mal: la economía, la salud, la seguridad… Ya no hay Seguro Popular ni estancias infantiles, este hombre está borrando todo.  Y en las mañaneras l o único que hace es ridiculizar a los que no piensan como él, estamos re mal ¿Quién va a venir? Eso no lo sé, pero lo veremos sobre la marcha.

Le mandas los mensajes a las mujeres y sobre todo a las que tienen hijos para que les enseñen y si no aprenden, “Que les sorrajen la madre”, dices ¿Sientes que falta en México interés de los hijos, de la juventud por la política?

Claro que les falta interés en la política y tienen la culpa las mismas familias porque los hemos consentido y mimado mucho a nuestros hijos y nietos. No les interesa la política y sólo se interesan en su rollo y por eso tenemos que hacer algo por esa juventud acomodaticia.

Haces una reflexión en uno de tus audios sobre la tercera edad, lo que esperabas en este momento de tu vida y lo que te toca vivir…  ¿Cómo cambia esto?

Mi mamá Carmelita Espinosa sacó un disco de boleros a los 82 años y ella me enseñó que la edad no importa y que mientras tengas vida y el de arriba no te corte el cordón, sigues haciendo cosas. Nunca hay que arrinconarse, hay que vivir. El problema es que con este gobierno, la gente de la tercera edad en situación vulnerable es utilizada. Les dan como si fuera un regalo, cuando en realidad lo que reciben es de los impuestos que todos pagamos, nada es gratis. AMLO abusa de la gente, cuando el Estado tiene la obligación de ver por ellos y si no lo hace es ir en contra de los fundamentos del estado de derecho. Él (AMLO) está arrasando con los más vulnerables y si llegamos hasta acá es porque la ciudadanía está harta. Yo no voté por él, pero no sabes cómo me gustaría estar equivocada y decir que a México le está yendo bien.

¿Te sientes famosa? ¿Vas a seguir con los mensajes?

(Se ríe) No me siento famosa, soy “equis”. Soy muy consciente de dónde vengo, soy católica pero no soy mocha. Hay que dejar de ser cucaracha de la iglesia, salir y hacer cosas. Y sí voy a seguir con los mensajes pero ya me cambié el chip y ahora como sé que me escuchará más gente, trataré de hablar con más respeto. Y si me pongo brava, lo haré pero con otras palabras… Aunque a la hora seguro sorrajo madres (se ríe). Voy a mandarle los mensajes a mis amigas, a otras gentes que ya me los pidieron y que hagan lo que les de su gana. Siento que tengo un deber social y por eso estoy en esta jugada. No soy miedosa ni collona.

¿Te gustaría ser candidata de algún partido político?

No, no, no, no, para nada… Yo no quiero que nadie me encasille ni que me digan qué tengo que decir. Voy a ser como soy y si necesito mentar madres lo haré también.

Danos un mensaje

Pues tienes que vivir su vida con pasión, porque si no lo haces, no sé qué estás haciendo acá. Y a los políticos les pido que se pongan las pilas, porque hace mucha falta gente en política con valores universales, ética, empatía y muchas otras cosas. E insisto que somos lo que somos porque lo mamamos en nuestras casas. López Obrador no puede ser alguien más que él… Y todo lo que toca está mal. Cuando termines tu vida, lo único que tenías que ser es tú mismo. Punto y se acabó. – Cecilia García Olivieri.