“Si se llaman ‘humanistas’, que empaticen con la realidad que vivimos”
Frustradas pero no vencidas… Alrededor de 40 estudiantes mujeres de la Universidad Anáhuac Mayab se manifestaron hoy en las instalaciones de la casa de estudios para demostrar que sororidad son todas y para que la universidad genere las facilidades para que las alumnas que tengan evidencias de los 1,280 usuarios del chat de Telegram que compartía SIN SUS CONSENTIMIENTOS fotos, vídeos y opiniones puedan acercarse a la institución para brindarlas. Ojalá sean escuchadas:
La frustración es una de las respuestas emocionales más difíciles y que pueden incapacitar mentalmente. Trae consigo tristeza, decepción y desilusión ante una imposibilidad. Sin embargo, ellas no bajan los brazos y esperan respuestas, acciones, empatía, solidaridad y, sobre todo, que esta frustración que sienten ahora se vaya volando.
Son alrededor de 40 estudiantes mujeres de la Universidad Anáhuac que hoy se manifestaron en las instalaciones de la casa de estudios. Fundada en 1984, esta es la primera vez que un grupo de mujeres se reúne y levanta la voz. Y si pensabas que era más fácil hacerlo afuera de la universidad, te cuento que no y así nos lo cuenta “A,”, una de las manifestantes que prefiere no dar su nombre y respetamos totalmente su punto de vista:
“Nos manifestamos adentro porque es como meterse en la boca del lobo, es un signo de valentía ante lo que está sucediendo en la misma comunidad universitaria. Hacerla adentro va a generar más ruido que si la hacíamos afuera”, asegura.
“A” estudia en la Unimayab y hoy se unió con sus compañeras para levantar la voz bajo la bandera “NO HAY EXCUSA PARA ENCUBRIR AL QUE ABUSA”. Las chicas invitaron a toda la comunidad de mujeres, sólo fueron 40, y para ellas es un gran avance.
Las chicas se reunieron hoy para levantar la voz por un grupo de Telegram (que existe hace tiempo, no es nuevo) donde estudiantes no sólo de la Unimayab (también había de la Marista, el Tecnológico y la Modelo, nos aclara A) rolaban fotos o vídeos de chicas de la universidad con contenido erótico o sexual SIN SU CONSENTIMIENTO. Pero no sólo eso y esto es noticia: los estudiantes del grupo de Telegram entraban a cuentas privadas de IG de las chicas y compartían sus fotos para contar si habían tenido sexo con ellas, cómo les fue, cómo eran las chicas en todas las índoles, cómo abordarlas, engañarlas, etc… Todo esto, como sabes, es un delito y es penado gracias a la existencia de la Ley Olimpia.
Hoy pudimos platicar con A. para que nos cuente cómo se siente ella y sus compañeras, con el entorno y que se viene. Pasen y lean:
¿Cómo es la universidad donde estudias?
Es privada, católica, con un plan de estudios sumamente estricto y encaminado a una forma de pensar que rige a toda la institución. En cierta forma nos tienen atadas de manos y hasta normalizamos ciertas actitudes de compañeros, profesores e incluso de directivos y personal de la universidad y no es fácil. Sin embargo, hicimos hoy la primera manifestación y eso es síntoma de algo bueno.
Primero y ante todo ¿Cómo te sientes? ¿Qué se siente? ¿Lo puedes poner en palabras?
Yo no viví este tipo de experiencia de violencia digital, sin embargo me siento totalmente frustrada y es un sentimiento generalizado. Porque la universidad no está tomando cartas en el asunto, porque el profesorado no toca el tema ocurrido ni está capacitado para hacerlo, porque no nos han informado qué es Defensoría Anáhuac, ni cómo podemos denunciar, ni cómo acudir a un grupo de asesoramiento legal… Y no vemos que haya la más mínima intensión de que esto ocurra de la mejor manera para todas. Como una empresa privada, la universidad quiere salir con la mayor comodidad y el menor escándalo de todo esto y que no se genere ruido. Y la Anáhuac tiene una fuerza de marketing y de comunicación en la que invierten muchísimo y no la están usando para brindar seguridad al alumnado. Si se llaman humanistas, que hablen, que digan, que empaticen con la realidad que vivimos porque son alumnas de su universidad y ahí te das cuenta que el interés no es genuino.
¿Qué pasó exactamente?
En la universidad existen dos grupos de colectivas feministas que funcionan discretamente pero que se mueven. Y así nos enteramos de la existencia de este chat de Telegram donde entraban sólo por invitación y que llegó a tener 1,280 usuarios. Cuando nos enteramos, ya sólo quedaban 600 y luego 300. Como la universidad no tiene protocolos al respecto y la denuncia fue sólo social, se fueron saliendo del grupo. Allí se compartían más de 3 mil fotos y vídeos entre alumnos de la Unimayab, Universidad Marista, Tecnológico y Universidad Modelo. Y lo que pudimos detectar es que también tomaban fotos de tu Instagram y las compartían hablando de esa persona, dando tips para acostarse con ella, cómo abusarlas y engañarlas. Era un espacio de tráfico de imágenes, vídeos y opiniones.
¿Cómo funciona ante esto el entorno universitario?
A la fecha no hay protocolos ni políticas por parte de la universidad hacia las alumnas y alumnos para avanzar con la investigación. Hay profesores que ni siquiera saben lo que está pasando y no están capacitados en perspectiva de género ni mucho menos hablan de lo ocurrido en sus clases, con los estudiantes. Además, hoy en la protesta, veíamos como personal de la universidad nos tomaba fotos y hasta nos filmaba mientras nos manifestábamos.
En el manifiesto que hizo la Anáhuac dijeron que iban a expulsar a los alumnos involucrados ¿Hay alguna novedad al respecto?
Por el momento no hay novedades. Es fácil decirlo y publicarlo, pero no hay acciones por ahora.
¿Sabes cómo han reaccionado los padres de familia de las víctimas expuestas en el chat?
Es impresionante cómo no ha habido hasta el momento un grupo de padres de familia que salga a apoyar a sus hijas. En el IG de Sororidad Anáhuac había comentarios de papás y mamás pero dieron de baja la cuenta, probablemente las chicas lo hicieron aconsejadas por la misma universidad. El resto del entorno tenemos que seguir hablando de lo que pasó e incentivar a las chicas a que denuncien, porque en estos casos de delito cibernético deben denunciar las víctimas. La colectiva “No somos una, somos todas” ya nos ofreció asesoramiento legal y Olimpia Coral (gracias a ella se creó la Ley Olimpia) también nos apoya.
¿Qué buscan con la manifestación de hoy?
Buscamos demostrar que sororidad no significa unas pocas, sino que somas todas. Y que la universidad genere las facilidades para que las alumnas que tengan evidencias de estos 1,280 usuarios del chat de Telegram, puedan acercarse a la institución para brindarla. Esperamos que generen una ruta de interés en el tema para que la universidad sea un espacio seguro para todas y todos para alzar la voz. Que nos cuiden y nos protejan y que el comunicado no sea sólo para fuera, también para adentro de la institución.
¿Qué sigue?
Seguir generando acciones en la universidad y la idea es manifestarnos afuera de la institución, con el apoyo de otras colectivas. Hacerlo adentro hoy fue meterse en la boca del lobo y es un signo de valentía porque todo sucedió en la comunidad universitaria y aquí estamos, aquí nos manifestamos.- Cecilia García Olivieri.