“Si querés llorar, llorá”
Domingo Sudaca
Por @LaFlacadelAmor
(Nota: el título es una frase típica de un talk show argentino conducido y dicha en reiteradas oportunidades por la ex vedette argentina Moria Casán)
Para mantener la salud física en pandemia, todos sabemos que tenemos que lavarnos las manos, mantener la sana distancia, usar cubrebocas y salir poco de casa. Sin embargo no sabemos cómo proteger nuestra salud mental, a un año del confinamiento que nos causa el nuevo coronavirus. Estamos en el horno.
En la Universidad de Yale este mes brindaron una versión gratuita de un curso que se llama “La Ciencia del Bienestar” y se matricularon 3,3 millones de personas para estas “Clases de felicidad”. Fue un éxito rotundo.
En las clases, los docentes le pidieron a los alumnos, entre otras cosas, que hagan un registro de sus patrones de sueño, lleven un diario de gratitud, realicen actos aleatorios de bondad y tomen nota de si con el tiempo estos comportamientos se correlacionan con un cambio positivo en su humor en general.
La mayoría se quedó con un buen sabor de boca con este curso y les ayudó a valorar lo que tienen. A los que no les cambió la vida, les sumó estrategias para vivir mejor, sobre todo en pandemia. En concreto: si no les transformó la vida, les dio una gran mano para seguir adelante.
Y ayer fue el Día Internacional de la Felicidad, según la ONU… Y la semana pasada la tanatóloga Reyna Gómora me contaba (y nos contaba en una nota que publiqué en Sumario Yucatán) que es difícil sobrellevar las pequeñas pérdidas que tuvimos y tenemos en pandemia, sobre todo porque se consideran “duelos no autorizados o sin derecho” ante los “grandes y verdades duelos” de perder a alguien por covid-19.
Y tiene toda la razón del mundo…. Si no enfermaste de covid o si no se te murió un ser querido o un amigo, en estos tiempos no tienes tanto derecho a quejarte por temas como perder un trabajo, no haber podido hacer un viaje, no concretar proyectos, separarte de tu pareja, no ver a tus amigos… Todo eso se soluciona, pero una muerte no. Aunque igual perdimos y perdemos mucho en este año… ¿Cómo enfrentar este tipo de duelos y seguir adelante?
La filosofía de que hay que ser agradecidos y estar siempre contentos porque hay motivos de sobra para estarlo es válida, pero no constante. Y darnos espacios para llorar, patalear, enojarnos, sufrir y sentirnos de la chingada también es más que válido y será lo que nos de impulso para tocar fondo y seguir adelante. O no. Pero no dejemos de intentarlo.
Sean felices si pueden, con lo que tengan, bajo las posibilidades que se les presenten y si se sienten mal, extérnenlo, no da para estar contentos siempre. No seamos tremendamente falsos con nosotros mismos porque para entender la felicidad también hay que estar tristes.