“Si hay sol o si llueve, la chamba se hace igual”
Personaje de la semana: Oscar Cachón, recolector de basura
“Desde morrito” Oscar trabaja con su papá en la recolección de basura y como adulto hoy esta chamba le permite cuidar a sus seres queridos. Sumario Yucatán entrevistó a este hombre trabajador que nos detalla un poco cómo somos los yucatecos con el manejo de la basura. Entérate
Oscar Cachón Quintal ama las motos, a su familia y su trabajo. Y el orden de los factores no altera el producto, porque habla de las tres cosas con el mismo cariño y desde el corazón. Aunque normalmente su chamba no le permite estar “De punta en blanco”, hoy lo vemos con su impecable uniforme de recolector de basura, el trabajo que realiza desde “morrito”, como dice él, y que agradece con creces tenerlo porque le permite proveer y cuidar a los suyos.
Y hoy martes Oscar está con su flamante uniforme porque Pamplona –la primera empresa recolectora de basura en Mérida concesionada por el Ayuntamiento- presenta dos nuevas unidades recolectoras de basura que se suman a los 24 vehículos que cuentan para los más de 80 mil usuarios de Mérida.
Desde que tiene memoria, Oscar trabaja en el negocio de la basura. Toda su familia, oriunda de la colonia Castilla Cámara, se dedicaba a la recolección de residuos y él, desde morrito, acompañaba a su papá en la chamba. “Hace como nueve años dejamos de ser independientes y nos unimos a Pamplona. Toda mi familia trabaja allí y yo estoy muy contento con mi chamba”, nos cuenta.
Papá de tres hijos de ocho, seis y tres años, Oscar espera ahora la llegada de la nené, Itzayana. Falta sólo un mes para conocerla y tenerla en brazos. El trabajo de recolector de basura le permite a este papá de 25 años llevar adelante una familia y eso no es poca cosa. “Representa mucho para mí, primeramente Dios cobro bien, tengo aguinaldos y eso me permite tener bien a mis hijos, festejarles las navidades y los cumpleaños. Verlos contentos y felices es mi mayor logro”, señala.
Pero no todo es miel sobre hojuelas y este papá proveedor sabe bastante de eso. Su trabajo de recolector es de cinco días a la semana y comienza a las 7 am. Termina cuando cae la tardecita. En el recorrido, recolectan basura en varias colonias, según el cronograma que les toque.
LAS AMÉRICAS SÍ, UMÁN NO
Le preguntamos cuál es la ruta que prefiere para su chamba y, sin dudarlo, nos cuenta que el fraccionamiento Las Américas es su lugar preferido para chambear.
“En Las Américas la gente acostumbra a separar la basura (orgánica y no orgánica) y eso facilita mucho el trabajo. Además, cuidan de no dejar a la mano cosas que nos puedan lastimar. También nos dejan buenas propinas”, detalla.
Para Oscar, la peor zona para trabajar es Umán. “Allí tienen la costumbre de quemar la basura, así que lo que nos dejan para recolectar es el desperdicio, todo aquello que no desaparece con el fuego. Nos encontramos con pedazos de latas, vidrios y otras cosas que nos pueden lastimar y hasta cortan los guantes que usamos. En Umán jamás separan la basura”, remarca.
¿Qué tiran los yucatecos?, le preguntamos. “De todo…”, nos contesta, como enfrentándonos a un universo al que no podemos entrar. Al él le pasó que una vez una señora se deshizo de su mascota muerta, pero le pidió encarecidamente que no la tirara con otra basura y hasta la mujer se despidió del perrito antes de entregarlo al camión.
“Hace muchos años, a un compañero le pasó que encontró un feto muerto en una bolsa. Era de una muchacha que abortó y el caso se dio a conocer”, relata.
Una buena condición física es clave para hacer la chamba de recolector, explica. “Son muchas horas trepándote al camión, cargando bolsas y no importa si hay sol o si llueve porque la chamba se hace igual”, indica.
Para Oscar su trabajo también es divertido porque labora desde hace años con Marcelo García, su compañero recolector. “Mientras chambeamos platicamos mucho de nuestras familias y de la vida. Él es unos años mayor que yo, lo siento como un padre, y entre los dos nos protegemos”, relata.
Hace unos años, Marcelo recogió una bolsa de basura que tenía dentro un vidrio que le cortó la barriga. “Traté de curarlo, pero la herida era muy profunda y tuvieron que internarlo. Nos asustamos mucho porque no paraba el sangrado pero él nunca se desmayó y todo salió bien”, explica.
CREAR CONCIENCIA
Para Oscar -quien separa la basura en su casa y así les enseña a sus hijos- es fundamental que los yucatecos creen conciencia sobre cómo tratar los residuos.
El recolector remarca que hay colonias en Mérida donde la gente tiene mucho dinero y manejan la basura de sus casas de una forma desastrosa. “En cambio, hay colonias o fraccionamientos más humildes, donde los vecinos tienen la costumbre de separar la basura y da gusto trabajar así. Es importante que les enseñemos a nuestros hijos. Ese es nuestro mejor legado”, afirma.
¿Y qué hace el recolector de basura en sus días libres, además de estar con la familia? “Disfruto mucho de mi moto FT 250 Itálika. Estoy en un motoclub y cuando puedo me voy con ellos a recorrer lugares, municipios y aguadas. Para Reyes fuimos a Tizimín, a llevarles juguetes a los niños pobres”, concluye, feliz.- Cecilia García Olivieri.