Se tiene que ir…
Columna: Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
Cuando un entrenador sale a una conferencia de prensa a señalar cuestiones que fuera de él nadie percibe -además de no existir una autocrítica sobre su trabajo, después de ser eliminado por el mismo rival en dos ocasiones consecutivas- entonces los mensajes están claros y te tienes que ir.
Eso fue lo que hizo Pedro Caixinha al salir a dar la cara después de volver a ser eliminado en cuartos de final a pesar de haber ganado el partido y romper una racha de 15 encuentros sin victoria ante el América.
“Estamos cerca de ser campeones”. Lo que pareciera ser un buen deseo se puede entender como un mensaje a una afición ávida de un título pero a mi parecer esconde que el discurso hacia dentro de su equipo está agotado y pone sobre la mesa la verdadera intención del portugués: tratar de generar buena prensa para conservar el trabajo.
Dos situaciones que giran alrededor de Caixinha: Ya todos saben a qué juega el Cruz Azul, al contragolpe, lo cual hace muy predecible el estilo de la máquina y lo vuelve vulnerable porque su juego se sustenta con una buena defensa, saliendo desde el fondo para adelante. Basta con anular la salida para provocar inconsistencias en el toque de balón cementero.
¿Qué tiene el estratega azul que jugadores con un gran potencial se “caen” cuando están bajo su mando? Para muestra solo hay que decir que el actual goleador del campeonato mexicano, el ecuatoriano Ángel Mena que defiende ahora la playera del León, a su paso por Cruz Azul fue un jugador gris sin ningún atributo al salir a la cancha, pero una vez que ya no fue parte de la máquina tuvo una campaña espectacular con 14 goles.
¿Cómo puede un jugador en seis meses pasar de ser ignorado por su cuerpo técnico a ser al máximo rompe redes del fútbol azteca?
Y en ese mismo tono está Jonathan Rodríguez “ Cabecita”, quien llegó al equipo de Caixinha precedido por ser campeón con Santos, pero en Cruz Azul no despunta y sin embargo entró el partido de vuelta contra el América y logró meter el gol que los puso arriba y a la postre dio la victoria y lo sacan cuando todos pensábamos que iba ser el talismán de la remontada azul. Algo está haciendo mal Caixinha y lo sabe.
Lo que sí es una realidad es que sus horas están contadas. Dos liguillas consecutivas y buenas rachas sin perder le alcanza para llegar a otro torneo, pero con la salvedad que de no lograr el campeonato. Se tiene que ir y ahí vamos a ver si sigue sin aceptar que parte del fracaso lleva su nombre y apellido.
Pasando a otras cosas
Hay un menosprecio por la campaña de León por parte de muchos medios de comunicación al no darlo como amplio favorito para llegar a la final. Esto a pesar que de los cuatro que llegan a semifinales, la fiera ( León) llega en mejor forma, refrendado su primer lugar en la tabla. Ahora contra el América le toca hacer lo necesario para callar bocas.
Es una realidad que el clásico entre Monterrey y Tigres no van ser de los más espectaculares por la sencilla razón de que ambos equipos van a jugar a no perder y aprovechando los errores del equipo contrario para hacer daño. Una derrota de Monterrey va abrir la puerta para la salida de Diego Alonzo de la dirección técnica de Rayados. Ganar la Copa Mx no le alcanza para conservar la chamba.
En cuanto al América, si sale a jugar como el partido de vuelta contra Cruz Azul, no tiene mucho que pelear. Su jugador estrella Nico Castillo está perdido en la cancha y no aporta lo que se espera de él. De no mejorar el equipo azulcrema desde ahora, les digo que León va a pasar a la final a medio gas.
Hasta ahora la liguilla ha quedado a deber. Esperemos que ya en semifinales las cosas cambien para bien de todos. En especial del espectáculo.