“Quiero correr la cortina para que entre aire fresco”
Histriónica, “mujer orquesta”, amante de las cartitas de niña y de las redes sociales de grande, Erica Millet está decidida a darle luz y un halo de frescura a la cultura y las artes en Yucatán. Entérate qué se trae entre manos
Por las venas de Erica Millet Corona corre sangre histriónica y viene del lado materno. En su familia se definen como melodramáticos y hasta compiten para ver quién es más que el otro. Le gusta bailar y cantar desde niña y recuerda, con nostalgia, cómo transcurría su vida de pequeña escribiéndole cartas a los integrantes de la familia: eran misivas de amor, de disculpas, de explicaciones…
Y la niña se hizo mujer y sigue tan histriónica como cuando era chica, pero ahora ya no escribe cartas, prefiere las redes sociales para explayarse y algunas veces se anima a redactar cuentos o poesías que no comparte… Por ahora.
Ya pasó los 40 –hace poco, vale aclarar- pero no parece de la edad que tiene: una frescura y una energía especial la muestran atenta todo el tiempo, con muchas pilas para hacer cosas como si el tiempo no le sobrara, como si hoy fuera mañana siempre. Y cuando se refiere a la Secretaría de Cultura y Las Artes (Sedeculta) que preside, no duda en afirmar: “Quiero correr la cortina para que entre aire fresco”.
Apasionada con su chamba, metódica, de amena plática y visionaria, la funcionaria que marida el triatlón con las artes, las redes sociales y la crianza de cuatro hijas, se juega al todo o nada en esta entrevista que les dejamos para que la conozcan mejor, antes de que termine el Mes de la Mujer:
Defínete en pocas palabras, como en un tweet
Mujer, madre, entusiasta del deporte, amante de las artes y enamorada de mi familia.
¿Eres histriónica?
Sí, en mi familia materna hay una vena de histrionismo desde generaciones atrás, y siempre bromeamos con que uno es más melodramático que otro. Somos intensos, muy sensibles y apasionados.
¿Cine o teatro?
Teatro, porque se me hace una experiencia más personal e intensa. Te permite experimentar emociones de manera muy directa. El cine igual me encanta.
Los libros ¿Se prestan?
Sí, y uno tiene que estar dispuesto a perderlos con tal de compartir el gozo que es la lectura. Yo también me he quedado con libros que me prestaron, así que cuando tengo un libro que me gusta mucha y se da la oportunidad de compartirlo, lo hago. Si me hace mucha falta y no me lo devuelven, lo compro de nuevo.
Una pintura que te haya quedado guardada en la retina
Hay muchas…Ahora se me ocurre “La Noche Estrellada”, de Van Gogh, es un cuadro con el que familiarmente nos sentimos muy identificados en casa. “La Cosecha” de Jean-François Millet también la recuerdo muy vívidamente. La vi como a los 17 años en el Museo Orsay, en París.
Un paseo arqueológico que no te olvidas más en tu vida
Chichén Itzá porque es muy nuestro. Recuerdo perfectamente la primera vez que tuve conciencia de una visita al lugar, tendría como ocho o nueve años y me impresionó. En esa época llegar era muy tardado y mi abuelo nos decía que estuviéramos atentos para ver si en el camino veníamos a una serpiente de siete cabezas. Otro sitio arqueológico que recuerdo ya de más grande es Palenque. Uxmal y Dzibilchaltún también me encantan, sobre todo porque los tenemos muy a mano. Ah, y Tulum, por la majestuosidad del sitio junto al mar.
Hoy día las mujeres hacen de todo y, por eso, se las llama “Multitasking”. ¿Te consideras una “Mujer Orquesta”?
Sí, porque desde muy pequeña fui muy inquieta y esa actitud me ha acompañado durante toda mi vida. Sin embargo, muchas cosas que emprendí de niña no las continué y eso me ha creado un grado de insatisfacción por no perseguir todas mis aficiones al tope. Fui aficionada a la danza, pero no me convertí en bailarina profesional, soy aficionada al canto pero no soy cantante profesional, soy licenciada en periodismo pero nunca practiqué el arte de reportear… Algunas veces me cuestiono porqué abarqué tantas cosas sin perseguir una sola hasta las últimas consecuencias.
Y ahora eres también deportista…
Ahora soy muy aficionada al deporte, triatleta. Empecé a correr en 2013 para perder kilos luego del nacimiento de mi última hija y como siempre fui muy competitiva, comencé con las carreras amateurs. Me gusta el hecho de competir contra ti misma y superar pequeños hitos, es algo que me motiva muchísimo y por eso me enganché. En 2015 comencé a nadar y a hacer bicicleta, un deporte al que mi papá siempre nos mantuvo alejados porque consideraba riesgoso. Esta fue una forma de quitarme ese miedo y vencer los bloqueos mentales que para mí no eran cuestionables. Hoy estoy en el equipo de triatlón “All in your mind” y no sólo completo pruebas, sino que las desempeño de la mejor manera posible. Es una forma de perseguir los objetivos que nos proponemos en el equipo.
¿Cómo marida en tu vida el deporte y las artes?
Son dos maneras completamente diferentes de encausar energía, y sin embargo las dos me devuelven esa intensidad que necesito en el día a día. Una me estimula a nivel intelectual y la otra físicamente, pero me mantiene al mismo tiempo muy lúcida de mente.
¿Leías de niña? Cuál fue el primer libro que te marcó?
Mi mamá leía muchas novelas pero no fue un hábito que nos inculcara de una manera muy particular. Y mi papá, médico, es un hombre de ciencia y siempre nos alentó a investigar lo que no sabíamos, pero no a leer por diversión. El primer libro que me marcó y me hizo llorar lo leí cuando estudiaba la carrera (Licenciatura en Periodismo) y fue “La Tregua”, de Mario Benedetti. Yo no conocía a los autores latinoamericanos y fue mi primer contacto y ahí nació el interés por leer a otros como Gabriel García Márquez o Julio Cortázar, todos del “Boom”.
¿Escribiste alguna vez algo?
Sí, aunque nunca he publicado. De niña mi mamá decía que yo todo lo solucionada escribiendo cartas. No hacía la tarea, me sentía culpable y escribía una carta y se las dejaba a mis papás en la almohada. Luego en la carrera escribí muchísimas cosas y tomé talleres de creación literaria. Recuerdo uno que me marcó de mi entrañable amigo Gerardo Rodríguez. Ahora de vez en cuando escribo cuentos o poesía pero sólo para mí.
¿Y cartas como cuando eras niña?
Ya no escribo cartas, ahora tengo las redes sociales de desahogo.
¿Qué opinas sobre el uso de las redes sociales?
Soy una usuaria convencida de que las redes sociales tienen muchos beneficios y propósitos diferentes. Puedes tenerlas para informarte o para promover tu imagen. También para comunicarte con la gente que está lejos… El propósito es el que tú les quieras dar y dependerá de tu habilidad de comunicarte y de tu inteligencia emocional. Para mi es una herramienta maravillosa y me permiten expresarme y mantenerme en contacto hasta con mis hijas. A través de las redes sociales muchas veces me entero de sus emociones y sé cómo se sienten.
¿Qué es el arte para ti? ¿En cosas lo ves, lo palpas, lo percibes?
El arte ha sido siempre parte de la vida y es una manera de expresarme. Veo arte en todos los intentos de mis hijas de comunicarse, ya sea verbalmente o escribiendo cosas y eso me remite a las cartitas que yo escribía de niña. Veo y siento arte en la gente de las comunidades y en cómo comunican su cultura a través de diferentes expresiones. Nuestro folclore es una de las expresiones más maravillosas del arte, también. Aprecio muchísimo la expresión corporal en la gente, manera en la que se comunican moviendo el cuerpo, esa es la parte artística de cada quien.
¿Por qué crees que te eligió Mauricio Vila para este cargo de titular de Sedeculta?
En la administración pública empecé como subdirectora de Relaciones Públicas del Ayuntamiento y luego estuve al frente de la Capital Americana de la Cultura. El arte y la cultura siempre estuvieron presentes en mi vida y creo que consolidamos un muy buen trabajo y eso es lo que Mauricio pudo ver: la capacidad en la propuesta de un equipo competente de trabajo. Él entiende que cuando estás al frente de una secretaría como esta, no necesariamente tienes que ser un artista especializado, sino que lo más importante es la capacidad de gestión y de poder conformar equipos competentes de trabajo.
Qué tiene tu gestión de valor agregado respecto a otros funcionarios que ocuparon este cargo?
Darle luz a estos lugares que se sienten literalmente oscuros. Quiero correr la cortina para que entre aire fresco. Mi gestión tiene que ver con la capacidad de conformar un equipo de trabajo fuera de los clichés de cómo las cosas “deberían ser”. Mucha gente piensa que si las cosas se salen de ese molde, no van a ser tan genuinas. Lo que proponemos es un equipo multidisciplinario con diferentes perfiles que van mucho más inclinados a la gestión cultural, a la propuesta en términos de investigación y de profesionalización de la actividad cultural. Trabajamos para conocer las realidades de una manera tangible, a través de cifras e indicadores que nos permitan monitorear el avance en cultura en todos los municipios y todo esto no existía.
¿Cómo quedó Sedeculta en cuestión de recursos para este año?
Para este año se redujo en un 30% por la política de austeridad y eso nos obliga a ser más eficientes y creativos y generar mecanismos que puedan traducirse en apoyos a la comunidad artística. Pero procurando siempre que generen beneficios que redunden en el desarrollo estatal.
Hay una movida muy interesante de chavos en Yucatán con ganas de hacer cosas, por ejemplo en el Hip Hop. La expresión es bastante underground ¿Qué puede hacer tu administración para impulsarlos?
No hay todavía una propuesta muy clara al respecto y es algo en lo que vamos a reforzarnos en estas administración porque no queremos quitar el dedo del renglón en este tema. Sin embargo, próximamente saldrán las convocatorias para los artistas y esperamos que toda propuesta tenga ejes transversales para que atienden diferentes puntos como las mujeres, espacios de expresión juvenil, underground y populares. Hay que explorar un poco más en el tema, en eso estamos.
¿Se exporta el arte y la cultura yucateca?
A este tema le vamos a dedicar mucha atención y creatividad porque exportar talento redunda en el tema de los recursos. Hay que ser creativos y tener muy en claro cuáles son las oportunidades para exportar para que tenga una presencia importante en los destinos a los que nos dirijamos para no tirar disparos al aire. Contamos con un programa de apoyo a artistas que quieren participar en festivales a nivel internacional o continuar su capacitación en el extranjero. Como el recurso es muy pequeño, tratamos de distribuirlo de la manera más justa y mejor de acuerdo a las solicitudes que recibimos. También hemos tenido manifestaciones de la sociedad civil para contribuir con la cultura y el arte y que se involucren permite generar proyectos más grandes.
Danos una primicia
Vamos a anunciar muy pronto las convocatorias para la creación artística en artes escénicas y musicales, estén atentos, a más tardar saldrán en mayo. Luego vendrán las artes visuales. El recurso no es grande pero tratamos de que tenga retorno social para cerrar ciclos. Queremos hacer una creación artística para poder descentralizarla fuera de Mérida y que tenga una retribución social de los creadores a otras comunidades. Si es un proyecto de teatro, desmembrarlo para que pueda llevarse al cabo en los municipios, por ejemplo. En Mérida trabajamos para la presentación de una cartelera permanente en los teatros como el Daniel Ayala, Armando Manzanero, Peón Contreras, el Gran Museo del Mundo Maya y el Palacio de la Música. Estos espacios lo van a poder usar artistas sin pagar nada y usarán la taquilla para su beneficio. También vamos a presentar el programa de reactivación “Casa de la Cultura” en los municipios en el marco de un programa de integración. Y vienen muchas cosas más.- Cecilia García Olivieri.
Muchas felicidades Ericka al leer este artículo sentí tu entusiasmo , reto ,compromiso y ganas de trabar
Gracias por tu comentario, Leticia!