“Que el bebé prematuro pueda sentir el corazón de su mamá, su voz y su olor”
En el Día Internacional del Bebé Prematuro, Gisele Rodríguez nos comparte su experiencia como mamá de Sebastián, un nené que llegó al mundo chiquitito y antes de tiempo. Hoy día nacen 15 millones de bebés prematuros en el planeta ¿Estamos informados y listos para recibirlos? Entérate
Como un “viejito” muy pequeño y de mirada hermosa… Así recuerda Gisele Rodríguez a su bebé Sebastián cuando lo sacaron de su panza y se lo pusieron cerca para que lo besara rápidamente. Tuvieron que pasar horas que resultaron eternas para que se volvieran a ver… Ese ser chiquitito había estado en su vientre menos del tiempo que establece la naturaleza y necesitaba cuidados especiales para vivir.
Hoy el humano de 1,900 kilogramos que estuvo dos semanas internado antes de ganar peso e irse a su casa, tiene 14 años, es un adolescente feliz y todo recuerdo de ese nacimiento prematuro quedó atrás, pero su mamá no deja de celebrar la vida y con ella platicamos hoy, Día Internacional del Bebé Prematuro.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prematuridad es la principal causa de defunción en los niños menores de cinco años y cada año nacen 15 millones de bebés antes de tiempo en el planeta. Aquí en Yucatán, de los 414 mil bebés que nacen en el IMSS cada año, 40 mil 411 son prematuros.
Por eso, mantener un control prenatal puntual, cuidar la alimentación y la salud de la futura mamá, así como seguir al pie de la letra las indicaciones médicas respecto a la realización de exámenes de laboratorio o de imagenología, son algunas de las recomendaciones para que un bebé llegue al término de las 40 semanas de gestación y nazca sano.
Pero algunas veces y a pesar de los controles, otras situaciones se pueden dar y el nacimiento antes de tiempo no se puede evitar. Hoy Gisele comparte con nosotros su testimonio como mamá de un bebé prematuro y ojalá esta historia nos ayude a empatizar con este tipo de nacimientos que son mucho más habituales de lo que imaginamos:
¿Cómo era Sebastián de chiquito cuando lo sacaron de tu panza?
Pesaba 1,900 kilos y bajó a 1,700 kilos. Era muy flaquito, le sobraba mucho pielcita, parecía un viejito… Y tenía una mirada hermosa que no me olvido más. Nació a la semana 35 pero con peso de semana 32. A mí me detectaron colestasis -que es una enfermedad en el hígado- y estuve tres semanas internada antes de que naciera Sebas. Cuando detectaron que se había reducido el líquido amniótico, decidieron hacer la cesárea.
¿Qué sabías de lo que era un bebé prematuro y cuánto te sirvió eso cuando lo tuviste en brazos?
No sabía nada, no tenía idea de nada, tenía un embarazo hermoso y nadie nos habló de riesgos ni antecedentes, así que en realidad el aprendizaje fue sobre la marcha. Como estuvo dos semanas internado en Neonatología, ahí ves muchos casos de otros bebés recién nacidos con otro tipo de patologías y enfermedades y agradecimos que Sebas sólo era un prematuro que necesitaba engorde, porque estaba todo formado y sólo tenía bajo peso. Igual tuvo muchos controles posteriores porque un prematuro está más predispuesto que un bebé normal a tener problemas de audición o de vista, por ejemplo.
Sintieron como papás apoyo en el personal médico del hospital y de otros papás en la misma situación? ¿Se genera empatía?
Sebas estuvo 15 días internado, hasta que pesó poquito más de 2 kilos. Así que, durante ese tiempo, se generó un vínculo re lindo con otros papás que estaban en la misma situación que nosotros, con sus bebés en Neonatología. Recuerdo que llegábamos cada mañana y celebrábamos con aplausos si uno de los bebés había engordado 20 gramos… Nos preocupábamos los unos por los otros y eso generó un vínculo hermoso. Con el personal médico todo bien, aunque no eran tanto de darle apoyos a los papás, ellos están exclusivamente para los bebés.
¿Qué era lo que te daba más miedo como mamá de un prematuro y cómo aprendiste a manejarlo?
Lo que me daba más miedo era separarme de él unas horas. Durante las dos semanas que Sebas estuvo internado, me quedaba hasta las 3 am y regresaba a las 8 am. En ese tiempo en que estábamos separados, me angustiaba pensar cómo iba a estar él o si iba a pasar algo en mi ausencia. Cuando estaba junto a él no tenía miedo.
¿Un niño prematuro es distinto sólo durante un período de su vida o es un niño distinto siempre?
Lleva el desarrollo físico un poco más lento. A Sebas le salieron los dientes a los dos años, por ejemplo. Madurativamente su desarrollo es perfecto, pero también depende de cada caso. Hay niños prematuros que tienen problemas de audición o de vista y puede haber casos hasta con problemas motrices. Siempre depende de cada caso.
Dales unos consejos a papás de un niño prematuro
Hay una parte de la maternidad que nadie te cuenta. Lo más fuerte que sufrí fue no estar preparada a regresar a la casa sin panza y sin bebé, eso es muy fuerte y es lo que más me costó. Es importante que estemos mejor informados sobre lo que puede pasar, porque no siempre vamos a tener un bebé totalmente sano, como es el ideal.
También les diría a los papás de bebés prematuros que tengan paciencia, mucha confianza y fe y que crean en la medicina, hoy hace milagros.
Y mi consejo más importante es que estén siempre en Neonatología junto a sus bebés prematuros, porque la cercanía de los papás es fundamental para la evolución de sus hijos. Que puedan tenerlos en brazos aunque sea un ratito, que el bebé pueda sentir el latido del corazón de la mamá, su voz y su olor son claves para que evolucione sano y fuerte.- Cecilia García Olivieri.