Preguntas para una cuarentena tercermundista
Columna
Por Roger F Gutiérrez Díaz
Aviso para navegantes: aunque vivo en Uruguay desde 2004, sigo siendo mexicano (eso no se quita) y visito tanto la capital de la República como mi natal Yucatán todos los años.
Ahora, desde mi casa en Montevideo, donde la cuarentena es voluntaria pero muy recomendada por las autoridades en un tono muy parecido al que veo prevalece hoy en México, puedo ver a mi país más dividido que nunca.
Ya lo estaba a favor o en contra del gobierno de AMLO antes de la pandemia, pero el manejo de la comunicación, el ejemplo del Presidente de andar abrazando al pueblo y los tiempos de crisis han exacerbado ambas tribunas y ahondado eso que da en llamarse la grieta social.
Veo dos masas ciudadanas llenas de certezas: en la tribuna derecha todos están convencidos de que el Presidente es un loco, cuando no un perverso que quiere provocar un genocidio. Esperan cada declaración suya para ridiculizarlo (él colabora bastante, digamos que les regala frases que van “cómo anillo al dedo” a su afán de vilipendiarle) y afirman cosas tales como que es el peor Presidente de la historia rodeado de una marabunta de Chairos (neologismo despectivo para utilizar contra cualquiera que se asuma de izquierdas) y hasta desean que se enferme del virus y se muera. Es su enemigo.
Si esa tribuna luce un tanto fanatizada para un observador que intente guardar su distancia, la de enfrente no le va a la zaga. El graderío izquierdo está poblado por esa especie mexicana incorregible conocida como los Amlovers: para ellos el equipo técnico encabezado por López Gatell es de primera y los tiempos manejados por el gobierno fueron los perfectos y más adecuados. Según ellos el Presidente lucha contra la corrupción a la par que contra el virus y es una mezcla de Benito Juárez y Francisco I Madero, pero además con la eficiencia de Bill Gates. De más está decir que convocarlos a un diálogo es una pérdida de tiempo ya que del otro lado están los perversos neoliberales. Son los enemigos.
No me asombra para nada que ambos bandos estén tan llenos de certezas, tan convencidos de que sus propuestas e ideas para enfrentar la pandemia del Coronavirus son las correctas y las que salvarían a la patria en estas horas oscuras. En ambos graderíos han brotado, como mangos y caimitos en verano, los nuevos expertos en epidemias y virus. Hicieron la carrera en marzo por lo visto muy completa, porque afirman tajantes tener respuestas correctas a problemas casi irresolubles.
Yo confieso que no estudié nada relativo al tema sanitario ni a la biología. Apenas estudié letras, periodismo y marketing, pero no terminé nunca una carrera y creo que será por eso que en lugar de esas certezas tengo un mar de dudas, un laberinto de preguntas. Hoy voy a lanzar aquí nueve grandes preguntas, algunas dobles o triples sobre un mismo tema. Las que me vengan de golpe a la cabeza:
1- ¿Qué tan preparado para enfrentar un virus tan contagioso está el sistema de salud público mexicano? Nuestra población, tradicionalmente considerada muy resistente, ¿no está especialmente expuesta por los altos índices de diabetes y obesidad que son consideradas condiciones que agravan la enfermedad causada por el Covid 19?
2- Resulta que México tiene cinco camas con respiradores cada cien mil habitantes aproximadamente. España tiene ocho, Italia 10, Alemania 30 y para comparar con los mejores en el rubro de América Latina Uruguay tiene 20 y Cuba 25. ¿De verdad le vamos a echar la culpa a este gobierno de AMLO de que el sistema de Salud Público de México haya sido desmantelado durante los últimos 30 años por el PRI y el PAN?¿Y qué pasaría si al saturarse el Estado mandatase que los usuarios de Salud Pública sean atendidos sin costo en sanatorios y clínicas privadas, tal y como está sucediendo en España?¿Cómo reaccionarían los médicos y enfermeras de la Clínica de Mérida al ver formarse las colas de los que no cabe en el Hospital O’ Horán?
3- Los millones de trabajadores que componen el 60% de la mano de obra nacional que labora en la informalidad : Doña Tencha que vende tamales en la esquina, los artesanos que ofrecen sus delicadas obras en las calles de Oaxaca, Chiapas o Nayarit, los miles de Don Panchos que venden tacos de canasta o de trompo en las calles del antes llamado “Defectuoso” o en las colonias de Monterrey o en los portales de Veracruz, los que bolean zapatos en cada plaza o café del país, los nuevos esclavos (burlonamente llamados socios) que sin sueldo ni seguro social hacen de Uber o de alguno de los servicios de mensajería o envíos de Amazon, los que se dedican al arte y a los espectáculos, los profesionales liberales tales como psicólogos o dentistas, los limosneros y cuidacoches que por nuestro país pululan sin ningún sueldo, los meseros de los restaurantes cerrados e incluyan aquí a quien se les ocurra que trabaje a destajo: ¿pueden permitirse meterse en su casa (suponiendo que tengan una) por un mes o más y no trabajar?
4- Los trabajadores que sí tienen un sueldo pero muy bajo y que las empresas que los emplean están cerrando temporalmente, considerando que en México nunca hemos tenido un seguro de desempleo: ¿Pueden quedarse un mes o más en su casa en caso que su patrón decida no pagarles el sueldo o darles como máximo un salario mínimo oficial?¿Pueden los empresarios mexicanos pagarles los sueldos íntegros sin trabajar? Las Pymes no pueden y las grandes empresas pueden pero no quieren. La crueldad de ALSEA con sus Starbucks y Burger Kings mandando a su casa sin sueldo a sus miles de empleados es un botón de muestra.
5- ¿Tiene el Estado, o sea el gobierno mexicano, los instrumentos y las decenas de miles de millones de dolares para hacerle llegar dinero para los alimentos y medicinas indispensables a todos los compatriotas que lo necesiten y así mandar y hacer cumplir una cuarentena general obligatoria? ¿Alguien tiene idea de lo difícil que es ser hoy el Presidente casi cualquier país? ¿Ni hablar de uno tan injustamente repartido como el nuestro?
6- ¿Cómo se desata el siguiente nudo gordiano? El gobierno tiene menos capacidad para recaudar porque la economía va a estar casi detenida y los contribuyentes no pueden aportar como antes. Pero necesita el Estado obtener y gastar ahora y de inmediato el doble de lo que gastaría en tiempos comunes para mantener a la población en sus casas. Misterio.
7- ¿Cómo se le dan las mismas instrucciones de quedarse en casita a gente tan abismalmente desigual como la que habita México? Cuando ven en el Facebook a una linda familia muy blanca y socia del Country Club abrazados todos en su elegante mansión con el jardín y la piscina atrás de fondo instando a todos a ser responsables y quedarse en casa ¿no piensan ustedes en otras familias que son más según el censo y a veces también más numerosas pero que lucen más morenitas y viven en la Emiliano Zapata Sur o en Kanasín en miserables casuchas armadas con piedras, palos y techos de cartón o de lámina? Y cuando les exigen a ellos que obedezcan y se queden escondidos en esa ratonera sin poder salir a ganarse el pan ¿no les da un poquito de vergüenza?
8- Se habla de que el pueblo es ignorante e inconsciente en uno de los bandos por no temer al virus , en el otro se le llama con demasiada frecuencia sabio. ¿No será que esa ciudadanía sabe o intuye que tiene más chance de morir víctima de la violencia que asola al país (50,000 muertos en 2019) o de las consecuencias de empobrecerse aun más? ¿No será que haber vivido en un mar de violencia y pobreza hace que demasiados no le tengan miedo a nada?
9- El Coronavirus mata, no hay duda. Pero ¿mata más que la pobreza y las enfermedades infecciosas relacionadas a ella? ¿mata más o menos que la violencia intrafamiliar y los suicidios y la desesperanza por la miseria si se tienen que quedar todos tres meses en sus casas?
Cómo les adelanté no tengo las respuestas. Lo que sí tengo son más dudas. Soy un mar de preguntas. Pero aquí le paro, si me responden una o dos de ellas con sabiduría ya les voy a quedar muy agradecido.
[email protected]