“Podemos, al igual que un hombre, desempeñar un excelente papel”
Muy cerquita del Día Internacional de la Mujer y de la iniciativa 9M, el Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán elije a su nuevo presidente y hoy un hombre toma el cargo otra vez. Platicamos con tres ingenieras yucatecas para que nos cuenten cómo se sienten en su vida profesional y qué opinan si, por primera vez, una mujer presidiera el colegio
La ingeniería ¿Es un tema de hombres? Vamos a remitirnos a los hechos. El Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán AC existe desde 1953 y hoy, en la XXXII toma de protesta del nuevo presidente, el ingeniero Miguel Ángel García Domínguez tomó el cargo. De 390 socios, menos de la mitad son mujeres y nunca hubo una presidenta.
Y hoy las buscamos en la toma de protesta y nos encontramos con Mercedes Balancan, Alexia Zozaya Ortíz y Elizabeth Sabido Maldonado, tres ingenieras yucatecas de distintas ramas –civil, química y en sistemas computacionales, respectivamente-. Cada una nos da su punto de vista y reflexionan también sobre el 8M y 9M próximos. Conózcanlas.
Mercedes se recibió de ingeniera civil hace 30 años, en la UADY. “Me gustaban mucho las matemáticas y me decidí por ingeniería civil, fui la única de mi generación en la UADY. Eran 60 varones y yo”, sentencia.
¿Qué si fue fácil? Claro que no… “Hace 30 años no te aceptaban para hacer trabajos en equipo o salir a campo y hacer levantamientos porque pensaban que como mujer no ibas a poder. Pero con perseverancia y demostrándoles que sí podía, me aceptaron y formé parte como uno más del grupo. Estudié finalmente en un ambiente sano y de compañerismo”, señala.
Sin embargo, cuando Mercedes se recibió, la cosa se complicó. “Fue difícil conseguir trabajo como mujer, te decían que requerían un ‘hombre ingeniero’, pensaban que no ibas a tener la capacidad suficiente para el trabajo. Finalmente Llegué al Cinvestav y ahí el doctor Pedro Castro me ofreció trabajar en un proyecto con él. Hace 28 años que estoy ahí como auxiliar de investigación”, explica.
Alexia se recibió hace 12 años de ingeniera química en el Tecnológico de Mérida. Eran 50 alumnos, de los cuales sólo cinco eran mujeres y sólo dos se recibieron.
En el caso de Alexia, lo increíble fue cómo una mujer –una par- le quiso cortar las alas.
“Estudié ingeniería química porque en la secundaria tenía una maestra de química que me tiraba al suelo… Decía que si yo quería estudiar en la prepa, me debía esforzar porque no veía futuro en mí. Se llamaba ‘Enigma’ la maestra. Cuando ingresé a la Prepa 2 comencé a participar en concursos y campeonatos de química y me fue muy bien. Luego entré al TEC”, detalla.
Sin embargo y como a Mercedes, cuando tuvo que buscar trabajo, el tema se complicó. “Hice toda mi carrera embarazada y cuando terminé ya tenía a mi tercer hijo y nadie me abría las puertas como mamá profesional. Sin embargo en el Cinvestav me dieron oportunidades con flexibilidad horaria y demás, sino no sé qué hubiera hecho”, relata.
Para Elizabeth, todo fluyó un poco mejor… Estudió en el Instituto Tecnológico de Motul y se recibió hace nueve años de ingeniera en sistemas computacionales.
“Estudiar esta carrera no fue una decisión propia, sino más bien por una situación económica. Soy de Didzantún, quería estudiar diseño gráfico pero mi mamá no podía costearme una carrera, que en ese entonces era sólo en universidades privadas. O estudiaba ingeniería en sistemas o maestra en primaria y me decidí por lo primero. Al principio no estaba tan enganchada, pero con el tiempo le fui agarrando gusto a la carrera. Salí como programadora web, a eso me dedico. También trabajo en el Cinvestav y con mi esposo Natanael, que estudió conmigo”, nos cuenta.
Para Elizabeth sí hay equidad de género en la carrera que eligió y entre la chamba que hace con su esposo, no nota diferencia, “Los dos trabajos son importantes”, asegura.
DEDICADAS Y QUISQUILLOSAS
Las tres profesionales coinciden en que la mujer ingeniera es más dedicada y quisquillosa en su trabajo que los hombres. “Tratamos de demostrar día a día que sí podemos y lo hacemos mejor que ellos”, remarca Mercedes.
“Somos más metódicas, más detallistas, no es que seamos superiores, pero de que podemos sacar el trabajo y más, no hay duda”, asegura Alexia.
“Ellos acuden a nosotras por si tienen dudas y sobre todo para perfeccionar el trabajo. Y muchas veces para que nosotras lo terminemos”, señala Elizabeth.
Las tres también opinan que estaría genial que una mujer presidiera el Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán AC y nos cuenta porqué:
“Como entre los ingenieros civiles la mayoría son hombres, son los que tienen constructoras y empresas y están empoderados en ese puesto. Pero si surgiera una mujer que estuviera dispuesta a competir con ellos, haría un excelente papel”, opina Mercedes.
El 9M (iniciativa nacional y mundial de #UnDíaSinNosotras), las ingenieras entrevistadas no trabajarán y como colofón de la nota, reflexionan sobre el Día Internacional de la Mujer.
“Debemos educar a nuestros hijos en el respeto hacia la mujer. Un hijo varón puede hacer los quehaceres de la casa y debemos eliminar el pensamiento machista y abogar por el respeto y la igualdad. Y vamos a seguir luchando por eso, porque no es justo que vivamos en opresión, violencia y que nos discriminen por ser madres o ser madres solteras o por el simple hecho de ser mujeres. Somos humanos, somos personas independientes y podemos, al igual que un hombre, desempeñar un excelente papel”, señala Mercedes.
“Coincido con Mercedes y agrego que las funciones que desempeña un hombre, puede hacerlas una mujer sin diferencias. Es hora de que tengamos las mismas oportunidades laborales y de crecimiento y debemos educar a nuestros hijos para que vean a la mujer con respeto e igualdad”, apunta Alexia.
Y Elizabeth agrega: “No sólo educar a nuestros hijos varones, también enseñarles a nuestras hijas mujeres que ellas nunca van a ser menos y que nunca se dejen humillar ni engañar”, concluye.- Cecilia García Olivieri.
(En la imagen de portada: Elizabeth, Mercedes y Alexia).