“Para mí es un milagro de Dios todo esto”
Estar embarazada y tener cáncer: de eso se trata esta historia que ocurrió aquí en Yucatán. Las protagonistas son María Ofelia -diagnosticada con un agresivo cáncer de seno- y Carlita, que nació perfecta el mes pasado. Los médicos del IMSS lograron un tratamiento efectivo y las dos están bien
A las 18 semanas de embarazo llegó la noticia más terrible: María Ofelia Dóminguez Chan era diagnosticada con cáncer de mama. Una bolita se dibujaba en su seno derecho y debía ser tratada con urgencia. El pasado 2 de septiembre y con 35 semanas de gestación nacía Carla, una bebé chiquitita pero sana. Ella y su mamá están bien.
Esto que te contamos ocurrió en Yucatán, donde vivimos. Apenas María Ofelia, de 37 años, detectó la bolita en su seno derecho, fue tratada en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del IMSS. Las noticias no eran buenas: Tenía un tumor maligno y considerado de los más agresivos y poco frecuentes en el embarazo y requería atención médica urgente.
El caso fue estudiado y analizado por un equipo de expertos de los servicios de Oncología, Medicina Materno-Fetal y Neonatología de la UMAE para determinar el tipo de tratamiento que en ese momento debía aplicarse, sin dañar al feto y retraso en la atención médica de la madre.
Después de evaluar el caso, los médicos decidieron iniciar tratamiento de quimioterapia en dosis específicas para no detener el efecto de las quimioterapias y al mismo tiempo cuidar el buen desarrollo de la bebé, que crecía dentro de María Ofelia.
“Los tres servicios coincidimos en otorgar el tratamiento cuidando el bienestar del bebé en el momento de la quimioterapia; el plan inicial era llevar el embarazo a las 37 semanas, sin embargo, a la semana 35 presentó preeclampsia, por lo que se tuvo que practicar una cesárea”, explicó el doctor Víctor Manuel Coral López, jefe del Departamento Clínico del Servicio de Medicina Materno-Fetal.
El pasado 2 de septiembre, a las 35 semanas, nació Carlita, con un peso de 2 kilos 435 gramos. Posterior al alumbramiento, la pequeña presentó dificultad respiratoria, pero a las cinco horas de haber nacido ya estaba perfecta.
El doctor Manuel Escamilla Sosa, Jefe de Servicio de Neonatología, explica que en la literatura médica y los estudios clínicos sugieren que después de las 14 semanas de gestación, disminuye considerablemente el riesgo de malformaciones congénitas y complicaciones en la salud del producto, en caso de suministrarle quimioterapia a la madre.
Actualmente Ofelia continúa su tratamiento, requiere cinco sesiones más de quimioterapia, además de radioterapia según su evolución, por lo que es monitoreada por los expertos de la UMAE.
“Me siento muy feliz… “Para mí es un milagro de Dios todo esto, sabiendo que tengo una enfermedad delicada, llevando quimios, el hecho de ver a tu bebé en brazos es algo indescriptible. Mi gratitud a todos los médicos, enfermeros, a todos los que estuvieron a cargo de mi caso. Muchas gracias por todo, no tengo palabras”, relata, emocionada.