Otra vez con papá
Después de que le arrebataron a su hijita la semana pasada, Irving Cervera recuperó ayer a la niña y la justicia le dio la custodia legal de la menor. Pero él dice que esto no acaba aquí. El joven papá platicó con Sumario Yucatán sobre el reencuentro y lo que vendrá
Verborrágico, ansioso pero feliz está Irving Cervera, el joven papá que finalmente recuperó ayer a su hijita, quien le había sido arrebatada de forma violenta por la madre de la niña y dos hombres en plena vía pública, el pasado martes. La justicia le dio a Irving la custodia legal de su hijita de cuatro años, pero él asegura que esto no termina acá, que seguirá luchando para que se haga justicia.
“Estamos felices, contentos y sobre todo la estamos pasando de maravilla. Anoche mi niña durmió otra vez en casa, descansó muy bien, abrazada a su oso. Está comiendo bien, pero igual la voy a llevar al pediatra porque se queja de dolor de barriga”, explicó Irving.
Como informamos, el viernes pasado el Área Familiar de Palacio de Gobierno recibió al papá, quien se sintió muy contenido porque prometieron ayudarlo. Y así lo hicieron.
“El mismo viernes por la tarde me avisaron que debía presentarme el sábado a las 6 am en los juzgados. “Ya tenían la dirección donde estaba mi hija. Al mediodía firmé unos documentos para autorizar que recuperaran a la niña y por la tarde nos dirigimos al domicilio donde estaba con integrantes de la policía estatal, municipal y judiciales. Cuando llegó la jueza comenzó el procedimiento para recuperar a mi hija”, detalló.
Irving contó que no pudo participar en el procedimiento –que se llevó al cabo en el fraccionamiento Gran Vistana, carretera Tixkokob- pero sí observó todo desde adentro de un auto. Así vio como recuperaban a su hija, quien estaba muy angustiada y no paraba de llorar.
“Cuando me entregaron a la niña no podíamos parar de llorar los dos. Ella se sentía muy asustada y no dejaba de decir que quería estar conmigo, con su papá. Nunca dijo mamá, siempre papá”, contó, emocionado.
Hoy día a Irving le preocupa que la niña pide todo el tiempo el celular para jugar, cuando antes no lo hacía. “Me imagino que se lo daban todo el tiempo cuando estaba con la madre para que no llorara y se entretuviera jugando. Yo ahora le digo que hay que jugar, divertirse…”, relató.
Irving explicó también que la justicia le dio la custodia legal de su hija. “Pero esto no se acaba, hay que pelear la patria potestad y hacer que paguen los que me golpearon porque todavía están libres”, remarcó.
Por una cuestión de seguridad, Irving no reside actualmente en su casa, en el fraccionamiento San José Tzal, en el sur de Mérida.- CGO.