“Ojalá se puedan quedar con una palabra o imagen del cuento para siempre”
De maternar y vivir en carne propia una neurosis perenne que te puede orillar a una situación límite: de eso trata el relato “Que los culpables paguen”, escrito por Érica Millet, quien hoy se transformó en la primera mujer yucateca ganadora por esta obra del Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo. Con ella platiqué de su historia, del ejercicio de la escritura, del entorno que la vio ganar, de lo que vendrá y de otras cosas, pasen y lean…
Hoy amanecí con una historia atravesada en los ojos, la garganta, en todo el cuerpo. Es un cuento que me roló Érica Millet Corona por whatsapp que se llama “Que los culpables paguen” y que leí desde mi hamaca a las 7:35 am, mientras desayunaba mate con tostadas untadas con queso Philadelphia y mermelada de fresas.
Lo leí en un abrir y cerrar de ojos porque así fluyó en mí y me gustó mucho. Me encantó. Porque está escrito fácil y conciso –como deben ser las historias muy bien escritas siempre-, lo sentí cotidiano, hizo que me preocupara, que anticipara tragedia pero, al mismo tiempo, me reí, me identifiqué con la protagonista y la situación, y el final me pareció contundente, brutal. Y no sólo a mí me pareció un muy buen cuento: Hoy Érica recibió el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo por “Que los culpables paguen” y es un golazo poder platicar con ella sobre el tema y compartirlo con ustedes. Ahí vamos:
Defínete en pocas palabras, como si fuera un tweet ¿Quién es Érica?
Érica es una comunicadora, mamá y tiene muchas ganas de escribir y conectar a través de las letras.
¿Estás contenta?
Estoy feliz de haberlo logrado (el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo 2022) porque quería llamarme escritora y pensaba que no podía hasta tener la certeza de que mi obra iba a tener lectores. Entonces hoy cumplo el objetivo con creces, ahora siento que tengo la validez que yo creía que necesitaba y seguiré escribiendo con la certeza de que soy escritora y que mi obra tiene el respaldo para ser leída.
Cuéntale a la gente qué pasó hoy
Hoy me entregaron el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo por mi obra “Que los culpables paguen”. El dictamen fue el 24 de noviembre pasado y hoy fue la ceremonia en el marco del Mérida Fest. Tuve la oportunidad de hacer un pronunciamiento, de agradecer a las autoridades que hicieron esto posible y de hablar del proceso que viví al escribir la historia.
Si tuvieras que contar de qué se trata tu cuento ganador sin spoiler ¿Qué dirías?
Se trata de los conflictos que todas las madres vivimos en esta neurosis perenne de educar a nuestros hijos, protegerlos y hacerlos personas de bien. Es un conflicto materno que habla de esas emociones que habitan dentro de las mujeres que somos mamás y que son influenciadas por nuestro propio sufrimiento, historias, traumas y violencias.
Leí “Que los culpables paguen” y me encantó ¿Qué opinás de tu cuento?
Es difícil opinar sobre la obra propia, pero creo que es el resultado de varias cosas. Primero tuve la fortuna de haber recibido la anécdota en las manos y de principio a fin, de una manera completa. Entonces lo que sentí es que debía prestarle al personaje principal un poco de esa neurosis natural que vivimos las madres, con los miedos y traumas que nos dejan las heridas de ciertas violencias y mostrar cómo impacta todo eso. Me preocupé mucho en que el lenguaje fuera digerible y contundente y también fue un gran reto contar esta historia porque se sitúa a principios de los 90’s (no había celulares, por ejemplo, y nos comunicábamos por teléfonos fijos) y esperaba que la pudieran entender quienes no vivieron esa época. Trabajé mucho la historia, la tallereé a conciencia y me fijé en las observaciones que me hacían mis compañeros, escuchando siempre las opiniones porque, finalmente, son tus lectores.
Eres la primera mujer yucateca que gana el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo y, más allá de que esto es un gran motivo de felicidad, hoy dijiste: “En Yucatán triunfar es un pecado, especialmente si eres mujer” ¿Realmente te importa lo que puedan opinar?
En términos prácticos no me importan las opiniones de los demás porque no me van a impedir ni a detener para hacer lo que disfruto y lo que me haga crecer. Pero en este caso en particular yo sí quería de alguna manera levantar la voz por las injusticias. No es victimización, sino un afán de protesta porque no pueden simplemente reconocer el triunfo de las demás personas y especulan en las razones de ese triunfo para remitirlas a cosas que nada tienen que ver con el talento o con el trabajo arduo. E hice ese señalamiento porque es muy triste y una constante.
Ahora te pido que te definas en pocas palabras como cuentista y nos compartas qué se viene en tu vida literaria
Voy a hacer mío una frase de Beatriz Espejo en el prólogo de una de sus propias obras. Ella decía: “Escribo por humidad y por soberbia”. Por humidad se refería y me refiero a que reconozco mi pequeñez comparada con gente de mucha trayectoria y grandes maestros. Y por soberbia porque, a pesar de reconocer eso, quiero seguir escribiendo.
¿Dónde puede leer la gente “Que los culpables paguen”?
Muy pronto estará en plataformas que pondremos a disposición del público lector para que lo lean y ojalá puedan encontrar en el cuento algo para asirse, ojalá que les haga latir el corazón, sudar las palmas de las manos y se puedan quedar con una palabra o una imagen del relato para siempre.- Cecilia García Olivieri.