“Nunca dejé de abrazar y besar a mis hijos por la pandemia”
Los ojos se le achinan y la sonrisa le sale grande, blanca y hermosa. Esta acción es habitual en Lidia Ku Cauich en el entorno en que vive, con sus hijos, su esposo y sus pacientes. Esta mujer es mamá y enfermera y hoy nos cuenta cómo es su día a día en época pandemia y poniendo siempre lo mejor de sí para salir adelante. Nuestras felicitaciones en la previa del Día de la Madre y como enfermera:
Tomar un camión-Viajar dos horas-trabajar de noche-atender y curar enfermos-tomar otro camión-viajar dos horas-llegar a casa-abrazar a los hijos.
Así, más o menos, vive Lidia de Jesús Ku Cauich, en un “loop” de maternidad y trabajo que la hacen sentir plena y siempre con una sonrisa grande y hermosa. Y no es un dato menor: muchas mujeres tienen que hacer malabares para coincidir trabajo y maternidad, pero en Lidia todo fluye… Y para bien.
Esta historia que te vamos a contar transcurre entre Becal (Campeche) y Mérida, arranca a la tardecita, cuando ella sube a combis y camiones, baja en un hospital donde hoy hay caso de coronavirus y regresa a casa a dar y recibir abrazos. Hoy, en vísperas del Día de la Madre, aplaudimos fuerte a esta mamá enfermera, que ve por su familia y por todos nosotros.
Y la historia arranca cuando Lidia era chiquita, aquí en Yucatán. Ella dice que siempre supo que sería enfermera. Cuando su papá llegaba del hospital y platicaba sobre las historias que había vivido ese día como enfermero, ella lo escuchaba con una atención precisa y desbordante, a la vez. Y las historias crecieron con los años y a ella le picó el bichito de seguir la misma carrera de la familia.
Hoy, en plena pandemia por el coronavirus, Lidia labora en el Hospital General Regional No. 12 IMSS Lic. Benito Juárez –hoy Hospital Covid de Yucatán-, en el área de Urgencias. Tiene el horario de 8:30 pm a 8:10 am y lo prefiere porque le permite estar con sus dos hijos chiquitos durante el día.
Y digamos todo: Además de ponerle toda la onda a su trabajo y a la maternidad, esta mujer muestra siempre esa sonrisa que ves en las imágenes, con un parecido inconfundible con Selena ¿No les parece? Además, canta re bonito… Aquí se la presentamos:
Te dicen que te pareces a Selena ¿Verdad?
(Se rÍe)… siempre me lo han dicho, mis papás, toda mi familia, mis amigos y hasta mis pacientes. Es por mi sonrisa, pero ya me lo empiezo a creer (y suelta una carcajada).
¿Por qué ser enfermera?
Porque te cambia la vida. Vengo de una familia de enfermeros: mi papá, mis hermanos y yo somos todos enfermeros. Me crié escuchando las historias que mi papá contaba del hospital cuando regresaba del trabajo y siempre me quedó esa cosquillita por la profesión. Ayudar a las personas es lo que más me gusta, sobre todo a los más vulnerables, esa es la realidad.
Probablemente nunca te imaginaste ser enfermera en tiempos de pandemia ¿Cómo lo vives? Sobre todo por trabajar en el Hospital Juárez, que es un Hospital Covid en Yucatán…
Soy enfermera del área de Urgencias, sin embargo hace como un mes estuve trabajando en el área covid porque así lo requería la situación, había en aquel entonces algunos compañeros que tosían y no podían entrar, así que otro grupo los reemplazamos. Y aunque los pacientes covid entran por un filtro y de ahí pasan al área covid, en Urgencias podemos tener casos probables, así que nos protegemos mucho para trabajar. El área de Urgencia me encanta porque es de mucha adrenalina y compañerismo y, además, es el primer contacto con el paciente.
¿Cómo trabajas en el hospital hoy día, en tiempos de contingencia por el coronavirus?
Como en Urgencias estamos expuestos a posibles casos covid-19, con los compañeros comenzamos a exigir que se nos dieran todos los insumos para atender supuestos casos y nos están entregando todo: cubrebocas N95, guantes y batas especiales, caretas, googles… También exigimos una regadera y ya la tenemos, así que yo salgo del hospital ya bañada y cambiada. También se sanitiza nuestra ropa así que ahorita estamos bien y además en el hospital está la Guardia Nacional que cuida al personal.
¿Cómo fue y es ser enfermera y mamá?
Cuando estaba embarazada de mi primer hijo viajaba durante tres o cuatro horas para trabajar… Con el segundo hice lo mismo y, aunque sentía náuseas típicas del embarazo, nunca pedí incapacidad. Estoy muy agradecida con mi trabajo y mis pacientes, soy una enfermera a la que le gusta estar siempre sonriente, aunque tenga problemas. Para atender a los niños, recibo mucho apoyo de mi esposo Juan Miguel. Él es campechano y nosotros vivimos ahora en Becal, así que él los cuida cuando no estoy. Sabe que me gusta mucho mi trabajo. Elegí el turno noche, como muchas enfermeras mamás, para poder estar durante el día con mis hijos. Duermo en el camión cuando salgo de la chamba y después duermo un ratito antes de volver a trabajar. El resto del día estoy con ellos: jugamos, bailamos, nos disfrazamos, hacemos la tarea. Son niños muy buenos. Cuando descanso un rato antes de volver al trabajo, ellos se quedan conmigo en la cama viendo la tele y me cuidan. Estoy contenta porque puedo dedicarles tiempo cuando estoy con ellos.
¿Y cómo es ser mamá y enfermera en tiempos de pandemia?
Yo no tengo miedo de contagiarme porque tomo las medidas para que eso no ocurra. En mi trabajo exijo todo el equipo para atender a los pacientes y me lo dan. Hasta zapatos nos donaron hace poco y estamos muy contentos por eso. Me baño antes de salir y apenas llego a la casa, me vuelvo a bañar y a cambiar de ropa. Nunca dejé de abrazar y besar a mis hijos por la pandemia.
¿Sufriste algún tipo de estigmatización o discriminación desde que ocurrió todo esto del coronavirus?
Sí me ha ocurrido. Yo salgo de trabajar con mi uniforme blanco y muchas veces las combis no te dan parada. Vivo con el miedo de no poder subirme a la combi para llegar a mi pueblo. En otra ocasión, salía de Becal con una compañera que es asistente médica y un taxista nos dijo que íbamos a infectarlo y empezó a decir otras cosas que no vienen al caso… Tengo compañeros a los que les han tirado refresco y hasta huevos. Es muy triste todo esto, que la gente no tenga empatía con el trabajo que hacemos.
Danos un mensaje por el Día de la Madre
Antes que nada felicidades a las mamás del mundo, a las que trabajan en el sector salud, a las cajeras, a las que laboran en maquiladoras… A todas. Que disfruten su día aunque tengamos que celebrar alejados por la contingencia. Es mejor una vídeollamada, un mensaje o un llamado telefónico, siempre con la sana distancia. Después vendrán los tiempos de los abrazos y eso es mejor a estar separados toda la vida.- Cecilia García Olivieri.
(La imagen de portada es de Leslie Santos Bonilla).