Nostalgia y evocación de sabores, la clave del éxito de dulces y sorbetes Colón
¿Se puede trascender en un negocio en tiempo y espacio ofreciendo siempre lo mismo? Dulcería y Sorbetería Colón es un claro ejemplo de que sí se puede y lo hace desde hace ¡116 años! Van contracorriente de las innovaciones y nuevas tendencias y cada vez más gente los elige. Aquí te cuento porqué:
El filósofo y escritor Miguel de Unamuno es el creador de la frase progresista: “Renovarse o morir”. Y antes de escribir esta nota me pregunté una y mil veces porqué la tradicional Dulcería y Sorbetería Colón –que existe hace 116 años, con los mismos sabores de sorbetes, chambolas, los mismos postres exquisitos y las mismas sillas y mesas desde 1920- puede trascender el tiempo y el espacio y sigue siendo la elegida por millones de personas de Yucatán, estados del país y del mundo.
“Tradicional” es una palabra que escuché muchas veces hoy, cuando fui a la sucursal de Colón en el corazón de centro histórico meridano, enfrentito a la Plaza Grande. Me la dijeron los clientes que degustaban sus sorbetes, dulces y chambolas antes del mediodía y me lo dijo también Marian Alpizar Rodríguez, director general de Colón y cuarta generación que lleva adelante el negocio familiar.
Los sorbetes, chambolas y dulces que tiene Colón son pura tradición. Un señor de 80 años puede venir hoy día con sus bisnietos y va a sentir en sus papilas gustativas el mismo sabor a sorbete de mamey de su infancia. Y lo va a disfrutar en familia, con sus bisnietos. Y van a regresar todos juntos porque el sabor –natural y hecho con mucho amor- sencillamente es el mismo y se transforma en un paseo por la nostalgia.
Dulcería y Sorbetería Colón se niega a cambiar, aunque vayan contracorriente. Mientras la competencia se las ingenia para inventar helados con sabor a queso de bola y cochinita pibil, Colón sigue con las mismas y deliciosas frutas de estación de nuestra tierra. Y no fallan, siempre aciertan en el gusto de la gente.
Hoy me recibió Marian para platicar. Amable, simpática y con el amor a flor de piel por este negocio familiar, esta mujer de 38 años me cuenta cómo le hacen para ser uno de los negocios más prósperos de Yucatán, a pesar de preferir ser los mismos de siempre, con la autenticidad como bandera ante todo.
Y si, como decía Unamuno: “Renovarse o morir”… No tengo dudas de que lo que hacen en este negocio familiar es una renovación constante –minuto a minuto, palmo a palmo- de la tradición. Nada se estanca, todo fluye, porque para continuar también hay que renovarse cada mañana. Con ustedes, Marian Alpizar:
Dulcería y Sorbetería Colón ¿Es Mérida, Yucatán?
Es parte de, forma parte de Mérida, Yucatán. Llevamos más de 110 años estacionados en el mismo lugar, en el corazón de la ciudad. Somos parte de la postal del centro de Mérida.
Si de algo sabe Colón es de continuidad ¿Cómo se hace para trascender en tiempo y espacio como negocio?
Estamos comprometidos con la calidad del producto, eso es lo primordial. Es también una empresa que todavía es familiar y por eso no hemos querido crecer mucho más. El Colón tendría para crecer para todas partes, franquiciarlo tal vez… Sin embargo, estamos muy comprometidos a que el sabor sea exactamente el mismo del abuelito que llega hoy, prueba un sorbete y siente el mismo sabor que sentía cuando era niño. Eso queremos: generar recuerdos en distintas generaciones. Nosotros nos vamos por la parte de la nostalgia y la evocación de recuerdos de sabores.
¿Por qué crees que los elegimos siempre?
Del boca en boca nos van conociendo como una empresa de tradición. Pueden decir que estamos estancados en el tiempo, pero hemos logrado trascender tantas épocas en 116 años: gobiernos, conflictos, la era digital, la innovación… Los nuevos sabores están muy padres y me encanta la pluralidad, pero también creo que a la gente le gusta regresar a lo tranquilo, a lo básico, a lo seguro y con nosotros siempre saben a lo que están yendo.
¿Los sabores son los mismos de siempre?
Los de siempre: frutas de temporada y hemos metido sabores como la fresa, que no es de la región. La fruta se la compramos a productores locales y si no hay, nos la traen siempre de la central de abastos.
Da la sensación de que los colaboradores que aquí trabajan forman parte de la familia Colón ¿Es así?
Así es… Tenemos una rotación muy baja de personal porque los tratamos como familia y llevan muchos años con nosotros. El que menos tiempo tiene en Colón es de 5 años. Y los más antiguos son nuestros dulceros, muchos de ellos ya jubilados y que siguen colaborando porque les encanta su oficio y lo hacen también por salud mental.
Cuéntanos un poquito de la historia de Colón
Mi bisabuelo Vicente Rodríguez Pelaz fue un inmigrante español que llegó a América con su amigo Felipe Sánchez. Estuvieron a principios del siglo XX en Cuba y allí aprendieron sobre repostería y sorbetería. De hecho, muchos cubanos que nos visitan evocan con nostalgia los sabores de los dulces de su tierra. En 1906 llegaron a Mérida, Yucatán y en 1907 abrieron aquí la Dulcería y Sorbetería Colon, donde seguimos como hace más de 100 años. Tenemos seis sucursales: Centro, Paseo de Montejo, Paseo 60, Gran Plaza, Plaza Dorada y Francisco de Montejo.
Puedo imaginarme la respuesta pero hago igual la pregunta ¿Alguna novedad que nos cuentes de innovación?
(Se ríe) No, por el momento no. Quizás incursionemos más fuerte en las redes sociales, pero igual me gusta ver cómo Colón sigue a pesar de estar alejado del mundo virtual.
¿Cuántos litros de helado salen por día y qué es lo que más se vende?
Ahora y antes de las vacaciones hacemos entre 600 y 800 litros por día, en periodo de vacaciones es más. Lo que la gente prefiere es el soberte y los dulces son los preferidos de paladares más adultos, que se los llevan para reuniones o eventos o los comen para acompañar el sorbete.
Será una tradición de Yucatán, pero los extranjeros también caen rendidos a los pies de Colón ¿O no?
Definitivamente… Todos los extranjeros que visitan la ciudad seguro pasan por aquí.- Cecilia García Olivieri.
(En la imagen de portada, turistas de Tabasco probando chambolas)