“No es una ‘obligatoriedad’ estar siempre bien”
En la jerarquía del sufrimiento humano en pandemia, sin duda morirse de covid o perder a un ser querido por esta enfermedad van a la cabeza. Y si en confinamiento tuvimos otras pérdidas o duelos no importan tanto, son menos válidos. Pero no es así. Las pérdidas se van acumulando a lo largo de este año y tenemos derecho también a sentirlas. Esta nota habla del duelos desautorizados a los que es necesario darles derecho
No me enfermé de covid-19, tengo a mis seres queridos vivos, hay trabajo, mis hijos están sanos y entonces ¿Por qué me siento mal? Parece que no estamos autorizados a quejarnos por otras pérdidas que hayamos tenido en pandemia. Nos autocensuramos a sentir un duelo porque nos creemos sin derecho a hacerlo. Y eso no está bien.
Ese dolor que sentimos en reiteradas ocasiones durante este año de confinamiento y pérdidas tiene nombre y se llama “duelo desautorizado” o “pérdida no reconocida”, que no nos permite expresar el dolor porque “nada tan malo nos pasó” como morirnos por covid-19.
Pero al cabo de un año, las pequeñas pérdidas por vivir en pandemia (como perder un trabajo, una graduación, una fiesta de cumpleaños, los primeros pasos de la sobrina menor, las vacaciones canceladas, una separación, entre muchas otras pérdidas) se van acumulando y si no las sentimos, exteriorizamos, platicamos o lloramos, las cosas se complican.
Sobre el tema hablamos con la psicóloga y tanatóloga Reyna Gómora, quien nos aterriza perfectamente este duelo desautorizado a nuestras vidas y nos da herramientas para manejarlo lo mejor posible y, sobre todo, nos enseña a sentirlo. No te lo pierdas:
Durante este primer año de vida pandémica vivimos muchas pérdidas y no sólo de vidas por el covid-19. Pero igual decimos “No puedo quejarme” “Debo ser agradecido de que no me enfermé” “Soy afortunado a pesar de todo” ¿Por qué no nos sentimos con derecho al duelo de lo que perdimos?
Es una cuestión cultural por un lado, instalada en nuestra sociedad como una obligatoriedad de ser positivos ante todo. Y por otro lado, como que no tienes derecho a sufrir porque sólo lo pueden hacer los que están peor que tú. Tampoco somos conscientes porque no hay una cultura de las pérdidas y no nos hemos preparado para los cambios grandes y abruptos que estamos viviendo. Estamos más volcados hacia el afuera y no hacia nuestra historia interna. No se nos murió nadie pero no sé qué hacer con esto que siento, no sé ni cómo llamar a lo que estoy sintiendo. Y como nunca toqué estos temas, ahora la pandemia nos pone enfrente de ellos y no sé ni qué sentir ni cómo experimentarlo.
¿Por qué no podemos reconocer esas pérdidas y sentimos que tenemos que pedir permiso para afligirnos?
Porque, como decíamos, es una obligatoriedad ver lo positivo, lo bonito, porque “la vida es linda”. Se hizo una ola imparable de esta filosofía poco realista que suena bonita, pero la realidad es que están sucediendo cosas que nos provocan agotamiento físico e intelectual y el estar encerrados y aislados es malo. Y no es una obligatoriedad estar siempre bien. Necesitamos vincularnos para sentirnos parte de esta vida, desde la biología incluso. El aislarnos no nos permite desarrollarnos, incluidos los niños que necesitan jugar, correr, moverse y sociabilizar. Tanto para los chicos como para los adultos, esto es muy desgastante.
¿Qué es el duelo sin derechos?
Hay diferentes autores que le han propuesto nombres a este sentir. Puede llamarse también “duelos desautorizados” o “pérdidas no reconocidas”. Y son estas pérdidas que no son validadas por la sociedad, que las ve como algo menor o como si no tuviéramos derecho de sentirlas. Ahora en pandemia vemos pérdidas importantes que no necesariamente van a llevar a un duelo, pero las vivimos y nos causan estas sensaciones, sentimientos y emociones no agradables que evitamos sentir. Las vivimos en la falta de libertad de tránsito, en la falta de relaciones laborales, en problemas económicos importantes y no tener tranquilidad en el hogar y esto nos lleva a una pérdida de identidad y seguridad. Y nos provoca mucho miedo.
El otro día me enteré del caso de una persona que recibió un diagnóstico de cáncer durante la pandemia ¿Cómo manejar una situación así?
Parce que no puedes padecer ninguna otra cosa que no sea covid en pandemia…. Es muy complicado porque hay enfermedades como el cáncer en las que ya no puedes ni acompañar a un familiar a un hospital. Sin embargo, en los duelos es importante sentir que hay una mano solidaria e incondicional a nuestro lado para transitar el proceso. Si no te puede acompañar al hospital por el covid, puede estar de otra forma. Es fundamental buscar una red de apoyo fuerte y estable a nuestro alrededor.
Dicen que una forma de sobrellevar las pérdidas es empatizar y ayudar a otra persona ¿Lo recomiendas?
¡Claro que sí! Porque desarrollas empatía y permites que tus neuronas espejo se pongan en movimiento y te sientes útil y empático. Es una forma de generar bienestar interno el saber que tu mano solidaria apoya a alguien que lo necesita y ahora nos sirve ese equilibrio. El saber que pudiste ayudar a alguien genera una buena respuesta de relación hacia adentro.
¿Cómo hacemos para encontrar momentos de gozo en medio del sosiego del confinamiento? Danos consejos
✅ Antes que nada conocernos y saber cuáles son las cosas que más disfrutamos en la vida. El autoconocimiento es la base para sentirnos bien.
✅ El contacto con la naturaleza siempre ayuda y genera bienestar a nuestro cerebro. Puede ser frente al mar, al aire libre, en un parque, donde quieras…
✅ Moverse es fundamental, ya sea hacer ejercicio, bailar, caminar… Deja que tu cuerpo se mueva.
✅ Relacionarse con los demás, ya sea con sana distancia o de forma virtual, siempre y cuando sean personas que sean significativas para ti, que te hagan reír, que te escuchen y que tú escuches.
✅ Desconéctate, aunque sea un momento y sobre todo si estás muchas horas haciendo lo mismo. Sal a darte un baño de sol y regresa.
✅ Ayudar a otros sirve también, siempre y cuando sea en las medidas de tus posibilidades, sino puede causar estrés y no funciona.
✅ Es fundamental tener en cuenta que si las necesidades básicas no están resueltas, es imposible generar todo lo que mencionamos antes. Si no tengo para comer o mis hijos no tienen para comer, ninguno de estos consejos sirve. Antes que nada hay que atender las necesidades básicas para que no nos sintamos tan presionados y podamos seguir adelante.- Cecilia García Olivieri.