“Natividad” robada
Columna navideña
Por Cecilia García Olivieri.
Las luces y sombras que logra Caravaggio en “Natividad con San Francisco y San Lorenzo” hipnotizan. Tenebrista, el pintor de Milán, realizó esta obra por encargo en 1609. Estaba en el oratorio franciscano de San Lorenzo en Palermo hasta que, en 1969, se la robaron. Nunca más se supo de ella.
Y siento que hipnotiza porque no es una pintura común del nacimiento del Niño Jesús. En la escena más clara y optimista del catolicismo, Caravaggio la pinta casi negra. La Virgen María luce cansada y con la ropa desordenada luego de dar a luz a Jesús, quien no está en sus brazos como acostumbramos a verlo: está en el suelo y al final del cuadro.
Dicen que, ajustándose a los deseos de quienes le encargaron la obra, Caravaggio incluyó dos santos en la pintura. San Francisco aparece reflexivo a espaldas de María y San Lorenzo está más predominante a la izquierda del lienzo con ropaje luminoso ocre que lo hace destacar. José está de espaldas y en el suelo, junto a María y el Niño Dios y señala a su hijo. Se lo ve joven y con las piernas descubiertas.
Quizás que lo más católico de la obra sea el ángel sobrevolando la escena. Lo demás, fiel al manierismo en el que se destacó Caravaggio, es frío pero coloreado, caprichoso, un poco violento y, sobre todo, anticlásico.
Esta maravillosa obra fue robada del altar del oratorio de San Lorenzo de noche, entre el 17 y 18 de octubre de 1969. Hay muchísimas teorías sobre el robo, que se lo atribuyen a la mafia italiana. La obra, de dos metros por 2,5 metros, fue cortado con cuchilla para poder separar el lienzo del cuadro y, cuando se desprendió, se desplomó en el suelo. Pesaba casi 100 kilos y la pintura, delatora, quedó esparcida en el piso.
¿Cuántos entraron a la iglesia esa noche probablemente fría de octubre? ¿Eran hombres y mujeres? ¿Cómo cargaron las telas cortadas? ¿Las subieron a un auto o a una camioneta? ¿Adónde las guardaron la primera noche? ¿A qué olía la obra de Michelangelo Merisi da Caravaggio?
Tantas preguntas sin respuestas… Hasta se habla de un acuerdo entre la Cosa Nostra y el gobierno italiano debido a una declaración del jefe de la mafia Gaaetano Baladamenti, quien aseguró a un medio inglés en junio pasado que “Natividad con San Francisco y San Lorenzo” no fue destruida, sino que se puso a la venta en el merado negro de obras de arte.
Mientras tanto el Vaticano hace su investigación propia sobre el paradero de la obra y asegura que, si no aparece, excomulgará a los mafiosos (sí, a esos que les da la comunión hoy día).
38 años tenía Caravaggio cuando pintó esta óleo sobre lienzo. Al año siguiente murió de fiebre, una enfermedad sexual o hasta de insolación, dicen. Tuvo una vida tumultuosa, mató a una persona y huyó durante mucho tiempo. A 409 años de esta obra maestra y a casi medio siglo de su desaparición, sigue tan vivo como nunca.
“Natividad” regresó a la iglesia de Palermo como una reproducción de alta resolución que costó 100 mil euros. No es lo mismo, nunca lo será. Pero nos recordará siempre esa mirada caprichosa de la Navidad que sólo Caravaggio podía regalarnos. Gracias, maestro.