Mujeres, amistad, vida y muerte dignas desde “La habitación de al lado”
Columna Mínimas Sudacas
Por @LaFlacaDelAmor
Entre la vida y la muerte pasa sus días @LaFlacaDelAmor antes de terminar 2024. Entre el nacimiento del Niño Dios, el aniversario de la muerte de su padre, el cumpleaños adolescente de su hijo, el nicho frío y lleno de flores de Gustavo Cerati que le mandan en video desde La Chacarita y Pedro Almodóvar, sumando otro historia a su vida, con mucha vida y mucha muerte. Pasen y lean su reseña de “La habitación de al lado”, ya en los cines meridanos
Hoy vine por primera vez en mi vida sola al cine: sin amigas, sin pareja, sin hijos, palomitas ni refrescos. Sola yo y mi alma para celebrar el rito que llevo décadas haciendo imperfectamente: ver en la pantalla grande el estreno de una película de Pedro Almodóvar. Y cómo lo disfruté, mama mía…
“The room next door” (La habitación de al lado”) se llama el último largometraje del director y escritor manchego y el primero en inglés. Llegó a México y a Mérida la semana pasada y es probable que no dure mucho en cartelera, así que si tienes chance, no te la pierdas. En la sala del Cinemex de Uptown hoy sábado las 3:10 pm éramos siete personas viendo la peli.
Pedro (perdón la confianza, pero es parte de mi vida su filmografía) se lanza al ruedo de rodillas y haciéndole frente al toro: sobre cáncer terminal, eutanasia, vida, muerte, mujeres y amistad profunda y hasta de cambio climático trata “La habitación de al lado” y su punto de partida proviene de la novela “Cuál es tu tormento”, de la autora estadounidense Sigrid Nunez.
Ingrid (Julianne Moore) es una escritora famosa que acaba de publicar un nuevo libro (la muerte está en la historia) y regresa a New York para presentarlo. Allí se reencuentra con su antigua amiga Martha (Tilda Swinton), una reconocida corresponsal de guerra con un diagnóstico de cáncer de útero terminal.
Tilda sobrevivió a muchas guerras por su trabajo y ahora quiere decidir sobre su vida y su muerte, sin librar batallas para ser una héroe si vence al cáncer o una perdedora si no logra derrotarlo. Y “decide decidir” sobre su cuerpo, cerebro y alma y le pide ayuda a su amiga Ingrid para lograrlo.
Y aunque la eutanasia sigue siendo un tema complicado para abordar, Pedro lo hace con la mano en la cintura y hasta en inglés, contando a la perfección el vínculo entre Ingrid y Martha, estás “chicas Almodóvar” sajonas y universales, con una conexión increíble entre ellas que trasciende la pantalla grande.
A pesar de que no transcurre en Europa ni en español, “La habitación de al lado” tiene la estética almodovariana de siempre, con colores vibrantes, tremenda fotografía y música que viene como anillo al dedo.
El tándem Ingrid-Martha/ Moore-Swinston es poderoso y bastante perfecto, con luz propia cada personaje. Y aunque pareciera que Julianne Moore es la que vive más emociones en la peli y Tilda está más clavada en su muerte, personalmente me identifiqué más con Tilda y su decisión de morir. Admiré su entereza, valentía, transparencia y claridad, a pesar del miedo y la vida. A pesar de todo.
De un tirón y antes de terminar un caramel machiatto me salió esta reseña, sin anestesia. Si pueden, vayan a verla y me cuentan. Y ojalá todas y todos podamos vivir para elegir morir dignamente. Y que nadie nos lo demande.