Muerte de George Floyd: “El veredicto es un punto de inflexión y eso puede ser peligroso”
La muerte de George Floyd levantó una ola mundial de protestas contra el racismo y la brutalidad policial. Pero ahora que el ex policía Dereck Chauvin fue hallado culpable de su asesinato en Estados Unidos, ¿Qué efectos tendrá este caso? Eddie Glaude, presidente del departamento de estudios afroamericanos de Princeton, opina del tema , no te lo pierdas:
El veredicto en el juicio de Derek Chauvin, el exagente de policía que colocó su rodilla en el cuello de Floyd hasta que este dejó de respirar, fue visto ayer como algo excepcional hasta por el presidente estadounidense Joe Biden. En un país donde los policías rara vez son condenados por asesinato, el jurado popular declaró a Chauvin culpable de los tres cargos de homicidio que enfrentaba por su acción como uniformado el 25 de mayo pasado.
“Estamos en un interregno, una especie de punto de inflexión”, señala Eddie Glaude, presidente del departamento de estudios afroamericanos en la Universidad de Princeton. Y advierte que “por supuesto que un momento así puede ser muy peligroso”.
Lo que sigue es una síntesis editada del diálogo telefónico con este reconocido intelectual, autor de libros como “Democracia en negro: cómo la raza aún esclaviza el alma estadounidense”:
¿Cuál es el significado histórico de este veredicto para EE.UU.?
Es un caso donde el sistema judicial realmente trató la vida de una víctima negra como si importara. Esto es, una víctima negra a manos de la policía. Por lo tanto, señala de alguna manera la posibilidad de un cambio sustancial, de un cambio en la forma de vigilancia policial en el país. Pero eso aún está por verse.
¿Usted esperaba un veredicto de culpabilidad en todos los cargos para Derek Chauvin?
No estaba seguro, honestamente. No sabía qué iba a hacer la corte. Tenemos una larga historia de este tipo de casos en los que la policía no es responsabilizada. Entonces había una especie de escepticismo sobre lo que haría la corte. En realidad estaba muy, muy nervioso y ansioso por lo que iba a pasar.
¿Y cuál es su sentimiento ahora?
Un sentimiento simultáneo de cansancio y preocupación. Estamos en un interregno, una especie de punto de inflexión. Y siempre que estás en este tipo de momentos de transición, es un momento de crisis y posibilidad. Por supuesto que un momento así puede ser muy peligroso. Entonces es alivio, agotamiento y ansiedad.
¿Por qué está preocupado y cree que este puede ser un momento muy peligroso?
Porque el país está lidiando con su identidad, está lidiando con cambios culturales, cambios demográficos. Hubo toda esta preparación para una posible violencia de los manifestantes si había un veredicto de no culpabilidad. Pero realmente hubo poca o ninguna conversación sobre cuál sería la respuesta de la policía si hubiera un veredicto de culpabilidad. Sabemos que tenemos una profunda crisis policial en este país. Y uno de ellos acaba de ser condenado por los tres cargos. Entonces, estoy nervioso por nuestras comunidades.
Para dejar esto claro, ¿cree que podría haber una reacción adversa de la policía por este veredicto?
No lo sé. Puedes ver ralentizaciones… No sé cómo van a responder los sindicatos policiales. Estoy seguro de que se hablará de titubeos en torno a la vigilancia policial, podría haber paros laborales. ¿Quién sabe? Lo que sí sabemos es que uno de los suyos ha tenido que rendir cuentas. Y no es que ese veredicto vaya a cambiar repentinamente los problemas sistémicos con la policía en el país. Entonces, ¿puede imaginar qué sentirán en este momento comunidades que están sobrevigiladas y subprotegidas? Así que estoy preocupado, y no estoy prediciendo nada. Sólo estoy expresando una preocupación, porque este caso es solo una instancia, es un momento inaugural. Pero tiene que haber un cambio sistémico continuo. Y eso va a ser costoso.
¿Ve al gobierno de Biden a favor de ese cambio en este momento? Antes del veredicto, el propio presidente dijo que las pruebas en el juicio eran abrumadoras…
Sí, quiero decir, el presidente Biden ha expresado su compromiso con el proyecto de ley George Floyd de justicia en la policía. Y eso es como un comienzo, una especie de piso para cambiar la naturaleza de la policía en el país. Tenemos que cambiar el tipo de fundamentos de cómo vemos ciertos tipos de comunidades. Y tenemos que cambiar, desde mi punto de vista, el encuadre de la ley para tener una conversación mucho más sólida sobre seguridad y protección. Todas las comunidades merecen estar seguras, pero no se trata solo de encarcelamiento, del uso potencial de fuerza letal por parte de la policía. Sin embargo, lo presionarán. Lo presionará el activismo en marcha en el terreno, porque esto no se detendrá.
Usted dice que aún está por verse cuáles serán las consecuencias o la importancia de este juicio desde un punto de vista histórico…
La importancia y consecuencias del juicio se confirmarán con el tiempo. Depende de lo que hagamos ahora para avanzar. La justicia es una práctica, no un fin. El caso se ha resuelto hoy, pero tenemos mucho más trabajo por hacer.
¿Qué pasos próximos esperaría?
Creo que el paso inmediato es aprobar una legislación que elimine la inmunidad calificada, que comience a permitirnos responsabilizar a la policía, para implementar prácticas uniformes de uso de la fuerza. Pero de nuevo, ese es el piso. Tenemos que empezar a hablar de despenalización. En EE.UU. puedes estornudar y violar una ley. Así que tenemos que ver cómo disminuir los momentos de contacto entre la gente común y la policía, porque la policía tiene el uso legítimo de la fuerza letal. Por lo tanto, cada encuentro con la policía conlleva el potencial de una fuerza letal. Tenemos que empezar a mirar el código y hablar de despenalización, para que esas paradas de tránsito no terminen de la forma en que lo hicieron. También debemos comenzar a pensar en una financiación amplia de servicios sociales dentro de las comunidades que se ven privadas de recursos.
De nuevo, este es sólo el comienzo de una conversación mucho más intensa sobre la vigilancia policial, sin la suposición que de alguna manera ha apuntalado la vigilancia policial en el país durante los últimos 40 o 50 años. La era de Reagan está muerta, la vigilancia policial que surgió de ese período está ahora en su lecho de muerte, así que debemos ver qué la reemplazará.
(FUENTE: Gerardo Lissardy, para BBC News Mundo)