Yucateca ella, jugadora profesional de boliche y la primera mujer en la historia de este deporte en México en presidir la Federación Mexicana de Boliche (Femebo). Se llama Elsy Noemí Sánchez, le dicen Mimí y aquí nos cuenta su conexión con este deporte que le cambió la vida y qué se trae entre manos como dirigente nacional

Hablar con Elsy Noemí Sánchez Pérez hoy no es fácil. Su teléfono te manda todo el tiempo al buzón de voz y es que no para de recibir llamadas por su reciente nombramiento como presidenta de la Federación Mexicana de Boliche (Femebo). Elsy o Mimí, como la conocen todos, es la primera mujer en la historia del boliche de México en presidir la federación y nosotros estamos orgullosos porque, además, es yucateca.

El boliche forma parte de la vida de Mimí desde que tenía cinco o seis años y la bola jamás se despegó de ella. La trae como pegada a la mano y, aunque dejó de competir en 2016 por un problema en la rodilla, lleva la pista, la emoción y la adrenalina del juego pintada a flor de piel. Y quiere que sea más justo, equitativo y de participación diversa a partir de ahora. Y se trae excelente ideas entre manos para que así sea.

Y a pesar de que el teléfono estaba ocupado todo el tiempo, Mimí se hizo un ratito para platicar con Sumario Yucatán y aquí te contamos su historia y lo que se viene para la Femebo… No te lo  pierdas:

Defínete en pocas palabras, como si fuera un tweet

Mimí es una persona que siempre está pendiente de la justicia y me aboco a que el deporte sea justo, transparente y legal. Soy así en todos los aspectos de mi vida. Y también soy una persona muy directa.

¿Cómo te acercaste al boliche? Cuéntanos un recuerdo que te venga ahora a la mente

Fue de muy niña. Tendría cinco y o seis años, vivíamos en New York y recuerdo que a media cuadra de la casa había un boliche y ahí íbamos con la familia. Mi mamá nos llevaba a mi hermano y a mí diario para que sacáramos energías porque éramos muy traviesos y los fines de semana que mi papá no trabajaba, íbamos en familia a jugar boliche. Tengo hermosos recuerdos de esa época.

¿Qué sientes cuando juegas boliche? ¿Qué te pasa en el cuerpo y en la cabeza?

El boliche para mí es una forma de vida. Desde el momento que estoy en la pista y toco la bola, me desconecto de todo. Y siempre tengo en la cabeza la canción “Under pressure” de Queen, que me acompaña para tirar. El boliche aflora mis fortalezas, me relaja y te puedo decir que si jugara las 24 horas del día, sería la mujer más feliz el mundo.

Orgullosamente yucateca y presidenta de la Federación Mexicana de Boliche (Femebo) ¿Qué se siente? ¿Eres la primera mujer en presidir esta federación?

Soy la primera mujer en presidir la federación y para mí ha sido un honor y privilegio que mis compañeros de las asociaciones de los estados hayan depositado tanta responsabilidad en mí. El boliche nacional siempre ha sido manejado desde el centro del país y las cosas no estaban bien. Había mucha influencia del ex presidente José Amado Aguilar, quien actualmente preside la Confederación Deportiva Mexicana y por algún motivo, sin ser presidente, metía mano en la Femebo. Por muchos años no se tomaba la opinión de los estados y se beneficiaba al centro del país. Pero hubo cambios y luego de un proceso electoral plagado de irregularidades, el actual presidente Gerardo Arrioja renunció y yo, como vicepresidenta, asumí la presidencia. En Asamblea Extraordinaria se decidió que no se realizaran nuevas elecciones y los compañeros de los estados me pidieron que me quede como presidenta hasta 2024. Ahora trabajamos en equipo y la opinión de todos vale para mejorar la situación. Se van a acabar los problemas internacionales y el “Siempre no hay dinero” porque yo estoy aquí y soy muy derecha.

¿Qué lugar tiene la mujer en el boliche mexicano?

 Ahora se le está dando más campo de trabajo y de acción a la mujer y se nota que hay más apertura, pero antes era sólo de hombres. Contamos en México con extraordinarias atletas mujeres que nos han representado en el mundo como Sandra Góngora, Ileana Lomelí y Lilí Robles. Tristemente no han tenido apoyo de la Femebo, pero eso ahora se va a acabar. Si te ganas tu lugar, se te va apoyar.

¿Cómo jugamos boliche los yucatecos?

Un entrenador de CDMX que radicaba en Yucatán nos explicaba que la complexión física de los yucatecos era muy fácil de adaptarse al boliche. Es un deporte que requiere de fuerza en piernas, tronco y brazos y es un juego de mucha mente y concentración. La pista tiene una capita de aceite que tiene un grosor menor a un billete y ese aceite se va moviendo cada vez que tiras. Así que debes estar pendiente de hacer transiciones en tu juego todo el tiempo y la concentración es clave para esto. Y para darte un ejemplo de cómo sobresalimos en Yucatán en boliche, te cuento que Melina Eresbey Pérez fue becada por su juego de boliche en una universidad de Illinois, Estados Unidos y estamos muy orgullosos por eso. La próxima que se irá también con beca para estudiar en Estados Unidos será Desiré Villalobos y es otro gran motivo de celebración.

Cuéntanos alguna novedad que te traes entre manos para la federación que presides.

Uno de mis deseos más grandes es incluir un evento nacional anual de boliche para personas con capacidades diferentes, es mi ilusión más grande. Nunca se hizo algo así en México.

Invita a la gente a practicar boliche

Invito a todo el mundo a practicar boliche porque te cambia la vida y te voy a contar una historia: Un niño llegó a nuestra escuelita con depresión porque había perdido recientemente a su mamá, no sonreía y hacía puro llorar. Su papá lo comenzó a llevar y el niño arrancó con el entrenamiento. Un día encontré al papá llorando y le pregunté qué pasaba y me respondió, emocionado: “Tenía mucho tiempo de no ver a mi hijo tan feliz…”. El boliche es incluyente, pueden jugar todos sin distinción de género, edad, peso, tamaño ni nada… Es un deporte individual pero se trabaja en equipo y eso es fundamental. La Asociación de Boliche de Yucatán te espera para jugar en Altabrisa Bowling, estamos los lunes, miércoles y jueves, de 5 a 7 pm y los esperamos a todos.- Cecilia García Olivieri.