Maternidad, sin lados A o B
Columna Domingo Sudaca
Por @LaFlacaDelAmor
Fui mamá en dos países: México y Argentina. Julia nació en Mérida hace más de 16 años y Martín en Buenos Aires, hace casi 12 años. Hoy celebran las mamuchas argentinas su día y yo me prendo a los festejos, porque si es cuestión de celebrar, ahí estoy, al pie del cañón.
Y me gustaría en este espacio hacer un “mea culpa” y desmitificar algo que dije muchas veces como disco rayado: “EL LADO B DE LA MATERNIDAD”. Me refería siempre a esas situaciones en las que, mamitas de todo el mundo, se enfrentan a situaciones de maternar que son incómodas, agotadoras, de hartazgo y soledad. El lado B de la Maternidad para mi fue siempre “tener ganas de patear el tablero” y no hacerlo, claro. Porque no se puede, porque la única presencia irreversible en nuestras vidas es la de los hijos, vivos o muertos.
Hoy digo que me equivoqué, que NO EXISTE el Lado B de la Maternidad. Que la maternidad es UNA SOLA con todo lo que ello conlleva: amor, instinto, trabajo diario y constante, cansancio, ganas de irse volando a otro planeta, negación, responsabilidad compartida y no compartida, criar, criar y trabajar, sensación de soledad y soledad in situ.
No es que “lo bueno” está en el LADO A y “lo malo” está en el LADO B, no señoras y señores. Está todo junto, mezclado, aggiornado, en un loop constante, en cambios de la noche a la mañana, de un segundo al otro. Las mamás somos humanas que tenemos responsabilidades sobre otro humano y ahí vamos criando y lo hacemos, ni A ni B… Lo hacemos como sale. Nadie nos enseñó y nadie puede enseñarnos, a menos que nosotras pidamos ayuda o que llegue como debe llegar.
Ojalá maternar sea algo más llevadero para todas siempre. Ojalá sea una responsabilidad compartida, ojalá sea menos lupa crítica sobre la mamá y más amor y cobijo para ella.
Ser mamá te cambia toda: el cuerpo, la cabeza y el alma. Es una transformación constante y una responsabilidad forever. Y nos hace sentir miedo, que está muy estigmatizado pero también, como a los animales, nos salva de ser devoradas y devorados, nos pone alertas y nos protege.
Hoy, las celebro a todas, no importa si nacieron aquí o allá… Y pidamos focos en estos temas, chicas:
-Licencias por paternidad que ya no sean dispares.
-Manutención para hijas e hijos que exista, sea justa y digna, porque sigue siendo altísimo el porcentaje de hijos que no la reciben o es indigna.
-Tareas del hogar que ya no sean feminizadas ni invisibilizadas.
-Cuidado de hijas e hijos que no sólo esté vinculado a nuestro género ni que la participación el hombre o papá sea de “ayuda”. No señora, no señor… TRABAJO COMPARTIDO.
Sí, la maternidad transforma, pero no dejamos de ser mujeres después de tener hijos. Así que a exigir lo que corresponde y a hacer de la maternidad algo más digno y disfrutable, SIN LADOS A NI B DE LA MATERNIDAD.
He dicho ¡LINDO DÍA PARA TODAS SIEMPRE Y CON MUCHA SALUD MENTAL!
(La imagen es de Lalupa.press).
Me encanta lo que dices, pienso que no tenemos lados A o B, son etapas de aprendizaje de la vida, porque aunque nos lo adviertan no lo aprendemos hasta que lo vivimos, yo admiro a todas las madres, sobre todo como tu que son todo terreno, y si una tiene que aprender a delegar la enseñanza y responsabilidad con la pareja para que todo sea compartido, porque muchas veces nosotras somos quien impide que sea así, pero bueno es una larga charla de café!! besos, te admiro !!!
Te quiero mucho, Vero.