Los tiempos están cambiando
Columna: Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
Hasta hace no mucho, el control -o mejor dicho la influencia de Televisa en el fútbol mexicano- iba de la mano de la creencia de que en esa televisora se aprobaba o se descalificada muchas de las decisiones que afectaban el desarrollo de la liga profesional mexicana.
Y no era para menos, ya que el consorcio televisivo a lo largo de más de 50 años ha sido uno de los grupos empresariales más importante del país y su presencia en el negocio del fútbol ya es parte de la propia historia del deporte, siempre de forma polémica porque es juez y parte.
“Juez” ya que cada semana en sus diferentes espacios noticiosos se encarga de analizar y hablar del día a días del quehacer de la Liga Mx. Y “parte” al ser los dueños del estadio Azteca -la sede más importante del país- y de tener a uno de los equipos más populares como lo es el América.
Siempre habrá la duda de si esa “grandeza” del América sería la misma sin el aparato y escaparate que significa tener detrás de ti a una compañía de medios de comunicación y todo lo que eso implica.
Por muchos años en Televisa se aprobaron los cambios de reglas que se dieron en la estructura del fútbol mexicano. Desde lo mínimo hasta lo relevante como fue crear un “draft” de jugadores que siempre veló por los intereses de los dueños; y hasta se dice que muchos entrenadores de la selección mexicana tenían que tener el visto bueno de los Azcárraga, familia dueña del emporio televisivo, para poder llegar al cargo.
El peso de Televisa hasta el día de hoy nadie lo niega. Sin embargo algo está cambiando que ese poder lejos, de consolidarse y volverse absoluto (que en algún momento lo fue), al parecer está mutando en algo que antes de morir o desaparecer prefiere dividirse con tal de ostentar un poder con la idea de que un pedazo del pastel siga siendo para ellos, buscando siempre la mayor rebanada.
No es un secreto que la llegada del internet y una mala lectura de los nuevos tiempos en materia de negocios le ha provocado a la televisora una gran pérdida económica y de poder, al grado que tuvo que ceder en temas que hasta eran intocables. Como no objetar que otras televisoras obtengan concesiones para transmitir partidos con equipos que antes eran exclusivos de ellos como lo ha hecho Fox y ESPN o compartir la transmisión y los derechos de los partidos de la selección con TV Azteca
Súmele que a la pérdida de presencia, ha surgido un nuevo protagonismo de equipos que antes estaban relegados a un segundo plano y era imposible pensar en que pondrían condiciones a la Federación Mexicana de Fútbol como es el caso de Tigres, Monterrey y Pachuca. Basta recordar el no que Tigres le dio a Televisa y la FMF con la petición de ceder a su entrenador Ricardo Ferreti para que se fuera a dirigir a la selección. En otros tiempos la historia hubiera sido diferente.
Sin embargo, Televisa es un viejo lobo de mar y a pesar de que ya no tiene el peso de antes, ha logrado mantener el control de la parte administrativa de la Selección de México y de poner a uno de los suyos al frente de la federación como es Yon de Luisa. Sin duda los buenos resultados en materia de dinero es el mejor aval para permitir que gente ligada a Televisa sea la que mueve los hilos del Tri y de la liga.
Pero la semana pasada un nuevo golpe volvió a mermar la influencia del emporio televisivo en el universo futbolero mexicano al hacerse oficial que TV Azteca llegó a un acuerdo con Chivas para transmitir sus partidos. Para nadie es un secreto que, desde hace mucho, el raiting a la hora de trasmitir partidos se los lleva Azteca y por mucho. Y ahora con el impulso que le dará este nuevo socio al “rebaño sagrado” se espera que por lo menos a nivel mediático Guadalajara le compita de “tú a tú” al América.
Hoy los americanistas celebran ser el equipo más ganador en México con el último título obtenido, pero sin duda las cosas están cambiando. La cancha está más pareja que antes. Vamos a ver si éste debacle corporativo es permanente o como ave fénix, Televisa logra renacer en perjuicio del fútbol mexicano.
Era impensable que Televisa se iba a cruzar de brazos mientas que veía que su competencia televisiva hacía una alianza con su competencia deportiva. Es un hecho que el debilitamiento económico de los dueños de la América está generando cambios, lo cual es sano para el fútbol mexicano. La selección azteca sigue siendo administrada por Televisa y se espera que los cambios tarde que temprano lleguen al TRI, aunque para eso tarde un poco más, pero todo indica que van a cambiar.