“Los pacientes ‘covid’ viven en un estado de desesperación”
Gregorio Vázquez entiende su fortaleza como profesional de la salud por la forma en que ve a los ojos de sus pacientes. Y hoy día este enfermero del área covid de la T1 pone todo su temple, valor y empatía para trabajar a diario con enfermos de esta pandemia tan inédita como llena de incertidumbres, sin vacuna pero con muchas pilas para transformar el miedo en paz y sonrisas. En el Día Internacional de la Enfermería la damos la voz a Greg en esta entrevista, no te la pierdas:
Si existiera un medidor de pasión por la profesión que vaya de 1 a 10, Gregorio Vázquez Sierra rozaría el 11. Este hombre de casi 45 años –los cumple el 20 de mayo próximo- es enfermero y todos los días pone el corazón y el alma para atender a sus pacientes del área covid del Hospital Regional T1 del IMSS. Y aunque hoy día no hay vacuna, él sabe a ciencia cierta que las palabras mezcladas con ánimos y condimentadas con una gran sonrisa y esperanza son claves para que los enfermos de esta pandemia puedan seguir adelante. Y él sabe cómo hacerlo.
Hoy es un día especial para Greg. Después de un mes y medio de descanso –trabajando en otras áreas del hospital- hoy regresa al covitario, como marca el protocolo de atención a los enfermos de esta pandemia. Y lo hace justo en el Día Internacional de la Enfermería y con un impulso, temple y ganas admirables, realmente.
Actualmente en el covitario de la T1 hay 10 casos del virus covid-19: dos pacientes con asistencia respiratoria y ocho en observación. Todos los días Greg y sus compañeros del área se colocan unos trajes especiales para atenderlos. No es fácil convivir siete u ocho horas con tal grado de protección por el calor y sofocamiento que sienten –“no te imaginas cómo transpiro”, nos cuenta-, pero nada se compara para él con la sonrisa con que lo despiden sus pacientes y el “Que Dios lo bendiga” que le regalan cada vez que se va para regresar al otro día y así…
La plática con Greg sin duda nos acerca más y nos ayuda a empatizar, no sólo con el hombre enfermero del covitario, sino también con la pandemia que nos toca vivir a todos. Conózcanlo:
¿Por qué elegiste ser enfermero?
Por mi madre Dulce María (Sierra Yam). Ella es enfermera y lleva ya 40 años de servicio y sigue trabajando. Ella es mi heroína y mi ejemplo a seguir. Siempre me impactó la vocación que tiene de servir a los demás. Ella empezó empíricamente, la invitaron a participar en un programa de nutrición en el interior del estado, hace más de 40 años. Con el tiempo le gustó y fue superándose, estudió la licenciatura y su especialidad. Ahorita es jefa del Centro de Salud de Mérida.
¿Te imaginaste alguna vez vivir en tu profesión una pandemia?
Jamás. Viví la influenza N1H1 en el Hospital O’Horán, pero no fue como esto. Lo que más me impacta de trabajar en el covitario es la manera tan súbita como los pacientes se desaturan (dejan de tener oxígeno en la sangre) y en dos horas fallecen. La verdad ha muerto mucha gente de covid-19, esa es la realidad y son más personas de las que dicen.
¿Qué es ser enfermero covid y qué te distingue de los otros colegas?
Respeto mucho a mis compañeros, pero a veces -como se los digo- la vocación de servicio es parte fundamental de nuestro trabajo, sin embargo en esta pandemia hace falta mucho temple y valor y muchos de mis compañeros no lo tienen. Entran al covitario y se han desmayado o sienten mucha angustia y desesperación, como si se ahogaran. No es para cualquiera trabajar en covitaje y, aunque por el traje que llevamos los pacientes no nos ven, con los ojos hay que transmitirles que estamos allí con ellos. Hay que hablarles mucho, tener una relación empática porque, la verdad, no hay medicamento para curarlos y viven en un estado de desesperación.
Si tuvieras que darle un color, un olor y estado anímico al virus covid-19…. ¿Cómo te lo imaginas de acuerdo a tu experiencia diaria?
Me lo imagino negro, con olor fétido y su estado anímico –o el que provoca- es desesperación.
Si tuvieras que ponerle una banda de sonido a este momento laboral de tu vida ¿Cuál sería?
Me gusta mucho el Himno Nacional en banda de sonido, me impacta. Nuestro himno habla de estar en pie de lucha y así estamos nosotros hoy día.
¿Cómo te proteges para trabajar y qué apoyo encuentras entre colegas de las autoridades del IMSS?
Al principio no había insumos y los comprábamos nosotros: cubrebocas N95, googles, máscaras faciales y gorros. Ahora ya nos proporcionan un kit para trabajar que trae todo esto. El traje completo trae todo lo mencionado, además de guantes quirúrgicos y de nitrillo, botas y unos overoles.
Esto es algo desconocido y hay mucha gente que murió sin ser tomado como covid-19. Tuvimos muchas neumonías atípicas y estamos seguros que eran covid. En mi plantilla se ha infectado entre el 15 y 20% de mis compañeros. Yo me tomé la prueba pero salí negativo. Sin embargo no quito el dedo del renglón porque puedo ser asintomático y protejo mucho a mi familia.
¿Cómo es un día de tu vida en el área covid?
Llego y me tomo mis cinco minutos antes de entrar, me siento y me pongo a pensar situaciones felices. Me gusta mucho ir a pescar, me imagino en altamar con mi viejo. Después me levanto, me quito la ropa y ya tenemos listo el kit para usar. Tenemos un monitor –que es otro enfermero- que vigila cómo nos vamos vistiendo. Luego me revisa para ver que no tenga ningún desamarre o abertura que pueda contaminar y nos ponemos nuestro nombre con un mensajito adelante. Yo siempre escribo: “Enfermero Greg: Todos somos uno”.
Luego entro, saludo al médico y a mis compañeros y hacemos entre todos una pequeña oración y ya entramos al cuarto a ver a los pacientes. Verificamos las indicaciones de enfermería, les tomamos sus signos vitales y la saturación de oxígeno en la sangre (que hoy día es lo más importante) y tratamos de platicar con ellos, porque sienten una angustia tremenda por no estar en contacto con sus familiares. En mi turno hay un celular en el covitario y lo usamos para que les puedan enviar mensajes a sus seres queridos. Esto implica una felicidad enorme para ellos.
¿Cómo está anímicamente un paciente covid? ¿Cómo se lo puede ayudar desde tu lugar?
Sienten mucha desesperación, angustia e incertidumbre. Entran en una etapa de trastorno de sueño y directamente no duermen. Esto no tiene nada que ver con la enfermedad, pero habitan un lugar donde todo el tiempo las luces están encendidas y, por su salud, no tienen aire acondicionado. Tampoco tienen contacto directo con su familia. Por eso es tan importante darles atención, escucharlos, hacerles plática. Te voy a contar el caso del paciente Juan: hacía dos noches que no dormía porque se sentía desesperado por su trabajo y me pidió dos favores: “tráeme el orinal y comunícate con mi esposa porque hay un tema de mi trabajo que me tiene angustiado”, me dijo. Me comuniqué con ella, le di sus recados y al otro día Juan me esperaba ansioso. Le dije: “Tu esposa me dijo que te ama y que jamás lo dejará de hacer y que te quedes tranquilo porque ella ve lo de tu trabajo”. Juan me miró como si hubiese visto a Jesús en vida y ¡¡¡Finalmente se durmió!!!
¿Qué hace que un día laboral sea perfecto o sea un desastre?
Perfecto es despedirme y ver las sonrisas de todos las pacientes quienes, en su mayoría, me despiden con un “Dios lo bendiga”. Eso para mí es lo máximo.
Un día que es un desastre es cuando tengo que amortajar a dos o tres pacientes. Es realmente terrible y muy triste.
¿Tienes miedo de enfermarte?
Sí, me da miedo y me preocupa mucho. Para eso tomo todas mis precauciones. Apenas llego a casa me baño para poder abrazar a mis hijos porque ellos y mi esposa son mi fortaleza hoy día. Mi familia me hace olvidar lo que vivo en el hospital. Todo esto ha cambiado al mundo y la vida familiar de todos.
¿Qué necesitas para hacer mejor tu trabajo?
Como trabajador nos hace falta mucho material y equipo para los que no están en el área covid. No puede ser que en Urgencias no cuenten con cubrebocas N95 porque no están protegidos de personas asintomáticas.
¿Qué te parece que vendrá?
Hoy casualmente lo hablaba con un colega médico. Creo que viene una meseta del virus covid-19, no hemos tenido ningún pico de la enfermedad. Esto nos llevará a aprender a vivir y socializar con el covid a un costado. Y fíjate que hoy día está pasando algo curioso: no hay casi casos de infecciones gastrointestinales –ni en niños ni en adultos- en el hospital cuando estamos en plena época de esta enfermedad. Ha cambiado la forma de ver la vida y de alimentarnos, la gente sanitiza los alimentos, se lava más las manos… Ese aspecto creo que ha ayudado a la gente.
Danos un mensaje
La mayor fortaleza siempre será la manera como tú veas a los ojos a tu paciente.- Cecilia García Olivieri.
(En la imagen de portada, Greg aparece en primer plano, como tomando la selfie).