Los juguetes no tienen sexo y los adultos tenemos prejuicios
Si tu hijo pidió en la carta a Santa Claus un disfraz de Frozen y tu hija un Max Steel ¿Le cumplirás su deseo? Porque es hora de que sepamos que no existe ningún tipo de problema en la elección de los juguetes ni eso determina ninguna preferencia sexual. “Es parte del desarrollo evolutivo de los niños en el que experimentan diferentes roles”, explica con detalle la psicóloga Patricia Aké. Las creencias y estereotipos son cosas de los adultos y de nosotros depende cambiar el “chip”. Entérate:
El juego es libertad, expresión, creatividad y exploración. Cuando vemos jugar a un niño o a una niña, nos damos cuenta de que la imaginación no tiene límites. Y mediante el juego ellos exploran, aprenden y crecen. Pero ¿Qué pasa si, como adultos, los limitamos en el juego?
Si entras a una juguetería, los sectores para niñas y niños están bien definidos. Por un lado, el rosa estridente con todos los juguetes de “ellas” y por el otro el azul más solemne y apagado de “ellos”. Las muñecas y los maquillajes conviven bien lejos de los autos o las herramientas de construcción. Y los disfraces también están separados: princesas para ellas y super-héroes para ellos.
Ahora bien ¿Qué pasa si una niña quiere un traje de Iroman? ¿Qué sucede si tu hijo en la cartita a Santa Claus pide un disfraz de Frozen? ¿O ella se decide por una pelota de fútbol y él por una Barbie? ¿Le cumplirías, como Santa Claus, su sueño de regalo preferido?
Decíamos que el juego es libertad, búsqueda, diversión, exploración y aprendizaje. En pleno siglo XXI todavía existen los estereotipos de género para los juguetes y aunque algunos progenitores ya están cambiando la cabeza, cuesta que surjan juguetes diversos para los chicos más allá de su género. El prejuicio es pura y exclusivamente de los adultos.
Sobre el tema platicamos con la psicóloga infantil Patricia Aké, quien nos arroja bastante luz sobre el tema y nos habla de la importancia de permitirle a los chicos elegir y de la necesidad por parte de los adultos de derribar ideas preconcebidas y creencias que no nos llevan a ningún buen lugar. Fortalecer el vínculo con nuestros hijos debe ser nuestra meta, más allá del juguete que elijan. No se pierdan esta entrevista:
En Terrassas, un municipio de Barcelona en España, se hizo una fuerte campaña por parte del Ayuntamiento para que los juguetes que se regalan para navidad no sean sexistas y que los niñes elijan a qué quieren jugar ¿Qué opinas al respecto?
Creo que es de utilidad porque está sensibilizando el hecho de que tenemos roles estereotipados y nos dice cómo romper con ellos para que los niños y las niñas puedan jugar a lo que quieran y con los juguetes que quieran.
Vayamos a un ejemplo concreto: soy mamá y mi hijo de cuatro años le pide una muñeca a Santa Claus y un set de maquillaje y mi hija de ocho años quiere un disfraz de Batman y un juego de herramientas ¿Hay algún problema al respecto? Y la pregunta que muchos no se atreven a hacer: ¿El juguete que elijan interfiere en la preferencia sexual?
No, no existe ningún tipo de problema en la elección de los juguetes ni determina ninguna preferencia sexual. La elección de los juguetes de los chicos es parte de su desarrollo evolutivo en el que experimentan diferentes roles de acuerdo a lo que más les llama la atención y les gusta. Viven una experimentación constante de saber y conocer y es por eso que pueden pedir diferentes juguetes, sin distinción de género.
El juego de los niños es natural, se da como ellos quieren. Si un niño varón quiere jugar con una muñeca y una niña quiere disfrazarse de Batman ¿Por qué piensan los adultos que puede interferir en su decisión sexual?
Usualmente este pensamiento de los adultos está basado en creencias, ideas preconcebidas que tenemos de las cosas. Y esas creencias están a su vez basadas en prejuicios y por eso es errónea la idea de pensar que la elección de un juguete puede determinar la preferencia sexual de un niño o una niña, más allá de que nosotros podemos amar a quien queramos, independientemente de su sexo. Sin embargo a los adultos les genera inquietud, temor, rechazo o enojo la elección distinta de los juguetes de los niños y es porque no saben qué hacer con eso. Son más nuestros temores de adultos que los efectos que pueda tener un juguete en los niños.
Asimismo, es importante destacar que existen distintas etapas en los juegos de los chicos y nunca van a jugar con un mismo juguete siempre. Y hay también una cosa de colores vibrantes, brillos, estrellitas y lentejuelas en los juguetes de las niñas que, por esos mismos colores, llaman la atención de los niños, cuyos juguetes son más neutros, oscuros y de más agresividad y no a todos les gusta eso. Por eso es normal que les llame más la atención los juguetes de niñas, sobre todo a determinadas edades.
¿Por qué los adultos tienen miedo a que el juego pueda interferir en la sexualidad de los niños?
Porque socialmente lo femenino es algo considerado infravalorado, se lo connota como de menor valor. “Lloras como una niña” es algo que suena ofensivo, por ejemplo. Sin embargo, en el caso de las niñas sí se le permite un poco más porque permea el empoderamiento femenino y hay más flexibilidad de que elijan con qué jugar. Son, en definitiva, menos castigadas que los varones al elegir sus juguetes. Pero los niños tienen la carga de demostrar cotidianamente su masculinidad, diariamente y en cada cosa que hagan.
Los juguetes ¿Son un reflejo del patriarcado?
Lo que asociamos a los juguetes puede ser reflejo del patriarcado. Porque un mismo juguete puede ser utilizado por niñas y niños, pero definitivamente habrá un juguete que refleje esa proyección de patriarcado como la Barbie y sus estereotipos que seguimos reproduciendo de belleza y eso es asimilado por las niñas.
¿Ves un cambio en las nuevas generaciones de papás de permitirles a sus hijos jugar con lo que quieran, sin distinción de género?
Sí, hay un cambio significativo y paulatino. Sin embargo esas ideas machistas son independientes de la edad y las seguimos reproduciendo, aunque se nota más flexibilidad que antes.
¿Qué nos falta para avanzar al respecto?
Cuestionarnos nuestras creencias y eso está relacionado con permitir informarme, aproximarme a personas que puedan sacarme dudas como profesionales en psicología, sexualidad y perspectiva de género. Así vamos deconstruyendo esas ideas y miedos y se irán haciendo más pequeños. Es un trabajo que empieza por uno mismo y va más allá de qé juguete le das a un niño o niña.
Danos un mensaje
Que nos atrevamos a explorar el hecho de compartir con nuestros hijos e hijas esa diversidad de colores y juguetes. Podemos descubrir muchas cosas en los niños que nos pueden sorprender, no sólo en el juego sino también en cómo se fortalece su empatía, desarrollo y personalidad. Son etapas que viven los niños, eso lo tenemos que entender también y atrevernos a tener apertura para fortalecer cada día más el vínculo con ellos.- Cecilia García Olivieri.