Los “Cabecitas Blancas”, en cuarentena en Estados Unidos y disfrutando de sus hijos
Como parte del programa estatal “Cabecitas Blancas”, un grupo de 60 adultos mayores viajaron en febrero pasado a Estados Unidos a visitar a sus hijos que hacía decenas de años que no veían, pero la fecha de regreso se pospuso por la pandemia del coronavirus. Avelino Valle y María Isidra Ku, papás de Luis y José, nos cuentan cómo viven sus días en San José, California
“Ellos están bien, gracias a Dios”, nos escribe desde California, Estados Unidos, Luis Valle Uk, hijo de María Isidra y Avelino. La frase alentadora nos tranquiliza, sobre todo porque estos dos adultos mayores están a miles de kilómetros de su natal Tahdziú y residen temporalmente en Estados Unidos, donde el virus covid-19 ya es una epidemia. Y no solo están bien, están felices de compartir más tiempo con sus hijos, a quienes no veían hace casi 19 años.
María Isidra Ku y Avelino Valle partieron en febrero pasado rumbo a Estados Unidos junto a otros adultos mayores como parte del programa estatal “Cabecitas Blancas”, que permite –junto al Consulado de Estados Unidos- que estos papás se reencuentren con sus hijos, quienes viven y trabajan en el país vecino y no pueden viajar a México porque su estancia es ilegal en Estados Unidos.
El caso es que Luis y José, hijos del matrimonio de Tahdziú, hicieron todos los trámites para reencontrarse con sus papás y, en febrero pasado, se logró el tan ansiado abrazo. Hacía 19 años que no se veían. Convivieron, comieron juntos, pasearon y hace como un mes –como a todos nosotros- los sorprendió la noticia de la pandemia del coronavirus. Y ya todos sabemos que en Estados Unidos la situación está complicada, con más de 600 mil casos positivos y un total que rebasa las 26 mil muertes.
Pero ellos están bien y felices de estar juntos. Primero hablamos con Luis, el hijo que tramitó todo para que sus papás estuvieran en su actual tierra de residencia. Luis nos cuenta que, tanto él como su hermano José, tienen permiso para salir a trabajar y después ya regresan a sus casas y viven en cuarentena obligatoria.
“Estamos todos contentos y tranquilos. Ellos iban a regresar el 2 de abril pasado, pero los aeropuertos de aquí ya están cerrados y se contactaron conmigo del Indemaya para avisarnos que el viaje se reprograma para el 5 de mayo tentativamente. Tampoco es seguro, puede ser que sea en junio”, nos relata Luis.
Él está ahora en un descanso de su trabajo y fue hasta la casa de José, en Santa Rosa, donde viven sus papás. La familia de José está conformada por su esposa Silvia (también yucateca, de Kancab, cerquita de Tekax) y su hijita Yasiri, de 10 años. De fondo se escucha mucha plática y risas, a carcajadas.
Y nos pasa el teléfono con María Isidra, la mamá de ambos. Ella nos atiende con risotadas, se nota que está feliz. “Estoy tranquila porque estoy con mis hijos, eso es lo más importante”, nos dice. María Isidra cuenta que se enteraron de la pandemia del coronavirus por las noticias y y dejaron de salir a la calle.
“No nos hace falta salir, la casa de mi hijo es muy cómoda y hay dónde andar. Me levanto como a las 9 am, desayuno y después preparamos la comida con mi nuera Silvia. Ayer hicimos escabeche”, relata.
María Isidra asegura que no tiene miedo de enfermarse de coronavirus. “Dios no lo va a permitir y además nos cuidamos y no salimos de la casa”, explica. Desde Santa Rosa, California, les manda un cariñoso abrazo a su familia de Tahdziú: “Les digo a todos que estamos bien y me siento muy tranquila en esta casa”, dice.
Cuando le toca el turno a Avelino, nos cuenta que él también se siente tranquilo porque “El miedo sólo asusta y diosito no va a permitir que uno se enferme, no pasará”, asegura. Dice que algunos días hace frío donde vive ahora y por ratitos calor “Pero ya me acostumbré”, recalca. Sus días pasan tranquilos y nunca se aburre. “Me despierto como a las 9 am o si me entra la flojera me levanto más tarde”, cuenta.
Silvia hace 10 años que es esposa de José y no conocía a sus suegros. “Desde que el gobernador de California dio la orden de no salir de la casa, aquí la pasamos y no tenemos preocupaciones, estamos bien y oramos mucho. Yo ahorita no estoy trabajando, así que aprovecho a aprender de cocina yucateca con mi suegra, que hasta le prepara las tortillas caseras a mi niña y ella está feliz. El otro día me dijo ‘Cuando se vaya mi abuela ya no voy a comer comida buena’”, cuenta entre risas.
Para Silvia tener a sus suegros en su casa es algo muy positivo. “Son muy buena gente y convivimos muy bien todos. Yasiri está contenta de estar con sus abuelos y ellos dos están en el mejor lugar: en la casa de sus hijos”, afirma.
Los dejamos platicando entre risas, felices y contentos en convivencia. No logramos platicar con José porque estaba trabajando pero, apenas llegó, nos enviaron la hermosa foto que ilustra esta nota, todos unidos en un abrazo que, por ahora, se hace bien largo.- Cecilia García Olivieri.