Los 10 enigmas del coronavirus tras seis meses de pandemia
Hoy se cumple medio año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al virus covid-19 como una emergencia internacional de salud pública, pero aún hay incógnitas sin resolver que dificultan el control de la enfermedad. Y de la vacuna todavía no hay novedades claras
Hay una frase que expertos y autoridades repiten, con distintas variaciones y en diversos contextos, sobre el SARS-CoV-2: “Nada de lo que haga este virus puede ya sorprendernos”. El nuevo y justificado tópico resalta, en realidad, la inagotable capacidad del coronavirus para volver a sorprendernos, y siempre en el peor sentido.
Cuando se cumplen seis meses de la declaración de emergencia internacional por la enfermedad covid-19, mucho es lo que hemos aprendido del patógeno, a menudo por la vía más dura, pero quedan numerosas incógnitas sin respuesta, a las que se suman nuevas dudas que han surgido en las últimas semanas. Nos hallamos, como mínimo, ante 10 grandes enigmas que los científicos intentan resolver con urgencia para que la nueva normalidad pueda tener, hasta que lleguen la vacuna y nuevos fármacos, algo de normal.
¿PUEDE TRANSMITIRSE EL VIRUS POR EL AIRE?
Cada vez hay más casos que apuntan a que, sobre todo en espacios cerrados y mal ventilados, la mera inhalación del aire transmite el virus. La idea de un contagio vía pequeños aerosoles en suspensión va contra la visión dominante sobre la mayoría de enfermedades respiratorias, que suelen transmitirse por gotículas más grandes, que se depositan sobre superficies rápidamente.
El 9 de julio, tres días después de recibir una carta firmada por más de 200 científicos, la OMS admitió la posibilidad de esta vía, pero recordó que no está confirmada. Jonay Ojeda, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas), lo resume así: “No creo que sea una transmisión aérea, pero se dan esa serie de circunstancias que hacen que se parezca mucho”. El principio de precaución, por tanto, obliga a tomar medidas como si así fuera, recuerda este experto.
¿CUÁNTAS PERSONAS ESTÁN INMUNIZADAS?
La pregunta del millón. En España, se ha realizado un macroestudio para intentar resolverla. El problema es que los resultados no son ni halagüeños ni concluyentes. Según avanzó el Ministerio de Sanidad en mayo, sólo en torno al 5% de los españoles tienen anticuerpos contra el coronavirus, lo que significa que la inmensa mayoría aún puede infectarse. La única certeza es que la inmunidad grupal está muy lejos. Esperarla no es una opción.
¿SE CONVERTIRÁ EN UNA ENFERMEDAD ESTACIONAL?
El epidemiólogo Marc Lipsitch, de Harvard, recuerda que “los nuevos virus tienen una ventaja temporal, pero importante: pocos o ningún individuos son inmunes”. La gripe y otros coronavirus conocidos son muy estacionales. Pero el covid-19 sigue campando a sus anchas en cuanto bajamos la guardia. “La estación no parece estar afectando a la transmisión del virus”, señala Margaret Harris, de la OMS. Los contagios se disparan, también en pleno estío, cuando no se siguen las normas, advierte esta doctora. En rigor, el virus aún podría tener variaciones estacionales, pero sigue contagiando porque aprovecha su “ventaja” en poblaciones sin inmunizar. En cualquier caso, nadie quiere ver resuelto el enigma porque en invierno se recrudezca la enfermedad. Lo ideal sería que el estricto cumplimiento de las medidas mantenga a raya el virus en cualquier estación.
¿CÓMO ACTÚAN LOS SUPERCONTAGIADORES?
Son el “talón de Aquiles” de la pandemia, en palabras de Donald Milton, de la Universidad de Maryland, a The Washington Post. De acuerdo a recientes estimaciones, entre el 10% y el 20% de los infectados podrían originar el 80% de los casos de covid-19. Varias veces se ha observado que en torno al 80% de los asistentes a un evento acaban contagiándose. Quienes originan estos focos pueden ser asintomáticos, lo que no evita que tengan una carga viral alta y se conviertan en supercontagiadores. Una explicación podrían ser los mencionados aerosoles, por lo que urge confirmar o descartar esta hipotética vía de infección. De un modo u otro, sin atajar los supercontagios no se podrá controlar la epidemia.
¿CUÁL ES SU TASA ACTUAL DE CONTAGIO?
El número de reproducción básico instantáneo (Rt) es el número promedio de infecciones que cada persona contagiada provoca en un periodo determinado. El problema, tal y como comenta la revista Nature, es que el Rt se suele calcular retrospectivamente, por lo que, si bien logra reflejar los vaivenes de la epidemia, también puede ofrecer una información desactualizada de lo que está ocurriendo. “Los epidemiólogos son propensos a menospreciar el número R, pero los políticos lo han abrazado con entusiasmo”, señala Mark Woolhouse, de la Universidad de Edimburgo. “Hemos creado un monstruo. R no nos dice lo que necesitamos para gestionar esto”.
¿HA DESCENDIDO LA MORTALIDAD DEL VIRUS?
Calcular la tasa de mortalidad de una infección es complicado, sobre todo si hay una pandemia en marcha y muchas personas, como es el caso, pueden tener el virus sin saberlo. Al 2 de julio, México ocupaba el sexto lugar mundial por número de fallecimientos a causa de la pandemia, pero tomando en cuenta la tasa por cada millón de habitantes, tiene el lugar 19.
¿PODRÍAN LAS MASCOTAS TRANSMITIR EL VIRUS?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU ofrecen la siguiente recomendación: “Basándonos en la limitada información disponible hasta la fecha, el riesgo de que los animales transmitan covid-19 a personas se considera que es bajo”. Se considera, en cambio, que sí “parece que puede transmitirse de personas a animales en algunas situaciones”. Un estudio aún sin revisar, que analizó a más de 800 mascotas en Italia en los peores momentos de la epidemia, ha concluido que “los gatos y los perros son tan susceptibles de ser infectados con SARS-CoV-2 como las personas”. Ninguno de los animales analizados dio positivo en la PCR, pero sí se hallaron anticuerpos en un 3,4% de los perros y un 3,9% de los gatos. La Universidad de Washington, por su parte, busca voluntarios con covid-19 que vivan con mascota para un nuevo estudio.
¿ES MÁS PELIGROSO CON MENOS RADIACIÓN SOLAR?
Varios estudios han hallado una asociación entre la luminosidad natural y un descenso en los casos de coronavirus, lo que sugiere que la radiación ultravioleta del sol podría desactivarlo. “La cantidad de radiación solar diaria, que haya una radiación muy intensa o muy duradera, se asocia con la magnitud del número de casos totales que se acumulan en esa región”, explica Xabier Urra, neurólogo del Hospital Clínic. En Italia, un equipo de astrofísicos analizó los rayos solares en 260 países. “La correspondencia con la evolución de la epidemia de Sars-CoV-2 es casi perfecta: a menor cantidad de rayos UV-A y UV-B, mayor número de infecciones”, detalla Mario Clerici, de la Universidad de Milán. “El virus que vemos hoy es el mismo que el de febrero o marzo, no ha sufrido mutaciones en su genoma, solo algunas mínimas”, explica. “La diferencia reside en que los rayos solares lo inactivan”. Otros estudios en marcha, incluido uno de la NASA, están analizando similares factores.
(Aquí en Yucatán, donde el sol es tan intenso, igual los contagios están en alza).
¿QUÉ SECUELAS PUEDE DEJAR LA ENFERMEDAD?
Sólo ahora empezamos a comprobar las diferentes secuelas que puede dejar el coronavirus en algunos pacientes. Esta misma semana, la revista JAMA Cardiology ha publicado dos estudios sobre los problemas de corazón que puede acarrear la enfermedad. También se ha informado desde distintos hospitales del mundo de problemas neurológicos y de otra índole. “Hemos aprendido desde hace unos meses que el covid-19 no es sólo una infección respiratoria, sino una infección multisistémica”, según declaraciones de la cardióloga Nieca Goldber, directora de área en la Universidad de Nueva York, a la CNN. Uno de los nuevos estudios encontró que el 78% de los pacientes, de entre 45 y 53 años, sufría algún tipo de compromiso cardíaco, mientras que el 60% padecía una inflamación del corazón. El otro estudio analizó tejido cardíaco obtenido en autopsias de 39 fallecidos, de entre 78 y 89 años. En 16 de ellos, se descubrieron rastros del virus en el corazón.
¿HABRÁ UNA SEGUNDA OLA SIMILAR A LA PRIMERA?
La proliferación de brotes ha aumentado la preocupación en las últimas semanas en Europa y países de Asia. La situación “da un poco de miedo. Cada vez se parece más a una segunda ola”, señalaba hace unos días, mientras las cifras se disparaban, Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. La recomendación, en cualquier caso, es la misma: Al que tenga cualquier síntoma: catarro, dolor de garganta, fiebre o febrícula, un poco de diarrea, que se le altere el gusto o el olfato… inmediatamente que consulte con un médico para evitar que estas personas contagien. Hoy por hoy sigue siendo una combinación de responsabilidades individuales y colectivas.
(FUENTE: EL MUNDO.ES)