Leonora, una “multitasking” que enciende con su llama eterna
¿Qué no hizo Leonora Carrington? No hizo “nada”, porque “hizo de todo”. Podríamos decir que esta mujer que atravesó dos siglos era una “multitasking”, cuando nadie conocía la palabra ni mucho menos era tendencia como ahora.
¿Por qué multitasking? Porque esta inglesa de clase alta que levantó la voz y se enamoró de México pintó, esculpió, hizo grabado, textil, joyería, escribió dramaturgia, novela y cuento… Ah, y era feminista, cuando tampoco la palabra era tendencia como ahora.
Mira lo que dijo: “Aunque me gustaban las ideas de los surrealistas, André Bretón y los hombres del grupo eran muy machistas. Solo nos querían a nosotras como musas alocadas y sensuales para divertirlos, para atenderlos”.
Ella misma era una surrealista, interesada en la magia, el folclore y el ocultismo, por eso Leonora te atrapa la psique, se te mete en las venas y corre como torrente loco, te provoca palabras como “desconocido”, “poderosa”, “místico”, “protección”, “otra dimensión”, “maternidad”, “oscura”, “locura”, “abrazos”, “pájaros”, “serpientes voladoras” y otras más que me salen ahora hasta por los poros.
Visité la galería de arte Lux Perpetua, en la colonia Itzimná. En una casa divina art decó está Leonora Carrington en carne y hueso, grabado, piedra y bronce a través de la exposición “Leonora, una llama eterna”. La muestra se inauguró el 28 de mayo pasado, en plena “Noche Blanca” y hoy la galería nos vuelve a recordar que vayamos a visitar a Leonora, a conocerla, disfrutarla y amarla y que hay tiempo hasta el 30 de agosto. Ah, y que la entrada, además, es gratuita.
Me gusta mirar manos y las de las esculturas de Leonora me volvieron loca, me atraparon, me abrazaron. Me parte la cabeza pensar o imaginarme cómo un artista logra manos y las de sus obras son sensacionales: tienen dedos uniformes y finitos, pueden ser macabras o protectoras, son manos que tienen ojos en sus palmas y manos que atrapan más manos. Una locura.
Todas sus obras son altamente disfrutables, desde las de formato grande hasta las más pequeñas, pasando por los grabados y las joyas, claro. Leonora no tiene techo y desafía lo inimaginable con su talento… Serpientes salen de un cuerpo volando y hay mujeres con cabezas de pájaros, los ojos tienen asteriscos y las manitos aparecen por todos lados y de todas las formas.
En la reinauguración, hubo un recorrido escénico a cargo de la artista Liliana Hernández Santibañez, quien fue Leonora por un rato y nos hizo participar en su performance.
Vayan, no se pierdan “Leonora, una llama eterna” y déjense encender por su fuego. Lleven a niños y adolescentes si pueden, es arte disfrutable para todas, todos y todes.
Lux Perpetua Art Centre está en la calle 20 N° 87 por calle 15, de la colonia Itizmná. La galería abre de lunes a viernes de 10 am a 7 pm y los sábados de 10 am a 2 pm. Como te conté, la entrada es libre y gratuita.- Cecilia García Olivieri.