“Las personas que se suicidan dieron muchos datos antes, pero no los vimos porque no creemos que pueda suceder”
Tristemente, Yucatán sigue siendo uno de los estados con más suicidios a nivel nacional y la pandemia no ayuda. Para colmo, tendemos a estigmatizar a las personas que se quitan la vida ¿Qué información manejamos para ayudarlos? ¿Qué políticas públicas existen para terminar con este flagelo? Hoy, en el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, platicamos con la terapeuta y tanatóloga Reyna Gómora, no te lo pierdas:
Normalizarlo para hablarlo. Dejar de tener miedo y pensar que nunca nos podría pasar, ni a nosotros ni a un ser querido. Quitarnos el chip de la cultura judeo cristiana de que sólo Dios tiene derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y dejar de estigmatizarlo. Estar atentas y atentos a factores de riesgo, porque el suicidio no es espontáneo, ni reactivo ni impulsivo. Y sobre todo saber que es un tema a tratar desde un punto de vista multidisciplinario. Quizás que si tenemos todo esto en cuenta, las personas que deciden quitarse la vida en Yucatán, México y el mundo sea menos. La prevención es el camino.
Según información del Inegi, al cierre del 2020 Yucatán fue el tercer estado con mayor tasa estandarizada de suicidios con 10.2 por cada 100 mil habitantes. Ya tristemente sabemos que son más los hombres que se quitan la vida en nuestro estado y el método del ahorcamiento es el más usado.
Hasta el pasado 31 de agosto, los casos de suicidio en Yucatán sumaban 160 (133 hombres y 27 mujeres), de acuerdo con un conteo presentado por el diario capitalino El Universal. En comparación con el mismo corte de 2020, existe un 23% más de casos ya que en ese entonces el acumulado era de 103 suicidios registrados.
Hoy es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio y la terapeuta y tanatóloga Reyna Gómora nos regala esta entrevista interesantísima para crear conciencia, abrir los ojos y aprender a escuchar más y mejor. No te la pierdas:
Como tanatóloga trabajas a diario con la muerte ¿Por qué quitarse la vida?
No hay una respuesta única porque cada historia es distinta. De fondo podría decir que hay desesperanza, pero las circunstancias y las realidades son diferentes. No se quieren quitar la vida, sino que no encuentran opciones para resolver lo que sienten y el suicidio parece ser la única vía para dejar de sentir el infierno que hay en el interior de estas personas.
Una persona que se suicida ¿Qué busca realmente? ¿Morir o dejar de sufrir?
Dejar de sufrir. Habrán respuestas que nunca tendremos, pero lo que se ha investigado es que buscan dejar de sufrir porque en su interior se sienten vacíos, sin esperanza ni sentido de nada y quieren dejar de sentir eso. También pueden sentir mucho enojo guardado durante demasiado tiempo.
Al 31 de agosto, en Yucatán se registraron 160 suicidios y para la misma fecha del año pasado ocurrieron 103 suicidios, la mayoría de hombres ¿Qué pasó en pandemia?
En pandemia se ha perdido mucho, demasiado y nos ha cambiado lo que conocíamos como vida. Hemos sufrido pérdidas familiares, muchas deudas, falta de trabajo y de esperanza de que algo esté mejor, como que no hay salida para lo que está sucediendo y eso influye.
¿Por qué más hombres se quitan la vida en Yucatán?
A los hombres se les ha marcado que no deben sentir, que deben ser los fuertes, los proveedores y eso es una demanda muy grande que empuja a no encontrar otra salida para cumplir con estos mandatos sociales de lo que se espera de ellos, de los “machos”. Y esto lleva a una desesperanza de trabajar desde el interior, se cierran las posibilidades y parece que la vida no tiene sentido. Los hombres, además, se quitan la vida de una forma más violenta que las mujeres.
¿Por qué como sociedad estigmatizamos al suicidio?
Es un tema judeo cristiano de fondo. Está estigmatizado como algo malo desde esa estructura porque se ha dicho que no tenemos derechos sobre nuestros cuerpos, sólo Dios lo tiene. Y nos han quitado la facultad de decidir y alguien más puede hacerlo por nosotros y por la vida, que para los términos judeo cristianos es incuestionable. Por eso la eutanasia (cuando un paciente decide dejar de recibir tratamiento médico y morir) es un tema tan complicado, porque se espera que la muerte sea natural e incluso se dice que es una forma de suicidio la eutanasia. Desde esta concepción religiosa, el malo es el suicida, que quizás no sufre ningún dolor externo, pero sí interno. Lo que rola en la sociedad son los prejuicios y los estigmas sociales que se siguen perpetuando.
¿Es espontáneo o reactivo el suicidio?
No es ni espontáneo, ni reactivo ni impulsivo. Las personas que se suicidan dieron muchos datos antes, pero no los vimos porque no creemos que pueda suceder. Tampoco sabemos escuchar como sociedad y minimizamos lo que sucede. Es un tema muy complejo, multidisciplinario y hay que tener en cuenta muchos matices, como el contexto individual, familiar y social porque los tres atraviesan e influyen para que una persona tome una decisión de este tipo.
¿Qué se está haciendo desde la salud pública actualmente para prevenir el suicidio?
Por lo pronto se está empezando a hablar en distintas organizaciones, con especialistas del área de la salud mental y se realizan foros y programas de prevención de suicidios. Es necesario saber cómo se atiende también a las personas sobrevivientes, a los familiares e incluso hay que ver qué hacer respecto al tema legal. Empiezan a haber foros desde los ámbitos estatales y federales, con especialistas en el área, colegios de psicólogos e independientes también. Es un tema difícil pero se está hablando y ese es un paso muy importante.
¿Qué podemos hacer desde los medios de comunicación como sociedad para ayudar a prevenir el suicidio?
Hablar de una manera respetuosa y sin tabúes. Dar espacio a que las personas que conocen del tema compartan información e incluso personas sobrevivientes o familiares que den testimonios y quieran compartir para contribuir con la prevención. Hay factores de riesgo de la conducta suicida y es importante que los medios de comunicación brinden el espacio para que la sociedad los conozca y así identificar a personas cercanas o no que puedan estar en esta situación. Porque pensamos que esto no nos va a pasar y ¡Sorpresa! Al no hablarlo y creer que no nos puede suceder, estamos incapacitados para ayudar.
¿Cuáles son esos factores de riesgo que mencionas?
Tener antecedentes de violencia, problemas crónicos de salud, una alta incidencia en alcoholismo u otras adicciones y muchas veces también los duelos significativos que no son atendidos o elaborados pueden llevar a un intento suicida.
Danos un mensaje en este día.
Hay que voltear a ver quiénes son tus redes de apoyo y aprender a pedir ayuda. También hay que aprender a ayudar a los otros y ser respetuosa y respetuoso de quienes te pidan ayuda. El hecho de que tu no lo veas, no quiere decir que no existe o que no pueda estar cerca de ti o que no te pueda suceder.- Cecilia García Olivieri.