Hay una sensación que jamás olvidaré. Es un recuerdo de hace más de una década que tiene piel, olor, ruiditos, miradas y mucho contacto.

Transcurre en una mañana calurosa en la que amamanto a mi hijo Martín, de semanas de vida. Estamos piel con piel los dos y, a los minutos que él empieza a succionar de mi chuchú, yo siento cómo “su” panza se expande contra la mía, llena de alimento que él sacó de mi cuerpo. Es algo que sentí más de una vez, pero la primera ocasión me sorprendió y me voló la cabeza… Eso es para mí amamantar: Olor, complicidad, miradas, alimento, respiraciones, piel con piel… Pura vida.

Con el lema “Cerrar la brecha: Apoyo a la lactancia materna para todos”, desde hoy y hasta el miércoles 7, el mundo conmemora la “Semana Mundial de la Lactancia Materna”. Y te cuento que este acto natural de alimentación y salud fortalece el sistema inmunológico de las crías, previene enfermedades y crea un nexo emocional único e irremplazable entre mamá y nené.

Amamantar es también un derecho de la mujer que debe ser respetado y ejercido por quienes realmente quieran hacerlo porque “mi cuerpo, mi decisión”. Aprendamos a ejercer la empatía, el respeto y el apoyo con quienes son mamás y quieren o no amamantar. Tu opinión sólo debe ser ejercida si te la piden, recuérdalo ¡Feliz Semana de la Lactancia Materna!- CGO.

(En La imagen, Martín a menos de una hora de vida, prendido a mi chuchú. Mi cara de asombro lo dice todo… Esa misma noche el calostro ya era leche).