La globalización del fútbol
Columna: Butaca Alta
Por Roberto Acevedo Acosta
Cuando usted escucha el término “Globalización”, se imagina el hecho de que Barcelona es conocido en todo el mundo al igual que Real Madrid y que las ganancias económicas que significa la venta de derechos de transmisión, playeras o souvenirs de estos dos equipos, los ponen ante la mirada de todo el mundo.
O piensa también en estos términos: Equipos europeos de mucha tradición que organizan mini torneos en los Estados Unidos a manera de pre temporada -en donde ganan mucho dinero al llevar a sus estrellas de tour fuera de sus respectivos países y logran poner su marca en un mundo mediático de alto impacto-. Pues déjenme decirle que no, eso no puede ser catalogado como globalización del fútbol.
Más bien es una excelente comercialización en todo el mundo con ganancias increíbles. A lo que yo me refiero al señalar el término globalización es cuando un equipo de fútbol decide exportar todo lo que significa la marca y lo que representa su institución, invirtiendo en otro países, comprando equipos y apostando a que su plan de negocios genere dinero y prestigio.
Curiosamente, uno de las primeras instituciones que le apostó a esa fórmula fue el equipo mexicano de Pachuca, que posteriormente sería conocido como Grupo Pachuca. Actualmente maneja no sólo al equipo del estado de Hidalgo, sino que en los últimos años se ha expandido a Chile y Argentina donde -previo estudio de mercado- ha logrado hacerse de los equipos Everton de Chile y Talleres de Córdoba de Argentina.
Ambos equipos de media tabla o incluso de segunda división pero la visión de los mexicanos, han logrado que suban a la primera división de sus respectivas ligas y con los beneficios que eso significa. El negocio obviamente es ganar campeonatos, hacer la marca más valiosa por medio de sus escuelas de fútbol y la posterior venta de jugadores al extranjero.
No olvidemos que las actuales figuras del fútbol mexicano pasaron por Pachuca. El famoso “Chucky” Lozano, actual jugador del PSV Eindhoven, y Héctor Herrera del Oporto de Portugal se formaron y salieron de los Tuzos, pero esta fórmula no es sólo mexicana.
Algo similar sucede con el “Abu Dhabi United Group for Development and Investment”, dueño del Manchester City (Inglaterra), New York City FC (Estados Unidos) y el Melbourne City FC (Australia). No hay que olvidar que hoy el Manchester City es un equipo de élite, pero antes de la llegada del dinero árabe era un conjunto de media tabla que sólo veía los logros de su archirival el Manchester United. Hoy pelea la Champion y ha logrado el campeonato en Inglaterra. También está el ejemplo del empresario italiano Giampaolo Pozzo con el Udinese (Italia), Watford (Inglaterra) y Granada (España).
El último equipo que ha querido sumarse a esta “globalización futbolera” es el Atlético de Madrid, que hace no mucho compró el 60% de las acciones del equipo de San Luis Potosí, lo cual derivó en el cambio de nombre por el de Atlético San Luis y que el pasado fin de semana se coronó campeón de la Liga de Ascenso de México venciendo a los Dorados de Sinaloa, dirigidos por Diego Armando Maradona. Si las cosas no cambian es probable que los intereses del Atlético de Madrid lleguen a la Liga Mx y con ello se puede empezar a ver que otros equipos internacionales sigan el camino de los “colchoneros”.
La fórmula es simple: reúna o conforme un importante grupo de inversionistas; compre barato ya sea equipos tradicionalmente malos o de segunda o tercera división y reestructúrelos por medio de escuela formativas o contrataciones de primer nivel. Así empiece a generar jugadores que le ayuden a subir el valor de sus equipos.
Me parece que los equipos tradicionales como Manchester United, París PSG, Bayer Munich y muchos más se están rezagando en el mundo de la globalización porque no todo es ganar campeonatos locales y un torneo internacional como la “Champion League”, sino más bien es expandirse por todo el mundo y al parecer ya otros equipos lo están haciendo con resultados que están por verse.
Pasando a otras cosas
El Apertura 2018 marca el regreso a semifinales de tres de los cuatro llamados grandes del fútbol mexicano, algo que no pasaba desde hace 34 años en la ya lejana Temporada 1983-84, cuando por primera y única vez los cuatro grandes jugaron las semifinales. En esa ocasión Chivas superó a Pumas para ir a la Final, mientras que América dio cuenta de La Máquina del Cruz Azul para luego protagonizar aquella memorable Final en la que América se coronó con el penal que detuvo Zelada y los goles de Tena, Bacas y Aguirre.
Las semifinales del fútbol mexicano son de muy alta calidad ya que los cuatro equipos que participan -Cruz Azul, Monterrey, América y Pumas- sumaron cada uno más de 30 puntos en el torneo, algo que es poco común y habla del nivel de estos partidos. Sea cual sea los resultados, la final será muy digna y a favor del juego, la liga y los aficionados.