Juntos hacia un futuro mejor
Columna Domingo Sudaca
Por @Laflacadelamor
Entre las cosas políticamente incorrectas que acarreo con la maternidad, está la felicidad que me invade cada célula de mi ser con el regreso a clases. Disfruto de volver a la rutina, de trabajar sola en casa, de que los chicos estén ocupados aunque me queje después de las tareas, actividades extracurriculares, uniformes, armado de viandas y demás. Estar unas cuantas horas lejos de ellos me hace bien, nos hace bien.
Y hoy domingo, previo al arranque del ciclo escolar 2019-2020, estoy con la mesa llena de útiles escolares poniendo nombres, etiquetas, forrando cuadernos y libros. Escribir los nombres en los útiles me parece hasta divertido, sobre todo porque son cosas nuevas. Ahora bien, forrar cuadernos y libros con contact (ese forro adhesivo transparente) me pone los pelos de punta y hasta me da dolor de panza.
Porque soy mala con la tijera (creo que es porque soy zurda, leí en algún lado que los zurdos cortamos mal) y soy peor aún para hacer que se pegue el adhesivo transparente sin dejar “globos” ni arruguitas. Paso una regla para que el contact se adhiera bien y ni eso, quedan igual relieves y cositas feas. Trato de despegarlo y es peor, paso de nuevo la regla y el horror aparece otra vez.
Entre libros y cuadernos hay como 15 textos para forrar. Ojo que hay gente que hace esta chamba pero, por mi casa, cobran $18 por cuaderno o libro y además hay que llevarlos con tiempo. Y yo no quiero pagar esa lana y también dejé todo para último momento, como siempre.
Si se preguntan dónde está #elmaridoyucateco para forrar textos, no lo van a encontrar. Intentó forrar uno, le salió mal, gritó y casi lloró, le imploré que lo volviera hacer, lo hizo y abandonó el barco. Y yo me quedé sola… Pero no permití que se hunda este Titanic escolar.
Así que bueno, los forré casi todos. Digo casi porque, entre el trabajo mal hecho y que son tantos, me agarró una hueva infernal. Así que a los últimos les puse cero onda, pero igual quedaron “protegidos”. Lindos y prolijos no, protegidos sí.
Y mañana arranca todo de nuevo y con estoy muchas ganas de que nuestros niños aprendan mucho, compartan con sus amigos, disfruten, tengan nuevas aventuras y se maravillen con nuevos conocimientos.
Y ojalá que los maestros se sientan también así, llenos de energía y pilas para dar lo mejor de sí en cada hora que están en la escuela. Tienen ante ellos cerebros ávidos de conocimientos, esponjas chiquitas con ganas de absorber todo, ojos que se maravillarán si ellos se sienten también maravillados con compartir sus conocimientos.
Y ojalá que este año le “aflojemos” un poco a los grupos de “mamitas” de Whatsapp. Mi deseo para este ciclo escolar 2019-2020 es que sólo existan para avisar y compartir cosas importantes, que traigan mensajes cortos y concisos y que todo lo que se escriba sea POR nuestros hijos. Y san se acabó.
Feliz ciclo escolar 2019-2020 y felicidades a todos los niños y niñas de Yucatán y de México por un nuevo año de aprendizaje. Aquí estamos los grandes para caminar junto a ustedes hacia un futuro mejor.