Huevitos encamisados, sencillez y nobleza a puro maíz y huevo, fuego y humo
Existen determinadas comidas que se nos meten en el ADN y se alojan en cajitas especiales que tenemos en el cerebro para guardar cosas muy importantes… Y esto lo pienso desde que era niña y lo confirmo ahora que ya pasé medio siglo.
A mí me pasa eso con los “huevos encamisados”, unas tortillas caseras que, adentro, llevan un huevo cocido y que, si fuera por mi, me comería como 20 en el desayuno, almuerzo, cena, con café, con mate, con una cervecita o con un refresco.
Este platillo tan yucateco lo probé por primera vez en uno de los tantos restaurantes que lleva el nombre de “La Tía de Kaua” y me fascinaron por su sencillez, sabor, textura y tan noble alimentos de maíz y huevo, al son de fuego y humo.
Desde hace unos años lo asocio en mis cajitas cerebrales con el Hanal Pixán y se me aparece doña Irma pintada como un ánima en el Cementerio General preparando huevitos encamisados para la banda de prensa que va a cubrir la presentación del Festival de las Ánimas del Ayuntamiento de Mérida.
Anoche, Irma volvió a ponerme el corazón, las cajitas cerebrales y todos mis sentidos felices con unos deliciosos huevos encamisados con salsa de tomate y cebollita. Aquí en el vídeo te muestro cómo los prepara, parece fácil pero tienen su maña para hacerle el orificio a la tortilla y para que el huevo no se salga…
También vas a ver a la alcaldesa Cecilia Patrón probando sus huevitos encamisados. Pruébalos, saboréalos, disfrútalos y me cuentas…- Cecilia García Olivieri.