“Hay que buscar comunicación presencial, directa y cercana”
Después de más de dos años de pandemia, los adolescentes y jóvenes en Yucatán han aumentado el consumo de cristal (droga sintética muy adictiva y letal) y sobre todo tienen problemas de salud mental. En plática con Víctor Roa, director del Centro de Integración Juvenil del estado, nos comparte cómo está el panorama de nuestros chicos y qué podemos hacer para ayudarlas y ayudarlos. Pasa, lee y comparte:
El 9 de octubre -en la previa del Día Mundial de la Salud Mental- vuelve al ruedo y por nuevo año consecutivo (porque estuvo hasta en pandemia) la “9NA Carrera Participativa por la Prevención de las Adicciones”, que organiza en mancuerna el Centro de Integración Juvenil (CIJ) Yucatán con el Instituto del Deporte y el Ayuntamiento de Mérida. Este año con la novedad de que contará con una Feria de la Salud de la Dirección de Salud del municipio, un espacio para que grandes y chicos puedan informarse y consultar sobre temas de salud física y emocional.
En la presentación del evento me encontré con Víctor Roa Muñoz, director del CIJ, quien coordina este espacio tan necesario que brinda apoyo integral a adolescentes, jóvenes y a sus familias en el estado.
Víctor es un tipo muy accesible para platicar y tiene un gran cariño y compromiso con su trabajo diario. Y después de más de dos años de pandemia, nos comparte en una entrevista cómo están nuestros chicos en temas como adicciones y poniendo especial foco en la salud mental, tan afectada después de lo que nos hizo vivir el coronavirus y con tantas falencias que nos dejó. Si quieren saber cómo están nuestros adolescentes y jóvenes, no se pierdan esta nota. Y compartan:
Después de más de dos años de pandemia ¿Cómo están nuestros adolescentes y jóvenes?
Vemos cómo ha crecido el consumo de drogas de los pacientes que atiende el Centro de Integración Juvenil y, aunque disminuyó el consumo de alcohol y mariguana en 20 puntos porcentuales, el consumo de cristal (droga sintética derivada de la metanfetamina, adictiva y letal) aumentó, sobre todo de cinco años a la fecha. También se han agudizado los problemas de salud mental como depresión, ansiedad, violencia y aleación suicida y, desde el año pasado estamos con esta problemática porque todo está relacionado… Por ejemplo, algunas personas se deprimen y toman alcohol y otras drogas.
¿A quiénes atienden ahora, sobre todo? ¿De qué edades y género?
Atendemos adolescentes y jóvenes de 16 a 25 años con depresión y ansiedad. Acuden más las mujeres, pero esto tiene que ver con la cultura machista que tenemos, que permite que una mujer pida ayuda más fácil que un hombre.
Sobre el consumo de cristal ¿Qué grupo de personas consumen más?
Es generalizado el consumo, no tiene clases sociales. Es lo que tienen las drogas, que son democráticas y no respetan edades ni ideologías.
¿Cuál es tu trabajo en el CIJ?
Como director, coordino el equipo médico técnico, así como actividades con los tres niveles de gobierno. Dirijo colaboraciones con programas municipales, estatales y federales para atender el problema de las adicciones y la salud mental.
¿En qué pones el foco para hacer tu trabajo en estos tiempos?
Estamos trabajando en la detección temprana de temas de salud mental y adicciones en adolescentes y jóvenes y principalmente abordamos el tema importante de fortalecer la comunicación y amor de padres y madres.
El trabajo con mamás y papás es clave ¿Cómo hacen?
Tenemos programas preventivos permanentes en escuelas primarias con chicos de 10 años en adelante y sus mamás y papás, también en secundarias y preparatorias. Se hace mucho trabajo de información, orientación y consejería en adolescentes y adultos jóvenes, además de la atención terapéutica.
Adolescentes y jóvenes ¿Se abren a pedir y aceptar ayuda?
Claro que se abren porque lo que necesitan es ser escuchados, acompañados y tener espacio y tiempo para ellas y ellos. Cuando hay empatía sí se abren y mucho.
Entonces ¿En qué estamos fallando con ellos? ¿Qué necesitamos fortalecer?
Se requiere mucha atención por parte de la familia, del grupo primario de esos chicos, de sus padres. Ahora todos están ocupados, en sus cosas, con la tecnología que, si bien facilita, también es una barrera de comunicación. Tenemos que trabajar mucho en estos aspectos y rescatar el equilibrio de la salud física y emocional, hay que buscar comunicación presencial, directa, cercana para detectar y ubicar los factos de riesgos y afrontarlos, así fortalecemos los factores protectores.
Si una mamá, papá, abuelos o tutores necesitan ayuda ¿Cómo pueden contactar al CIJ?
A través de nuestras líneas telefónicas: 9999 233287 / 9995964400 y 9995964401. Atendemos de 8 am a 7:30 pm. También a través de nuestras redes sociales @cijyucatan @cijmerida . No duden en contactarnos.- Cecilia García Olivieri.