“Faltan más miradas femeninas en el fotoperiodismo”
Leslie Santos Bonilla es una mujer de ojos grandes que tiene la virtud de ver un poquito más allá cada vez que hace su trabajo de fotoperiodista. Con una mirada curiosa y empática, busca ponerse en los zapatos del otro para contar una historia a través de la cámara. Y hoy, en el Día Mundial de la Fotografía, la entrevistamos:
Sin ninguna duda, Leslie Santos Bonilla podría ser una de las protagonistas del libro “Mujeres de Ojos Grandes”, de Ángeles Mastretta. Los ojos de Leslie –además de ser enormes y color café- son honestos, mansos y transmiten siempre una mirada curiosa, que quiere más, que busca más…
Y esa mirada -entre curiosa e inquieta- tiene una premisa en Leslie: la de buscar el momento, hacer “click” con su cámara y transformarlo en un instante eterno. Esta fotoperiodista yucateca es comunicóloga y finalmente se decidió por narrar historias a través de lo que ve su mirada y lo hace que da gusto, siempre buscando la empatía para contar lo que ve.
Hoy, en el Día Mundial de la Fotografía, a ella va nuestro homenaje y esta entrevista que le hicimos para conocer más su pasión por este arte. Conózcanla:
Defínete en pocas palabras, como un tweet
Soy una mujer en continuo aprendizaje y me fijo mucho en los pequeños detalles, para mí siempre cuentan y son importantes.
¿Qué es para ti la fotografía?
Es un estilo de vida que gira en torno a expresar con imágenes y saber usar las herramientas y el lenguaje fotográfico para comunicar. No es la cámara, son los ojos los que captan el momento y todos tenemos la capacidad de tomar una buena imagen.
Compártenos un recuerdo de cómo te acercaste a este arte
De pequeña yo viví con unos tíos en la Nora Quintana y no sabía por qué el cuarto de mi tío Omar olía diferente. Él ahí tenía sus negativos y químicos porque era fotógrafo del Diario del Sureste y para mí significó un acercamiento indirecto al mundo de la fotografía, además de la vida bohemia que llevaba. Luego, cuando estudié Comunicación, siempre tuve en mente querer ser fotógrafa y me pasó algo bien curioso: En un examen, le presté una imagen mía a una compañera y cuando pasó con el maestro, la felicitó. Cuando pasé yo con otra foto que había tomado, me cagoteó por el trabajo, jajajaa… Ahí te das cuenta de cuán subjetiva es la fotografía y es un recuerdo que siempre atesoro.
¿Qué busca tu ojo?
Híjole, cada ojo es particular. El mío busca narrar historias y comprender al ser humano, tratar de generar empatía y siempre ponerme en los zapatos del otro cuando tomo una foto. Narrar historias con imágenes es lo que más me gusta, además de visibilizar los temas que me interesan.
¿Puede una imagen decir más que mil palabras? ¿Por qué?
Se maneja esa frase… Yo creo que una imagen puede expresar mucho, sin embargo también creo en el acompañamiento de la palabra. Considero que la palabra tiene su propia forma de expresión.
¿A qué fotógrafo admiras y por qué?
Me gusta mucho Elsa Medina porque fue una de las primeras mujeres precursoras del fotoperiodismo en México, igual que Soco Chablé, por su valentía en aventarse a hacer fotografía en el Sureste. También me gusta Mónica González, por su trabajo a favor de los Derechos Humanos, la justicia social y la perspectiva de género. De Estados Unidos, me encanta Nan Goldin porque se confrontó a ella misma como fotógrafa. Su trabajo es fuerte y transgresor para su época y es sin duda un referente en fotografía.
¿Es lo mismo ser fotógrafa mujer que fotógrafo hombre en Yucatán y en México?
Lo que me toca vivir es que hay más aceptación en el trabajo de las mujeres fotógrafas y me parece importante la mirada de una mujer en los periódicos y las áreas de comunicación para hacer fotografía. Sin embargo, falta camino por recorrer y que surjan más oportunidades para las mujeres fotógrafas, así como que las chavas también se interesen más por el fotoperiodismo en el Sureste. Faltan más miradas femeninas en el fotoperiodismo.
Nadie pensó vivir una pandemia ¿Cómo es ser fotógrafa en tiempos de covid-19?
Al principio y como todos, hubo temor, pero siempre tuve claro que como fotógrafa tenemos que estar en la calle documentando, a pesar del riesgo. Algunos lo hacen desde su intimidad y está buenísimo y otros retratamos lo que pasa afuera.
¿Tienes miedo de contagiarte en tu trabajo?
En mi trabajo en Comunicación en el Ayuntamiento no tengo miedo de contagirarme porque me siento muy cuidada. Y en los proyectos que participo como Covid Península, Miradas Compartidas y Viva la Foto, siempre tomo todos los recaudos para hacer fotografía.
¿Qué imagen todavía buscas sin cesar?
Todos los días es una sorpresa. No salgo con la idea de que “hoy voy a hacer la foto más chingona”, sino más bien busco la imagen que me represente. Y pasa algo muy curioso: Cuando ocurre ese momento de lograr la foto que quiero, para mí es algo muy especial y mágico.
Tienes un hijo –Diego- de 12 años ¿Te gustaría que sea fotógrafo?
Diego ya se interesa en la fotografía y es muy bueno dirigiendo, a pesar de su edad. Él te dice “ponte así, acércate más, muévete para allá” y sabe hacerlo. Yo lo apoyaría en lo que quiera hacer en la vida, siempre va a contar conmigo.
Danos un mensaje en este día.
Estoy muy contenta de compartir mi trabajo con la generación de colegas que me tocó, con mis compas. La fotografía es un acto de mucha resistencia, persistencia y de continuo aprendizaje. Y también es un acto de bohemia y de egos… Si se quieren dedicar a esto, tienen que tener en cuenta que muchas veces van a sacrificar cosas, pero la vocación y pasión que lograrán es indescriptible. Estoy más que agradecida con Dios y la vida por hacer lo que me gusta y estar siempre respaldada por mi familia.- Cecilia García Olivieri.
(Todas las imágenes son de Leslie, excepto la de portada, tomada por Martín Cetina, y las dos últimas, de Leslie con su hijo Diego).