“Emprender es subir, subir y subir hasta lograr lo que quieres”
MUJER EMPRENDEDORA: Cristina del Pilar Martínez, criadora de gallinas libres de jaula y artesana
Conocer a Cristina del Pilar Martínez -Alias Doña Pili- me alegró el día. Platicadora, empática, luchona y sobre todo con una energía inagotable, esta mujer de 60 años oriunda de Oxkutzcab, emprende desde que era una nené, le hizo “media verónica” a la muerte superando una enfermedad de la que la habían desahuciado y hace dos años forma parte con otras mujeres del colectivo de Mujeres Kikibá con un emprendimiento maravilloso y sostenible de gallinas libres de jaula. Conózcanla, no se van a arrepentir:
Hace cinco años Cristina del Pilar Martínez Sosa sentía que le estallaba la cabeza. Era un dolor horrible, tremendo, interminable. Fue al médico y prácticamente la desahuciaron.
Le habían detectado una aneurisma a punto de estallar y le dijeron que no podían hacer “casi nada”. Ella lo miró al médico y le sonrió. El doctor, confundido, le contestó: “Es una mujer muy valiente, no entiendo de qué se ríe”. Y ella respondió: “El vivir está escrito y el morir es ganancia, de algo me voy a morir”. Pero no, no se murió y hoy el dolor de cabeza es sólo un mal recuerdo y vive con todas las energías de mundo para emprender, feliz de la vida.
La historia de la enfermedad de Cristina del Pilar –doña Pili- es más larga y tiene algo de místico también. Necesitaba mucho dinero para la operación y finalmente consiguió realizarla en un hospital público. Camino a realizarse los estudios prequirúrgicos, se cruzó con un médico que sólo le tocó el brazo y ella lo sintió como una señal de Dios de que se iba a salvar. Y se salvó.
Libre de enfermedad, cristiana de fe y con un empuje increíble, este mujer oriunda de Oxkutzcab tiene hoy 60 años, tres hijos y tres nietos y emprende desde que tiene uso de razón. Aprendió a urdir hamacas y a costurar desde que era una nené y tiene actualmente un emprendimiento con su hija Lucely, en el que venden todo tipo de bordados, textiles, zapatos que ellas mismas realizan bordados con punto de cruz y bisutería.
Y en este caso, la conocí por otro emprendimiento que también aprendió de niña: el de criar gallinas. Desde hace dos años, doña Pili forma parte del Colectivo Kikibá (“Algo Bueno”, en maya), que impulsado por la Fundación Heifer México, apoya a mujeres de diversas comunidades de Yucatán con emprendimientos sostenibles. Doña Pili cría gallinas libres de jaula, alimentadas y cuidadas con todo el amor del mundo, que ponen huevos orgánicos que Pili comercializa en Oxkutzcab, otras comunidades y hasta en Mérida.
Hoy platiqué con ella y me alegró el día. Desde el empuje de superación que tuvo ante una enfermedad de la que salió ilesa, hasta el amor con el que habla de sus gallinas –“Son tan inteligentes ellas, les platico y les canto y hasta se dan cuenta cuando estoy triste”, dice-, pasando por una energía inagotable de crecer en su emprendimiento. Estas son mujeres dignas de admiración y de quienes vale la pena aprender. Conózcanla:
Defínete en pocas palabras, como si fuera un tweet
Soy una mujer guerrera, fuerte y decidida.
¿Se nace emprendedora o se aprende?
Tienes una parte del don de emprender y también se aprende. De niña, cuando tenía como seis años, me acuerdo que quería que mi tía me enseñara a urdir hamacas y yo lloraba y lloraba para que me comprara una aguja. Entonces como no me hacían caso, me fui al patio y corté una ramita para usar de aguja y traté de urdir la hamaca con eso. Ya después como me vio tan entusiasmada, mi tía me regaló la aguja y me enseñó. Desde entonces aprendí a tejer y a coser y en la escuela, a la hora del recreo,llevaba ropita para las muñecas que hacía con retazos de tela de mi tía modista y se las vendía a mis compañeras.
¿Cómo surgió el colectivo Kikibá y quiénes lo conforman?
Lo forman mujeres de varias comunidades. Yo participo hace dos años porque me invitó una amiga que está en un grupo de mujeres que producen miel melipona. En mi caso, me metí con mis gallinas para vender los huevos. Del sur de Yucatán, participamos en Kikibá 16 mujeres de Oxkutzcab, la comisaría Emiliano Zapata, Maní, Tipical y Teabo. EL proyecto arrancó hace años con el apoyo de la Heifer México (una organización mundial de desarrollo, con un método eficaz para acabar con el hambre y la pobreza mediante prácticas agrícolas sostenibles) y hoy somos más de 60 mujeres en todo el comité.
¿Por qué este emprendimiento de gallinas libres de jaula y huevos orgánicos?
Desde niña me crié con gallinas en la casa y, cuando estaban chicos mis hijos, ya tenía mis propias aves, así que estoy acostumbrada a la crianza de gallinas. Es un trabajo que me desestresa y me llena de alegría. Actualmente tengo 90 gallinas libres de jaula que dan entre 87 y 90 huevos por día.
¿Qué son las gallinas en tu vida? Háblanos de ellas…
Antes que nada, te digo que mis gallinas son un medio de ayuda para la familia, porque nos permite consumir el huevo que es algo orgánico, nutritivo y, por la crianza que le doy a mis gallinas, es totalmente beneficioso para la salud.
Y ahora te hablo de ellas… Las gallinas en mi vida son amor (se ríe). Con ellas me desestreso, les platico y hasta les canto. Son amorosas y apenas me ven en el traspatio, vienen todas conmigo y me pisan los pies como muestra de cariño. Son animales muy inteligentes y hasta se dan cuenta si un día estoy triste. Ellas se ponen locas de verme y yo siento lo mismo por ellas.
Cuéntanos sobre el tipo de producto orgánico que comercializan
Como son gallinas libres de jaula, crecen libres de estrés, no están encarceladas y tienen su traspatio para moverse como quieran. Las alimento con hojas de plátano, verduras, frutas y les cambio el agua tres veces por día. Para prevenir enfermedades, les preparo medicinas caseras a base de cebolla, ajo, epazote, naranja y limón. Y también les doy un alimento que es totalmente orgánico que les brinda nutrientes y vitaminas.
¿A quiénes les vendes los huevos?
Tengo muchos clientes en Oxkutzcab y ellos mismos me van recomendando a otras familias. También se hace reparto en comunidades vecinas que forman parte del Colectivo Kikibá y estamos surtiendo a un restaurante en Mérida.
¿Cómo vive la mujer en Oxkuztcab? ¿Qué necesita?
La mujer de Oxkutzcab es trabajadora y emprendedora y en estos tiempos que nos tocan vivir, todas necesitan moverse para salir adelante. En mi caso, cuando me invitaron al colectivo, Heifer México me dio 50 gallinas pero tuve que construir los corrales y comprar el alimento orgánico, que es muy caro. Como quería lograrlo, tuve que empeñar cosas, pero todo salió bien. Así somos las mujeres de Oxkutzcab y ojalá nos tomen más en cuenta con apoyos para que podamos emprender más.
Danos consejos para emprender
- En primer lugar, deben administrar bien el dinero y comprar cosas para el emprendimiento que sean de primera necesidad. Hay que dejar a un lado los gastos superfluos, hasta en la vida diaria.
- En segundo término, es importante que nunca se den por vencidas, porque si no sale la primera vez, la segunda vez seguro se va a dar. Emprender es subir, subir y subir hasta lograr lo que quieres hacer.
- Tienes que poner todo el amor en tu emprendimiento y debe ser algo que te guste, que lo disfrutes y te relaje. Y además, que te permita ver dinero.
- Les pido que luchen por la familia, que no se queden encerradas y salgan adelante ellas y los suyos. Dios nos tiene dadas virtudes y no nos deja solas, él está siempre a nuestro lado.- Cecilia García Olivieri.
Si quieres contactar a Doña Pili por su emprendimiento, puedes hacerlo por teléfono al 997 1335752, en su página de FB @Muuk Koolel y @kikibamx o en IG @pilarmartinezsosa y @kikibamx.