El reto de volver turístico el sur de Centro Histórico de Mérida
Los barrios del Centro Histórico del sur de Mérida tienen un encanto especial con su arquitectura afrancesada, iglesias coloniales, sus calles amplias y un montón de historia que los circunda. Sin embargo los turistas no se acercan aún y no es una cuestión de distancias. En esta nota Gabriela Chavarría, integrante del Patronato del Centro Histórico de Mérida, nos cuenta porqué y en qué trabajan para solucionarlo:
Los barrios del Centro Histórico de Mérida son bellísimos y los del sur de la ciudad guardan hoy día el encanto de que su gente vive allí, emprende en el lugar, los vemos en las calles, en los lugares para comer, haciendo trámites, viajando de aquí para allá… Sin embargo y a pesar de las casas antiguas con una arquitectura afrancesada, sus calles anchas, las iglesias emblemáticas de San Cristóbal, San Juan, San Sebastián y hasta la Ermita de Santa Isabel, el turismo no llega como en el primer cuadro de la ciudad y no es una cuestión de distancias, definitivamente.
Hoy día el boom de turismo se da, sin duda, en los barrios de Santa Ana, Santiago y Santa Lucía, donde ya encuentras no sólo atractivos culturales como museos y lugares históricos emblemáticos, sino también toda una onda “trending” de barcitos, restaurantes, cafés y lugares para hospedarse que cautivan a los turistas nacionales e internacionales.
Y si los barrios del sur de Mérida no quedan tan lejos ¿Por qué no hay boom turístico en esa zona de la ciudad? Sobre el tema platicamos con Gabriela Chavarría Román, ex presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios A.C (AMPI), actual consultora, consejera del Patronato del Centro Histórico de Mérida y empresaria inmobiliaria, quien nos cuenta que el patronato trabaja actualmente en el gran potencial que tienen los barrios del sur, sin embargo el reto es “muy grande”, asegura.
“En los barrios del sur te encuentras con una arquitectura afrancesada, calles anchas y muchísima historia y cultura, sin embargo también nos enfrentamos a la limitante de la ‘zona roja’ (donde se ejerce la prostitución), muchas cantinas donde el alcoholismo es muy fuerte en las calles, borrachos que orinan en las fachadas de las casas o que duermen directamente en las escarpas, basura que te junta en la calle de estas mismas cantinas y, francamente, el turista no quiere ver eso”, admite.
Gabriela recalca que en Mérida la inseguridad no es (aún) un problema para el turista que visita la capital del estado, sin embargo la experiencia que buscan los visitantes dista de lo que ofrece hoy día el sur de la ciudad.
“Aquí no hay un nivel de inseguridad de que te arranquen el bolso de las manos ni que te quiten la llanta del auto, pero quien nos visita va tras la experiencia, busca el color, las tradiciones, el sabor, la arquitectura y la cultura. Y en el sur de Mérida no tenemos actualmente eso para ofrecerle, no hay museos, faltan lugares que vendan artesanías y una gastronomía más de tradición, acorde a lo que busca el visitante” agrega.
La empresaria también explica que otro gran reto al que se enfrentan es la alta especulación en los precios de los inmuebles y lo relata así: “Un piso en San Juan te puede salir 5 millones de pesos y con la inversión que le haces te queda entre 7 u 8 millones de pesos… Y si la quieres vender puedes tardarte entre tres y cuatro años para que salga”, detalla.
Sin embargo no todo está perdido ¡Al contrario! La consejera del Patronato del Centro Histórico nos cuenta que actualmente trabajan en el rescate del Parque de San Cristóbal, además de impulsar en zonas del sur de la ciudad recorridos históricos de las iglesias para afianzar el acervo cultural y cambiar, poco a poco el entorno.
“En el Parque de la Ermita de Santa Isabel ya se está dando un cambio y se están afianzando lugares para turistas en los alrededores. Hay que seguir trabajando para darle más seguridad a los turistas”, remarca.
Otros temas fundamentales para Gabriela es poner cámaras en el sur de la ciudad como existen en otras zonas turísticas de Mérida y arreglar y limpiar más las calles (el patronato busca que se patrocinen una barredoras automáticas para que funcionen en todo el centro) . “Hay que invertir más en la cultura social e integrar a la comunidad a esta iniciativa, sobre todo a los más jóvenes porque son los empresarios del mañana”, concluye.- Cecilia García Olivieri.
(En la imagen de portada, la iglesia del Barrio de San Juan).