“El machismo dentro del ‘gaysismo’ es real y muy fuerte”
En el mes de la Diversidad Sexual, nada mejor que platicar rico con Roberto Franco y Dodi Maleanta, dos en uno pero bien diversos e intensos, con la cabeza clara y el corazón abierto. Ah, y mañana presentan “Trans Cabaré”, aquí te contamos todo, no te lo puedes perder
Ácidos, histriónicos, desfachatados, amorosos, sin filtros y con mucho corazón… Así son Roberto Franco y Dodi Maleanta: dos que son uno pero bien diferenciados y diversos, siempre con la palabra pronta y justa y un abrazo renovador.
Y en este mes de la Diversidad Sexual y un día antes de la mega marcha que se realizará en Mérida, platicamos con Roberto, genio de las artes escénicas y orgullosamente activista, quien nos habla de él y de Dodi, su alter ego, esa cabaretera de arrabal que abre su corazón despanzurrado para contarnos que siente, cómo ve a su ciudad, porqué urge que seamos diversos, aceptemos y nos aceptemos, ante todo ¿Que si falta mucho? “Un chingo”, sostiene Roberto y confirma Dodi… Pero el camino está para andar y en esas estamos.
Aquí te dejamos una rica plática y te invitamos a que mañana vayas a verlos en el espectáculo “Trans Cabaré”, a las 9 pm, en Tapanco Centro Cultural A.C. Acompañados por el maestro Ricardo Moo al piano, sin duda vas a llevarte una nueva mirada de la vida y de porqué vale la pena celebrar la diferencia.
Defínete en pocas palabras, como en un tweet
Obsesivo, obstinado, caprichoso, terco y al mismo tiempo meticuloso y minucioso en las cuestiones que tratan sobre mi trabajo. Me siento muy afortunado de haber trascendido la escena del arte para involucrarme en cuestiones de activismo, no sólo por los derechos de las personas LGBTTTIQ, sino también en alianzas con feministas, personas en situación de discapacidad o que tienen VIH. Eso me hace sentir exitoso y triunfador.
¿Qué te devolvió hoy a la mañana el espejo?
Una persona muy cansada pero muy contenta, porque todo los días me levanto y mi trabajo es ir a dar clases de yoga a personas que están conmigo hace más de dos años y en quienes veo avances no sólo físicos, sino también en cuestiones de sensibilidad y control. Sus cuerpos y mentes están muy absorbentes.
¿Qué es lo más y lo que menos te gusta de Roberto Franco?
Lo que más me gusta es que soy muy terco. A fines de 2017 tuve una enfermedad muy fuerte, estuve internado y los médicos me daban pocas probabilidades de recuperación. Sin embargo, esa terquedad me dio la constancia para recuperarme rápidamente. Lo que menos me gusta de mí es que soy desidioso y postergo cosas.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de Dodi Maleanta?
Me gusta que ha tenido vida propia y ha podido trascender la escena. A Dodi la llaman para participar en talleres de sensibilización sobre equidad de género y diversidad sexual. Hace tres semanas di un taller para jueces y magistrados sobre el tema gracias a un invitación del psicólogo Juan Canto. Voy como Roberto y, mientras doy el taller, me empiezo a maquillar delante de ellos y me transformo en la Dodi… Es genial porque no se lo esperan. Lo que no me gusta de ella son temas que siento que tengo que pulir del personaje, como maquillaje, vestuario y otras cositas técnicas.
Dodi dice: “No lucho por ser la más bonita, lucho por ser yo misma”. ¿Por qué luchas? ¿Es difícil ser tú misma?
Si, ahorita hay una cuestión del uniforme neutro. Dodi y Roberto comparten que siempre hemos sido distintos. Es complejo cuando te saltas las tablas de lo socialmente establecido porque ahí es complicado ser tú mismo. El monólogo de Trans Cabaré ahonda en las personas que luchan en su vida por su identidad, como las que nacieron hombres y transitan el género contrario… Estas personas quieren ser eso que soñaron para sí mismas y la sociedad se empeña en negarles su identidad. Creo que es complejo todavía ser uno mismo, ser auténtico.
¿Eres del fango?
Si, totalmente… Dodi tiene triple nacionalidad: tiene la intensidad flamenca con Sara Montiel, es súper fan del tango con Tita Merello –Hace una versión de “Se dice de mí” con: “Se dice de mí, que soy jota, que camino a lo cangrejo, que soy chueca y que me muevo cual tremendo maricón”- y tiene la mexicanidad de Chelo Silva.
En Yucatán: ¿Estamos en el discurso de la diversidad sexual o ya aplicamos la palabra y empatizamos con ella?
Pienso que el verdadero sentido de la liberación de la diversidad sexual se ha perdido un poquito. Siempre he criticado que en el movimiento LGBTIQ+ si eres hombre homosexual debe ser blanco, bonito, sin problemas, ligar y nunca pobre… Odian a las lesbianas, admiran a las drags pero no se llevan con ellas. Toda la cuestión de la diversidad sexual está muy padre, sin embargo hay mucha mercadotécnia y poca empatía. Muchas personas hablan de la marcha del orgullo gay pero en realidad hablamos de diversidad sexual y esto incluye a gays, lesbianas, heterosexuales, putas, a todos… El machismo dentro del “gaysismo” es real y muy fuerte.
¿En qué situaciones o instancias sientes que avanzamos con el tema de la diversidad sexual y qué nos falta?
Siento que avanzamos cuando conozco historias de personas que son aceptadas por su elección sexual y tienen finales felices. Pero también veo historias de violencia contra mujeres, personas trans y me doy cuenta que nos falta un chingo…
¿Los yucatecos quieren el matrimonio igualitario?
Creo que no todos. Se dice que la sociedad no está preparada. Sin embargo vemos que sí está preparada para que los esposos le peguen a sus esposas, haya infidelidad, existan matrimonios que llevan una doble vida… Si la sociedad está preparada para esto ¿Por qué no estaría preparada para el matrimonio igualitario que nada tiene que ver con un tema religioso y sí es un tema legal? Es un tema de doble moral, como dice el dicho: “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”.
¿Qué te pasa en la cuerpa y el alma cuando te preparas para actuar?
Es un ritual y me preparo durante un día entero. Me emociona salir a compartir la maravilla del cabaret porque es entrar a un lugar donde sientes la temperatura, la gente está dispuesta, la comunicación es directa y se hace una fiesta en la que todos se caen bien, se cuentan y comparten cosas durante el espectáculo. Durante esa hora soy la persona más feliz, plena y realizada porque tengo la oportunidad de contar lo que me duele de mi país, lo que me gustaría que fuéramos como sociedad y personas y la empatía que se hace con el público es extraordinaria.
¿Qué es Trans Cabaré?
Fue un embarazo no planeado pero me hizo muy feliz. Yo había parido “La Tucha Cabaré” que fue un boom y fue progresando con los años. Y un día me empezaron a llegar canciones, textos y temas así que me senté, armé algo, hablé con el músico, fui a Tapanco y a los dos meses ya estaba estrenando. Trans Cabaré no fue planeado pero fue algo muy bonito.
¿Qué sientes que le pasa a la gente durante los 70 minutos de Trans Cabaré?
Una chica que tomó un taller de sensibilización conmigo y fue a ver Trans Cabaré me dijo que era un espectáculo que transporta a diferentes espacios físicos y emocionales, que era extremadamente nostálgico, pero también esperanzador. Porque aunque hay momentos de dolor, ese mismo dolor te dice “A huevo, hay que seguir”. Me identifiqué mucho con ese comentario porque siento que eso es Trans Cabaré y La Tucha Cabaré: comienza con desmadre, putería y jotería, la situación se va poniendo más intensa, viene el intermedio y en la segunda parte viene el “¡Pum, tomen esto!”… Y ahí, cuando los bajo hasta el piso, los vuelvo a levantar hasta el final, que es de fiesta.
Invita a la gente para que vaya a verte mañana sábado, a las 9 pm
Primero vayan a la Marcha por la Diversidad Sexual y luego los espero en Trans Cabaré con la Dodi Maleanta, que también está en el tema de la mega marcha. Nos tomamos una chelas juntos y después nos vamos todos a un antro ¡Los espero!- Cecilia García Olivieri.
(las imágenes son de José Ernesto Jiménez).